viernes, 21 de noviembre de 2025

Agustina Paz: “Haré una biografía en relación al amor desde la música”


Este sábado 22 de noviembre es el Día de la Música. En distintos lugares habrá celebraciones y recitales. Uno de ellos será en la Estación de Tigre en Buenos Aires donde se realizará el Festival Habitar Sonoro. Ahí estará la autora, compositora y cantante Agustina Paz. En esta oportunidad se presentará junto a Tomás Stagnaro. “Festejo la música todos los días de mi vida. Pero tengo muchas ganas de cantar este sábado y siento que será una especie de cierre de ciclo”, expresó. Hablamos de sus composiciones, de la maternidad y del amor, de su gran alegría del año al grabar Mis ojos su forma. Atenta y respondió con tanto cuidado cada pregunta que también ella hizo preguntas.

 

Por Paulo Ferreyra

 

Es un día entre semana y la noche está madura. La ciudad aún no se apaga. Ella desde Buenos Aires se hace un tiempo y atiende el teléfono. En Corrientes los escapes de motos invaden el aire.  

 

Este sábado hay un concierto en Buenos Aires y ahí estará Agustina Paz. En los días previos expresó sus emociones, “en este momento con la maternidad hacer un show se ha vuelto muy especial. Siempre es especial pero ahora es más especial aún el encuentro con el público. Es un encuentro conmigo misma. Antes tenía todo el tiempo para la música y ahora no es así porque doy tiempo a todo lo que sucede con la maternidad”, comentó.

 

Ella es una autora, compositora, pianista y cantante. Su obra se mueve entre el pop, las músicas de raíces folklóricas y la música de cámara. Lleva cinco discos de estudios producidos, Bosques en desiertos (2009), El pastiche disco blog (2011), Yugo (2015), La fuerza (2020) y Amor (2022), este último también fue editado en vivo del concierto realizado en el Centro Cultural Richards. Agustina fue mamá hace poco tiempo. Produzco un disco incluso sobre su maternidad. Por ese lazo íntimo y amoroso comenzamos esta charla.

 

— ¿Cambió algo tu mirada sobre la música con la maternidad?

 

— La mirada profunda no cambio. La mirada histórica no cambio. Tengo mi idea de la música que va más allá de la maternidad, de la música que quiero hacer y de la música que quiero transmitir. Lo que ha cambiado es el cómo. La maternidad te limita los tiempos. En mi caso estoy todo el tiempo en función del aquí y ahora resolviendo distintas cuestiones de la niña.

 

 

— Editaste Cinco piezas para piano y bebe, un disco almibarado donde uniste la música y la maternidad. ¿Cómo fue hacer o por qué decidiste hacerlo?

 

— Este disco puede decirse que nació de la charla con un amigo músico. Él me había preguntado si estaba tocando y si tenía tiempo para hacer música. Le había contestado que no tenía tiempo, la tenía a mi hija encima todo el día pero lo que sí hacía era tenerla con una mano y con la otra mano tocar el piano. Él me dijo - qué fantástico hacer unas piezas musicales con la bebe.

 

Esa charla me resignificó el momento que estaba compartiendo con mi hija. Ahí vi una nueva posibilidad de hacer música. Fue un descubrirme ejecutar la música de otra manera. Me amplio el horizonte. En cada momento que me sentaba al piano con mi hija surgían cosas diferentes. Entonces fui documentando esos momentos. Después saqué en limpio algunas piezas y antes de que cumpla un año la llevé al estudio y grabamos esas piezas.

 

Me alegra un montón haberlo hecho porque fue resignificar un momento que no fue fácil, porque uno cambia para siempre con la maternidad y la paternidad. Pero con la maternidad más porque hay una implicancia física, mental y el cerebro cambia. Surgieron esas piezas musicales que brotaron de una alquimia que pude hacer única y la celebro.

 

— ¿Pudiste disfrutar de la grabación? Había ahí una especie de atención o tensión dividida entre la música y tu niña.

 

— Las partes interesantes de estas piezas es que involucra una instancia más de la interpretación que siempre está: la escucha y la presencia. Al ver otro ser - en este caso haciendo algo impredecible y en mi caso aceptando eso para transformarlo. Fueron todos esos instantes muy bellos. Hubo ahí una conexión profunda. De alguna manera mi hija me invitó a descubrir una nueva dimensión en la ejecución: tocar con lo imprevisible.

 

Las piezas musicales del disco van evolucionando desde que la tenía encima como bebe y no hacía nada, después empieza a moverse e intervenir, cuando ella se metió a tocar el piano ya forma parte de la melodía.

 

Hubo partes fijas, que fui escribiendo antes de la grabación y después la improvisación que surgió de sus intervenciones. Toqué junto a mi hija fue de alguna manera jugar con ella, porque ella se metía con el piano – entraba y salía de la música. La última pieza es cuando ya está un poco más grande y ella está jugando con su sonajero y yo dialogo con eso. Hay un recorrido desde lo más simbiótico hasta la separación primera del bebé que va ganando su espacio y su hábitat corporal.


