viernes, 2 de mayo de 2025

Majo Cabrera: “Es tiempo de diluir las fronteras”

 


La actriz es la protagonista de la película
Una sola primavera, un film dirigido por Joaquín Pedretti. La historia está inspirada en hechos reales, revive el pasado de la abuela del director durante la Revolución de 1947 en Paraguay. Ofrece una mirada íntima a uno de los episodios más turbulentos del país. Cuando realizaron una gira por el litoral charlamos con Majo, quien sostuvo que los paraguayos no hablan de estos episodios.

 

Por Paulo Ferreyra

Fotos Manuel Ibarra

 

Una sola primavera es el film más reciente del correntino Joaquín Pedretti. Quien comentó que ahora mismo se encuentra recorriendo festivales y recorriendo lugares con la peli. La misma está ambientada en los años 40 en Asunción, en plena guerra civil. 


La película narra la vida de Nina, una joven de 20 años que tiene el sueño de convertirse en cantante. Dado el contexto adverso Nina debe adaptarse a su nuevo rol como criada en la casa de sus parientes opositores y conservadores. Decidida a luchar por sus ideales, se involucra en la liberación de presos políticos y se enamora de uno de ellos, lo que la lleva a tomar la arriesgada decisión de escapar, no solo de la casa y la guerra, sino del país entero.

 

A través de la travesía de Nina, “Una sola primavera” rinde homenaje a los miles de emigrantes que, aún hoy, cruzan fronteras con la esperanza de un futuro mejor. La película es también un tributo a las mujeres que luchan por su emancipación en medio de la adversidad. La Revolución del ‘47, última guerra civil en Paraguay, dejó una profunda huella en la historia del país. Comenzó el 7 de marzo de 1947 y culminó en agosto del mismo año, dejando un saldo de aproximadamente 30000 muertos y un exilio masivo, principalmente hacia Argentina.

 

Clima de tensión

 

La actriz paraguaya Majo Cabrera, quien compartió pantalla con Robert De Niro en la serie “Nada”, es la protagonista de la película Una sola primavera. La acompañan los actores compatriotas Salma Vera y Ever Enciso, destacado en la serie de Netflix “ADN del delito”, y el argentino Mauricio Paniagua, conocido por su papel en la serie “Monzón” de Sony. También forma parte del elenco Miguel Paletita Romero, reconocido actor paraguayo que participó en películas como “7 cajas”.


 

La película fue filmada en locaciones de Corrientes y Asunción, el largometraje es una producción de la cooperativa de trabajo misionera Productora de la Tierra junto a Pedretti y en coproducción con Sabaté Films (Paraguay). El periplo que pasaron los actores durante la pandemia fue difícil, pues para ingresar al país debieron sortear varios obstáculos.

 

En esta charla con Majo recuerda que a pesar de algunas cuestiones complejas ella rescata sus fortalezas

 

— Desde Paraguay éramos un grupo de seis actores que teníamos que viajar a Corrientes. Habiendo hecho todos los trámites en su momento debimos pasar por varias suspensiones de vuelos. Hubo en aquel momento controles estrictos muy rigurosos. Fue complicado. Pero a la vez lo bueno que nos aportó la pandemia fue que fuimos un equipo muy lindo, nos unimos muchos, la pandemia le dio a la película un ingrediente que se puede sentir o se puede respirar. Aquella tensión en la sociedad que se vivía en los años 40 nosotros las vivíamos de forma diferente, porque por la pandemia nos controlaban todo el tiempo. Nos venían a ver y a controlar. Nos sentíamos en un estado de persecución.

 

— Saliendo de esa tensión, hay una historia interesante de cómo llegaste y pusiste garras para hacer el casting de la película, ¿por qué tenías tanto interés en sumarte a esta producción?

 

— En realidad lo que sucedió fue que cuando vi el casting noté que había varias cosas que me dejaban afuera. Entonces tuve la primera sensación de no hacerlo. No me animaba porque no daba mi perfil para el personaje que buscaban. Pero al mismo tiempo me empezaron a escribir maestros, profesores, colegas, personas cercanas que me enviaba información sobre el casting. Todo eso fue despertó en mí ese interés por participar. Fueron apareciendo señales que me motivaron, soy receptiva a ver las señales que aparecen y por eso apreté el acelerador para presentarme.

 

En poco tiempo armé todo un complot para que me llamaran. Te cuento, en un principio en el llamado del casting pedían una chica de estatura máxima 1,60, yo mido 1.75, ahí ya estaba en problemas. Después, pedían una chica - adolescente o joven - entre 16 o 20 años como mucho. Para ese entonces ya tenía 28 años. Así que desde esos requerimientos no tenía chanes y estaba afuera.