 

 

******

 

En redes se puede apreciar el nuevo corte Mis ojos su forma. Tiene letra de Marianela Márquez Arteaga. “Ella es escritora y diseñadora gráfica. Hizo todas las tapas de mis discos, somos amigas desde la infancia, desde muy muy chiquitas”, contó Agustina Paz. “Amo mis ojos su forma de ir lejos” así comienza una melodía dulce y potente.

Este año Marianela convocó a distintos músicos, artistas plásticos, fotógrafos, para que de algún modo amplifiquen sus textos. En ese marco Agustina musicalizó Mis ojos su forma. “Es mi gran alegría de este año grabar esta canción. Ponerle música a un texto de Marianela es mi gran alegría del año. En esta canción uso palabras que no son mías y que siempre quise usar, por ejemplo empezar con amor, a diferencia de mi canciones donde siempre empiezo por quejarme en las letras. Es una letra superadora”, afirmó Agustina mientras lo vuelvo a escuchar y una bandada de pájaros hiende el ambiente.


******


 


— Otra de tus más recientes producciones es Amor, ¿está ligado a Cinco piezas para piano y bebe?

 

— Está ligado de alguna manera. Amor es un disco anterior y es de un duelo. Hubo un fin muy importante en mi vida. Me planteo como una resignificación de las bases. Después apareció mi hija como una nueva realidad.

 

Este disco pude trabajarlo con Daniel Melero. Haberlo conocido a él, haber podido hablar bastante me habilitó un espacio que tenía cercano pero sin haberlo transitado. Una de esas cosas fue salir de la caja, probar la música que aparece más intuitivamente y darle lugar a eso, ver qué me quiere decir esas cosas. Daniel me ayudó ampliar mi horizonte musical en ese punto.

 

Están relacionados estos discos aunque son cosas distintas.

 

— A menudo se dice que escribir sana. ¿En este caso componer sanó algo?

 

— Así es, hacer cualquier arte sana. Incluso el feedback que uno va teniendo con la propia obra. Hay una sanación en el sentido de poder concretar algo. El hecho de poder hacer algo pone a uno o una de cara a sus sombras. Cabe decir que no hay forma de terminar una obra si uno no ajusta cosas de su alma. Poder decir, poder sacar a la luz amaina el dolor y el peso de las cosas. Es sanador. Sin dudas.

 

— En una de las canciones de este disco decís - el amor todo lo alcanza. Nunca pasará. Me gustó eso.

 

— Si, fue como una profecía autocumplia. En ese momento cuando lo escribí por ejemplo era impensable para mí tener un hijo. Era algo muy lejano. El amor creo que todo lo alcanza en el sentido que va más allá de todo y no hay límites. El amor trasciende todo. Es el potencial y el motor - es la única herramienta para que cambiemos y pase lo que siempre soñamos de alguna manera.

 

¿A vos qué sensación te despertó esa frase? ¿Dónde te resonó?

 

— Bueno, en mi caso estoy de duelo de una pareja. Sentí al escucharlo una conexión con esa expresión de que el amor todo lo alcanza. El amor está vivo en mí aunque la otra persona ya no esté.

 

— Creo que hay dos amores, uno más mundano - que es más posesivo y que sucede cuando queremos tener al otro presente. Una etimología del amor es sin muerte, el amor es lo que no muere. En este duelo aprendí que lo que me dieron no se va a ningún lado y lo que di tampoco se va a ningún lado. Eso que hubo, eso que sí hubo se quedará en el corazón. Ahora, lo que sí molestó y separó, todo eso pasa y pasará. Cuando todo cicatrice, cuando el tiempo avance y caminemos por otros caminos abrazaremos las cosas buenas del amor. Ese espíritu es sanador.

 

— Subrayo ese concepto que expresaste recién, el amor como herramienta.

 

— El amor es la gran herramienta. En definitiva - soy muy espiritual - creo que hay un orden superior o una energía que nos une y nos conecta. Creo que el amor ocupa ese lugar. No el amor romántico este que está muy confundido como sociedad. El amor de ofrenda. Cuando uno ama al otro le quiere ofrecer lo mejor y no importa si el otro lo devuelve o no.

 

 

El estado más puro del amor

 

A veces es una de las canciones – entre otras – que tiene muchas escuchas en spotify. Además, de otras plataformas digitales. Hace unos años atrás Agustina Paz se había ido a componer al campo. Se quedó unos días para estar a solas con el piano y con la naturaleza. Estaba ahí días y días y no salía nada. “Días de nada”, recuerda ella y suena como si fuera un buen título para algo. Ya lo usaremos.

 

En se lugar donde Agustina buscaba inspiración apareció esa exhalación de luz. Hubo una mañana cuando estaba con el piano y vio un rayo de sol que entraba por la ventana. Ahí empezó a escribir esos versos - a veces puedo conservar tu aroma en mi vecindario. “Apareció todo junto - letra y música. Fue muy fuerte. Esa sensación de ser medio. Hay algo que se dice a través de una letra y de una melodía. A la gente le gusta mucho y creo que la respuesta está en el origen, es un enigma”, deslizó.

 

Esa conexión de Agustina Paz con la creación sucede en momentos de búsqueda y de una receptividad muy generosa. “A veces logro conectar con la composición de un modo tan abierto, amoroso y luminoso, un lugar donde todo está bien. Ahí no tengo miedo, confío y vuelvo a ser por un instante un bebe. Después salgo de ese lugar y queda la canción como una síntesis de ese momento”, rememora. Es ahí donde se encuentra el amor. “Un lugar pleno así como es el amor más puro”. Parte de eso sucederá este sábado en el Festival Habitar Sonoro. Salud.


 

 

miércoles, 19 de noviembre de 2025

Mariano Quirós: “La lectura puede ser una actividad subversiva”

 


Este jueves 20 de noviembre el escritor chaqueño Mariano Quirós estará en Resistencia. La cita será a las 20.30 en la Fundación Mempo Giardinelli, José María Paz 355. En tono amable y provocador, Mariano adelantó que leerá sus mejores textos, “los más sorprendes. Voy a cambiarles la vida, cómo mínimo”. La actividad será libre y gratuita.

 

Por Paulo Ferreyra


Desde la Fundación Mempo Giardinelli aseguraron que él es uno de los escritores más celebrados de su generación, autor de las novelas Robles, Torrente, Río Negro, Tanto Correr, No llores hombre duro, Nuestra hermana de afuera y Una casa junto al Tragadero, que obtuvo el Premio Tusquets en 2017. Es también autor de los libros de cuentos La luz mala dentro de mí, Campo del cielo y el más inclasificable Ahora escriba usted (Factotum), que juega con el estilo de los manuales con consignas para la escritura.

 

En un diálogo rápido por WhatsApp destacó que “la Fundación Mempo es una reserva cultural de la provincia y de la patria. Una épica que comparto, que tengo la ilusión de compartir, y que tiene que ver con el afecto, con el cariño por la lectura y por su poder transformador. Una épica sencilla y contundente a la vez. No puedo más que asumir con alegría la invitación”.

 

Este año han pasado por estos ciclos Buenas Lecturas – Lecturas de autor, los más referentes de la literatura de la provincial, la región y el país. Sobre esta práctica de la lectura en voz alta, Mariano deslizó que le gusta. “Leer en público me gusta hasta en lo que no debería gustarme. Así como me divierten los chistes sobre las rondas de lectura —someter a los demás a lo que escribimos o repudiar violentamente las porquerías que leemos— tengo la convicción de que la lectura también puede ser una actividad subversiva. La lectura —de literatura, por supuesto— está por fuera de cualquier lógica productiva, en contra del tiempo y por fuera de cualquier urgencia. Hasta en su versión más zonza. Y cuando la lectura es abierta —colectiva, en el mejor de los casos— esa zoncera es compartida y más potente”.

 

Importancia

 

Por último, el escritor chaqueño destacó que es importante leer literatura. “Porque sí – sintetizó - porque se nos canta. Porque no todo en la vida es ser un pusilánime. Porque si vamos a ser gente de mierda, individualista, etc., al menos que sea con un poco de literatura. Porque podés hablar de otra cosa, dejar de joder con el teléfono y con estímulos de pacotilla. Porque no hay nada más hermoso que un autor, una autora, dedique diez páginas a la descripción de un sombrero. Porque podés ser feliz, llevar una vida más plena. O podés ser miserable, sí, pero con una cierta elegancia”.

 

Por esa elegancia – por esa elegancia – la cita es mañana jueves 20 de noviembre en la Fundación Mempo Giardinelli, Resistencia.


viernes, 14 de noviembre de 2025

Pedro Rossi: “Buscamos poesías y canciones que nos interpelen”

Loli Molina y Pedro Rossi. Foto Cecilia Aiscurri

Este domingo 16 de noviembre llegan a Corrientes 
Loli Molina  y  Pedro Rossi. En esta ocasión presentarán las canciones de su primer disco juntos Un cosmos que camina conmigo. La cita es a las 18.30 en La Felipa Verde, Ruta 12 km 1034. “Vamos en un formato a dúo, dos guitarras y dos voces. Las presentaciones en vivo tienen ese toque especial donde el trabajo sonoro es distinto y único en cada concierto”, afirmó Pedro Rossi en esta charla. La tarde la abrirá el cantante y compositor correntino Yoshi Kuroki en formato de trío, lo acompañarán Brian Acosta y Amiliano Alegre.


Por Paulo Ferreyra

Foto gentileza de Cecilia Aiscurri


En el 2020 Pedro Rossi estaba de gira junto a Liliana Herrero en El Bolsón. Fue antes de que comenzara la restricción por la pandemia. En aquel lugar también se encontraba Loli Molina. Pedro y Loli se conocían de antes por amigos en común pero recién ahí compartieron música. “Estuvimos una tarde charlando y compartiendo nuestro arte”, recordó ahora Pedro.


Aquel encuentro encendió la llama y las ganas de indagar en el repertorio folclórico. Tuvieron una gran conexión que sigue vive hoy cinco años después. “Loli tiene un bagaje musical enorme. Es una cantautora y cantante muy buena. Además, es una guitarrista excelente”, desliza Pedro sobre su compañera de camino.


En el 2022 hicieron una gira por el país juntos. Ahí comenzaron a armar un repertorio. El hecho de compartir escenario, viajar juntos y seguir ahondando en la conexión acentuó la pulsión interna de plasmar un puñado de canciones en un disco. 

Loli Molina y Pedro Rossi. Foto Cecilia Aiscurri


En esta charla telefónica con Pedro Rossi su voz llega con la cadencia de una caricia, un acorde en el aire que tiñe el ambiente de un vino azul. En esta charla cuenta de los desafíos que se le fueron planteando el dúo y cómo fueron armando un repertorio para este disco titulado Un cosmos que camina conmigo.


— Para mi cantar sigue siendo un desafío interesantísimo. Estoy acostumbrado a tocar y acompañar a Liliana Herrero. También, acompaño a otros proyectos en el rol de guitarrista. Ahora con Loli pase a tener un rol en la guitarra y en la voz, tuve que ponerme a practicar ya que la manera de timbrar con el canto de Loli es muy particular. 


Es un lindo desafío habitar la voz como instrumento. Busco la manera de sentirme cómodo y encontrar esa comodidad cuando toco la guitarra y estoy cantando. Sigue siendo un desafío y la vengo descubriendo, la voz es un universo infinito. Aquí no es solo la voz como instrumento - sino el cuerpo y el texto, son muchas más cosas. Estoy contento con la invitación de Loli. Desde el principio el proyecto ya era de dos guitarras y dos voces. Es un desafío y lo celebro enormemente 


— Este correr de eje, también aquí incursionaste en la búsqueda o en la reflexión de la palabra, ¿cómo fue eso para vos?


— Para mí ahondar en la palabra fue un gran descubrimiento desde el ponerle la voz a elegir un repertorio. Vengo trabajando con la palabra con Liliana Herrero todos estos años. Trabajamos con ella los arreglos y la intervención musical porque partimos de los textos para hacer música. El texto lo tengo presente hace un montón. Con Liliana Herrero tenemos un trabajo muy profundo con la poesía. 


En este proyecto con Loli empecé a ponerle palabras desde mi voz. Eso fue muy interesante, empezar a profundizar más el sentido cuando uno empieza a decir. No es lo mismo leer e interpretar en la música que buscar el significante para leer y decir. Para mí es un cambio y un aprendizaje enorme. 

Pedro Rossi. Foto Cecilia Aiscurri


— El título del disco que grabaron es Un cosmos que camina conmigo, ¿De dónde viene?


— Estuvimos buscando mucho el título del disco. Conversamos acerca de nuestra condición de dos músicos que que venimos de Buenos Aires, que crecimos en un ambiente de ciudad, que nos criamos con otras músicas, que venimos de otras trayectorias musicales lejanas y cercanas al folklore a la vez. Pero no venimos de una tradición folklórica y nos sentimos de alguna manera visitantes de estas músicas.


Entonces, a la hora de buscar el título fue muy difícil, fue todo un desafío y le propuse a Loli que miremos juntos el libro El canto del viento, de Atahualpa Yupanqui. Este libro tiene unos textos muy hermosos y unas descripciones del folklore muy lindas. Loli encontró dentro de ese libro un poema que se llama El tiempo del hombre. Este poema cierra con la copla diciendo, "Y así voy por el mundo, sin edad ni destino /  al amparo de un cosmos que camina conmigo. / Amo la luz, y el río, el silencio, y las estrellas, / Y florezco en guitarras porque fui la madera".


Me encantó ese recorte que propuso Loli, un cosmos que camina conmigo. Tiene múltiples sentidos y es un título que nos define en esta condición de gente de ciudad haciendo una música folklórica. Estas canciones, estas músicas son un cosmos que camina con nosotros y a la vez tiene sentido para quien la escuche porque son un cosmos que caminan con ellos. 


— El disco tiene un repertorio muy amplio, ¿Cuál fue el criterio para seleccionar estas canciones?


— La elección de repertorio fue todo un desafío porque buscamos primero letras que nos interpelen. Hemos repasado el recorrido enorme que tienen algunas canciones como Entra a mi pago sin golpear, Luna Tucumana o Vidala para mi sombra. Son canciones que tienen versiones memorables y que ya están inmortalizadas. Nosotros buscamos quedarnos con la canción. Buscamos habitar la canción.


En esa conversación de distintos autores y de distintas épocas aparecieron las canciones de Loli. Las canciones que más se acercan a ese universo folclórico.

Loli Molina. Foto Cecilia Aiscurri


Folclore regional


Loli y Pedro ya están haciendo la segunda gira por el país y ahora llegarán a Corrientes. Cuentan que visitan el repertorio de cada región. Tienen preparado un repertorio litoraleño porque también les interesa conectar con el público en cada lugar que visitan, “cuando el público se suma a cantar con nosotros suceden cosas hermosas”, agregó Pedro.


Este disco de alguna manera trae y acentúa la figura de Atahualpa Yupanqui. Sobre este autor Pedro recuerda las palabras de Liliana Herrero, “Atahualpa nos está esperando en el futuro. No quedó atrás en el pasado sino que nos está esperando en el futuro. Siento que ha dejado un legado enorme en cuanto a una mirada del folclore no como pieza de museo, sino como una especie viva que está en constante transformación y una mirada universal de la música”.


Durante la charla Pedro Rossi destacó que el repertorio es muy poderoso y que admite nuevas lecturas. Resuenan en distintas tradiciones y distintos recorridos. Ese andar de Atahualpa - cantando y alumbrando su camino - tiene hoy su correspondencia en esa construcción de caminos que están haciendo juntos Pedro y Loli. “Siento que estamos conversando con las canciones, conversamos con la tradición, conversamos con la historia y conversamos desde nuestro propio tiempo y desde nuestro propio territorio”, destacó.


El silencio es inherente al encuentro y al lenguaje en donde nos encontramos. La cadencia de les dos músicos es una caricia poética. Los arreglos de las voces y las guitarras regará el espacio verde la La Felipa de una manera única e irrepetible. “Esta idea de los silencios siempre me pareció muy estimulante - susurró - Me parece que todo lo que no se dice lo completa el público. Ahí es cuando se produce un cierre de un círculo virtuoso de la música y más aún de estas músicas folclóricas que hablan tanto en nuestro país y en nuestro tierra”.

Loli Molina y Pedro Rossi. Foto Cecilia Aiscurri


“Habitar el espacio”


Este domingo la propuesta musical en La Felipa Verde comenzará a las 18 con el autor y compositor Yoshi Kuroki. El músico se presentará en formato de trío junto a Brian Acosta en percusión y Amiliano Alegre en guitarra. Será también una oportunidad para escuchar temas del nuevo disco de Yoshi titulado Tres, ya disponible en plataformas digitales.


La idea de escuchar música nos sugiere la oportunidad de escucharnos a nosotros mismos. Loli Molina y Pedro Rossi ya visitaron las ciudades de Tucumán, Salta, Córdoba, Rosario, La Plata y en todas han tenido una muy linda recepción. Llegarán a la ciudad de las siete puntas en un formato a dúo, dos guitarras y dos voces. En el disco además, hay percusión, charango, entre otros instrumentos. La propuesta será en formato de guitarreadas y cada músico también abrirá su espacio para interpretar otras canciones por fuera del disco.


Vivimos hoy muchas capas de tiempo a la vez, el tiempo virtual, el tiempo real, el tiempo administrativo, el tiempo creativo, el tiempo ocioso, entre otros tiempos. Loli y Pedro traen un disco para detener y apagar por un ratito todos los otros tiempos. Su propuesta es poder entrar en el tiempo del disfrute y el tiempo de la reflexión. La puerta abierta de la poesía y la música, Un cosmos que camina con nosotros.



miércoles, 12 de noviembre de 2025

Claudia Masin: "Escribir y leer poesía en estos tiempos es una suerte de antídoto"

 


Este jueves 13 de noviembre la poeta 
Claudia Masín  vuelve a leer poemas a la ciudad de Resistencia. Será parte del ciclo Buenas lecturas – ciclo de lecturas de autor en el Auditorio Fernando Operé de la Fundación Mempo Giardinelli. La cita es a las 20.30 con entrada libre y gratuita. “Voy a leer poemas de mis nuevos libros, Antifascista y El animal más hermoso del mudo”, adelantó en esta entrevista.

 

Por Paulo Ferreyra

 

“La verdad es que hace bastante tiempo que no estoy leyendo en Resistencia”, así comentó Claudia Masín esta entrevista. Si bien viaja periódicamente a la ciudad, pero ahora para ella es un placer poder volver a leer. En esta ocasión estará en el Ciclo Buenas Lecturas en la Fundación Mempo Giardinelli. “Esta fue una invitación de Natalia Porta López, a quien agradezco esta oportunidad”, agregó.

 

— Antes de comenzar hablar de tus lecturas quería preguntar ¿cómo es ser poeta en estos tiempos en Argentina?

 

— La poesía, a diferencia de tantas otras cosas, en estos tiempos florece. Es como si hubiera una necesidad social de acercamiento a otro tipo de discursos, ¿no? El discurso predominante en esta época es el discurso de la crueldad y de la violencia. Tanto a nivel local como en buena parte del mundo. La poesía frente a eso es una suerte de antídoto. La poesía nos ofrece una mirada más amorosa, más atenta, una mirada de reconocimiento hacia el otro. Creo que escribir y leer poesía en estos tiempos es una suerte de antídoto ante todo lo que nos sucede como sociedad.

 

Sabemos que la poesía es minoritaria en un sentido. Mi deseo y para lo que trabajo todos los días en estos tiempos es para que la poesía llegue a quienes no están cerca de la poesía. Me interesa que se formen nuevos lectores.


 

— Hablas de que la poesía va en el sentido inverso a la crueldad, ¿el libro Antifascista lo acentúa?

 

— Exactamente. La decisión de nombrar de esa manera al libro tiene que ver con la época que estamos viviendo. Es también la necesidad de poner sobre la mesa determinadas palabras que quizás son un poco tabú. Me interesa aquí nombrar determinados modos de gobernar.

 

He tomado una posición. Decidí tomar esa posición y quiero hablar con claridad. El libro se abre con una suerte de manifiesto en tono político. Luego están los poemas que desde su naturaleza tienen su modo de decir. Los poemas trabajan deshaciendo lo que los discursos y los actores crueles están creando.

 

Me parece que si algo tiene la poesía es su vitalidad. Aun cuando la poesía habla de cosas terribles lo hace desde un lugar vital. No se regodea en las miserias, en lo cruel y en lo violento, sino que de alguna manera propone otra cosa aunque no lo diga literalmente.


 

— ¿Cómo se formó el cuerpo de este poemario? Porque si miramos atrás con el gobierno de Macri hubo algunas medidas parecidas a este gobierno. Aunque hoy todo se ha vuelto más cruel.

 

— Te cuento, hay un poema que está en ambos libros, en Antifascista y en El animal más hermoso del mundo. Es un poema que está basado en una película que se titula El huevo de la serpiente, de Ingmar Bergman. En ella se remite al germen del nazismo. Ese es un poema que escribí entre el 2016 o 2017. En ese tiempo observaba y sentía la presencia de esto siniestro que todavía estaba en german. En aquel momento creíamos que era lo máximo a lo que podía llegar este modo de concebir la política. En el presente nos damos cuenta que aquello no era en absoluto lo máxima crueldad que se podía concebir.  Que como vos decís, hoy se recrudeció. Ahora es necesario e imprescindible que cada cual desde su lugar, aunque sea algo pequeño pero desde su lugar vaya en una dirección opuesta a la crueldad.

 

Para mí decir antifascista es como decir antimuerte. Cuando hay violencia no hay libertad. Cuando se quitan más derechos y más libertades no hay espacios para que florezcan las ideas, al contrario, las ideas son pisoteadas.

 

Pero volviendo al cuerpo del libro hay algunos poemas que tienen algunos años y hay ocho poemas que ya fueron editados en otros libros. Con los editores habíamos pensado en hacer una antología antifascista - tomando textos de toda mi obra - pero cambiamos y decidimos publicar textos actuales, desde el 2015 hasta este último año. Hay muchos poemas inéditos.

 

Hacía tiempo venía pensando en publicar un libro de poemas políticos. En estos momentos más que un deseo es una urgencia.

 


— Este jueves en el ciclo de lectura también vas a leer poemas del libro El animal más lindo del mundo. Es una trilogía y he visto el libro es un objeto casi de colección.

 

— Los libros que acabo de editar este año son de editoriales cordobesas. Hace seis años que vivo en Córdoba. Es un poco paradójico que en una provincia donde la mayoría de su población apoyan estas ideas de las que hablamos salga el libro Antifascista, en editorial Bardos.

 

El animal más lindo del mundo fue editado por Portaculturas, es como decís una trilogía y ellos tienen un cuidado infinito con la estética y la belleza del objetivo libro. Esto es muy bueno. Aparecen aquí tres libros, dos de ellos son reediciones y el último de la trilogía se titula La reparación. Estos textos conversan con la época.

 

El título es esta trilogía es de un poema del libro La mujer maravilla y yo. Es un juego - un poco con lo que vos mencionabas - sabía que se iba a tratar de un libro objeto hermoso desde lo estético. A su vez la poesía es en sí misma El animal más hermoso del mundo. En este caso la poesía está embellecida por la forma en la que es presentada. Pienso que uno va llevando siempre cositas de un libro a otro o de un poema incluso a otro, es inevitable porque están ahí las cosas que nos desvelan o las cosas que nos impulsan a levantarnos todos los días.

 

— Dada tu producción de los últimos años da la sensación de que vivís en estado de escritura, ¿es así o cómo es?

 

— No. Hace poco charlaba en relación a otro libro que se titula Curar y ser curado. Me había invitado un colegio psicoanalista. Ese libro me ha llevado nuevamente a un público de psicoanalistas que me encanta por lo que te decía antes, porque me encanta que la poesía llegue a lugares donde quizás no llegaría.

 

En la charla con los psicoanalistas surgió esto que me preguntas porque en el libro algo de eso se habla. Pero mi respuesta fue y es que es imposible vivir en estado de poesía. Tanto de escritura como el estado de atención. Siento que sería imposible. Se puede vivir en estado de recepción.

 

Soy una persona muy curiosa y con muchos intereses e intereses muy variados. La poesía, la lectura y la escritura son el eje que estabiliza mi vida pero no es una profesión o un oficio, no pasa por sentarme a escribir todos los días. Por otro lado en mi experiencia la poesía rechaza esa intención de escribir mucho y todos los días. La poesía no está ligada a lo productivo. La poesía está ligada a lo creativo y lo creativo es muy caprichoso.

 

Si puedo decir que es posible estar en estado de receptividad. En mi caso escribo mucho en poco tiempo. Después puedo estar sin escribir durante un largo período. Me ha pasado.

 

 

Sensibilidad


Fragmento de un poema de Claudia Masin

…La felicidad plena es una felicidad física

y debería ocurrir solo una vez,

antes de que conozcamos las palabras. Su regreso es siempre

un momento de gracia que restaura el amor con el que la materialidad del mundo

nos conmovió una vez. 

 

 

Si pudiéramos trazar una línea imaginaria con los textos de la poeta Claudia Masín una de esas líneas es la sensibilidad. Es un ser poeta sensible. También está el amor en sus diferentes formas. Ella dice que todos tenemos la posibilidad de ser sensibles. 

 

“En mi caso personal lo que me abrió los canales de la sensibilidad y me abrió la cabeza fue el hecho de haber empezado a leer desde muy chica”, comentó. “Esto mismo para otras personas puede ser empezar a escuchar música, ver película, tocar música o tener contacto con el arte de alguna manera”.

 

“A mí me parece que el arte ayuda a sensibilizar”, subrayó. Además, sostiene que a través del arte no nos ponemos en el lugar del otro pero el arte sí ayuda a intentar acercarnos al otro. “Nos ayuda a intentar entender lo que le pasa a otro. En ese sentido el cine por ejemplo es maravilloso, nos permite conocer historias de personas que no tienen absolutamente nada que ver con la propia vida y nos hace empatizar con su historia. Eso me parece que hace la sensibilidad, hacer que reconozcamos al otro como un igual aun en su diferencia”.

 

Al cerrar esta charla, Claudia Masin destacó que el arte y el hecho de encontrarnos nos hace sensibles. No es casual que esta sea una época en que los espacios de encuentro entre las personas también estén reducidos. La gente está cada vez más aislada, donde las redes ocupan el lugar que antes ocupaban las reuniones de amigos. Hay una atomización que favorece esta cuestión de la individualidad. El arte y el encuentro, “el arte y encontrarnos nos hace seres sensibles”, concluyó.


 

viernes, 7 de noviembre de 2025

Lucas Monzón: “La música es una construcción colectiva”


 Uno de los más grandes referentes de la música regional reflexiona cómo ve la música del litoral en la escena nacional. Lucas está de regreso. Este sábado estará en La Maraña como invitado de Facundo Rodríguez. Además, este mes participa como actor y músico en la obra La radio que lo parió. “Estoy de regreso porque voy a grabar un nuevo disco y lo estoy haciendo en Resistencia”, adelantó. De estos y otros temas, charlamos en esta entrevista.

 

Por Paulo Ferreyra

 

Haces tres años cuando estábamos saliendo de la pandemia Lucas Monzón se estaba dedicando a la docencia. Ya lo hacía desde antes pero con la pandemia profundizó sus métodos y recursos para la enseñanza del acordeón. La docencia ocupaba gran parte de su trabajo. En algún momento se va a Buenos Aires a grabar con un saxofonista que es profesor de Historia del Conservatorio Superior de Música Manuel de Falla. Él le había pasado información de que se había abierto un concurso para rendir y ser profesor de acordeón en el prestigioso conservatorio. Lucas se fue con esa mochila de experiencias que había acumulado en la docencia y concursó. Ganó. A los pocos meses ya estaba siendo docente en esta alta casas de estudios e instalado en Buenos Aires.

 

El contexto postpandemia había sido difícil para todos y la excepción no fue en el mundo del arte. Para los músicos los espacios para tocar y hacer música en vivo se habían cerrado y fue un proceso largo volver abrirse. El ese marco Lucas decidió irse a Buenos Aires y sumergirse de lleno en la docencia sin descuidar su quehacer artístico. Además, tenía en el horizonte seguir profundizando su instrumento y buscar nuevos espacios para tocar.

 

Lucas Monzón es acordeonista, arreglador y compositor. Es de Hermoso Campo, Chaco. El acordeón es el instrumento que lo conecta con el mundo, donde plasma su arte y su sentir desde la infancia. Lleva ya tres producciones discográficas editadas bajo el sello discográfico “Los Años Luz“, se ha ganado el reconocimiento de la prensa especializada como Página 12, Billboard.Ar y Diario Clarín, entre otros medios. Su disco Franco fue considerado dentro de los destacados discos del año 2018 por la Red de Periodistas de Música de Iberoamérica, entre otros laudos que lleva consigo.

 

Hace unos días hicimos esta entrevista por teléfono. Él estaba muy cómodo en Hermoso Campo. “Siempre estoy con la música”, advirtió. Luego adelantó que está grabando un disco nuevo y por ello está viajando seguido entre Buenos Aires y Resistencia, en el medio visita a su familia en Hermoso Campo.

 

— Quisiera comenzar por captar tu mirada ya que están en la gran ciudad. ¿Cómo se ve la música del litoral desde Buenos Aires?

 

— Es un tema complejo. Podrías charlar horas. Pero creo que estamos entrando en una era donde habría que replantearse o pensar seriamente que está pasando con la música popular a nivel general. Antes me preocupada un poco más esta cuestión local pero cuando empiezas a ver la foto más grande los problemas se amplifican o profundizan. Por eso digo que desde mi punto de vista habría que pensar más seria mente en la música popular a nivel general.

 

Por otro lado la música del litoral, hace poco lo hablaba con un amigo y productor en Buenos Aires, Javier Tenenbaum. Él me decía, "la música del litoral se mantiene muy viva. Genera cosas colectivas con los músicos a diferencia del tango que hoy prácticamente se la toca solo para le gente que viene de afuera. También se toca como algo exótico. Ya no produce ese efecto colectivo que tenía antes. El chamamé sí superó esa instancia en el contexto que vivimos hoy, en medio de tanta tecnología”.


 

En lo personal en algún momento ya dejó de importarme si la música del litoral está presente o no está presente en determinados circuitos. Para mí está presente y en mí la música está viva porque lo vivo. Es mi vida. Soy con la música.

 

Después hay que decir que el chamamé en Buenos Aires está muy presente en el conurbano donde hay muchos músicos chamameceros. Incluso hay más bailantas de las que hay acá en la región entre Chaco y Corrientes. Hay gente que sigue conservando sus tradiciones, chicos y jóvenes tocando el acordeón, la guitarra y cantando.

 

— Hace poco se anunció la grilla del Festival de Cosquín y la ausencia de músicos del litoral es notable, algo que se repite ya en los últimos años también en otros festivales.

 

— Sí. He tenido oportunidad de ver esa grilla y se repiten los mismos patrones de siempre. No hay músicos chamameceros. Si hay chamameceros en festivales que no son chamameceros por ahí de canta en algunos artistas que ya están insertos a nivel nacional, que pueden ser el Chango Spasiuk, antes era Raúl Barboza que ya no está más con nosotros y por ahí aparecía Teresa Parodi, semejante artista popular. Eso me llama la atención. Hay muchos exponentes nuevos del género que podían estar participando de la grilla y lamentablemente no están.

 

Hay que tener en cuenta que es muy difícil entrar. Es muy difícil que te convoquen. También les pasa a los otros músicos que hacen folclore en el país. A veces no se entiende que debe pasar para entrar. El público también se comporta de maneras diferentes. De todos modos, hay músicos o un sector del público que el parámetro es Cosquín y para otros artistas no lo es. Al mismo tiempo, Cosquín no deja de ser un festival importante y un festival emblemático en el país. Pienso que todos quisiéramos ser felices de estar o ser felices de vera a la música del litoral sobre ese escenario.

 

“Hago música y ahí soy”

 

La charla con Lucas Monzón se profundizó sobre las expectativas de los músicos. Él reflexionó y explicó que en algún momento se replanteó mucho cuál era mi expectativa en cuanto a la música. En ese sentido explicó, “hay una parte de la música y del arte que tiene relación directa a como lo vivís todos los días. Ese arte cuando te levantas a la mañana, tomas unos mates y agarras el acordeón para tocar. Ahí  tocas y en mi caso toco el acordeón porque ahí soy. Hago música y ahí soy”.

 

“Después viene la otra parte artística que es salir a tocar y mostrar tu música. Esa parte que es la más profesional si se quiere, de salir a tocar y traer unos mangos a la casa con la música es más compleja. En mi caso esta relación profesional con la música la sigo haciendo pero traté siempre de que eso no me consuma o me queme la cabeza. Sigo haciendo música porque sigo teniendo ganas, me apasiona y es mi vida. Si pusiera la expectativa o el objetivo en querer lograr ciertas cosas - económicas o lo que fuera - tal vez provocaría frustración”.

 

Lucas disfruta mucho tocar y juntarse con amigos. Tiene varias composiciones creadas con amigos, tanto del Chaco como de otros lugares. Le gusta ese lugar primero de la creación donde muestra a un amigo un tema que no está resuelto, donde a veces aparece la primera parte o la segunda pero falta la melodía o al revés, pero siempre un proceso que se completa en el diálogo con otro músico.

 

“Me parece extraordinario escuchar opiniones de otras personas. Hablar de música”, agregó. Así siente la música. Ha obrado así desde los inicios y afirma que esa es la motivación para hacer música. El nuevo disco – cuyo lanzamiento se realizará entre noviembre y diciembre, son composiciones nuevas hechas con amigos. “Me dieron ganas de grabar estos temas para que no queden en el olvido. Participan músicos que admiro mucho. Además, me parece que siempre es importante grabar, que quede un registro y dejar un material para siempre”, añadió.

 

Lo colectivo - la música es eso. La música es una construcción colectiva. Lucas subraya este carácter de la música sin descuidar lo íntimo, “hay un momento de soledad donde uno estudia y donde uno practica con su instrumento íntimamente para conocerlo. Pero después está lo otro vital que es compartir la música. Cuando se da naturalmente ese compartir salen cosas muy lindas”. Como una extensión desde Lucas Monzón a la poeta Circe Maia, ambos sostienen que lo más hondo no es íntimo: está afuera. Hondura de vivir día por día con otros, entre otros.