 

Esto había sido antes de la pandemia. Recuerdo que pedí el número el teléfono de la productora en Paraguay de la película. Así pude saber bien dónde y a qué hora comenzaba el casting. Es más, me fui y llegué antes que todos. Los recibí a todos. Fui la primera en pasar para el casting y ahí los convencí de que podían rever algunas cuestiones.

 

Las protagonistas son dos hermanas que tienen poco años de diferencia. El problema era que si me quedaba con el personaje cómo hacían con la hermana. Las otras personas que fueron al casting si eran jóvenes y tenían la estatura que buscaba la producción. Ahí pasó algo muy lindo porque Salma escribe a última hora y la esperan para hacer el casting. La esperaron y cuando la ven daba con el perfil para ser mi hermana.

 

Después viene la gran ilusión cuando te dicen que quedaste y que el papel es tuyo. Eso duró muy poco porque justo ahí entramos en pandemia. Se cambió  el plan de trabajo. Iba a rodar un poco en Paraguay y otro poco en Corrientes. Finalmente, por la pandemia nos tuvimos que adaptar a las restricciones y fue difícil, tedioso, complicado. Pero al mismo tiempo fue maravilloso trabajar con los técnicos de Misiones, Corrientes, Chaco, quienes llevaron adelante el trabajo con mucho profesionalismo.

 

 

— Ya más internamente sobre la película, ¿conocías lo que había pasado en la Revolución del 47?

 

— La revolución del 47 en mi caso lo conocía y sabía que pasó algo feo porque mi abuelo fue exiliado. Es decir, este hecho es parte de mi historia familiar. Mi abuelo vivió muchos años en Buenos Aires. Posterior a esta revolución o como consecuencia de esta revolución llega la dictadura de Alfredo Stroessner.


 

Además es necesario decir que es un hecho del que nosotros los paraguayos no hablamos. Nosotros los paraguayos no hablamos de la revolución del 47. Hablamos de la guerra de la Triple Alianza, la Guerra del Chaco, incluso nos vamos más atrás hasta hablar de las reducciones jesuíticas. Después pasamos hablar de las secuelas de la dictadura, pero de esto que sucedió en el 47 no hablamos. Joaquín de hecho no aborda el hecho puntual, pero si cuenta la historia de su abuela en este contexto. Eso nos posibilitó a todos contar cosas de nuestras familias.

 

 

— En noviembre del año pasado realizaron una gira por el litoral para presentar la película, ¿Cómo viviste el recorrido que hicieron?

 

— Primero lo vimos en Buenos Aires, ahí tuvimos un recibimiento muy cálido, fue mucha gente descendiente de paraguayos y gente que no tiene idea de esta historia. Había gente que se identifica con la reivindicación de la mujer, la reivindicación de la libertad, la prohibición del idioma, hay varias cosas que uno puede rescatar de la película.

 

La gira por el litoral la comenzamos en Misiones. Eso fue una sorpresa. A nosotros nos hizo mucha ilusión hacer ese recorrido porque en el Nea se concentra una cantidad muy grande de la emigración paraguaya, personas que escaparon de esa revolución. Esta zona del litoral nos brindó refugio.

 

En el caso de mi familia mi abuelo emigró hacia Buenos Aires donde también fueron muchos paraguayos. Una cosa es presentar la película en Paraguay, la película está hablada en guaraní. Hay cuestiones culturales muy fuertes representadas en la película.

 

En estas presentaciones por el litoral vimos cómo reaccionó la gente, tocamos temas sensibles y para una sociedad que todavía es conservadora resultó y fue lindo. El público reconoció ahí a personajes reales y fueron empáticos con la historia. Nosotros queríamos ver como la gente que no estaba involucrada con la historia o que no eran netamente paraguayo cómo funcionaba ante esta historia. Hacer la gira por el litoral es lo que más esperábamos. Nos llevamos una experiencia emotiva. Volvimos muy contentos por tanta calidez.


 

 

“Las fronteras están para diluirse”

 

En la película está la perspectiva de salirse, cruzar la frontera para buscar un futuro mejor. En ese sentido y con su trayectoria que ya atravesó varias barreras, Majo Cabrera va más allá y sostiene que borró fronteras. “Es mejor diluir y borrar las fronteras a decir que crucé una frontera. Siento que pertenezco a mucha partes. Me encanta aprender a regionalizar y a ver más grande todo. Me pasó con la serie Nada que hice un Buenos Aires. Hay muchas paraguayas que inmigraron y le dieron su calidad y su impronta a las casas porteñas”.

 

Majo viene de Sapukái, Paraguay. Describió en algún momento a esa ciudad como un lugar muy romántico. Ella participó de la seria Nada que puede verse por la plataforma Star+. En esta serie comparte el protagónico con Luis Brandoni y Robert De Niro. 


“A raíz de esa serie recibí muchos mensajes de distintos puntos de Latinoamérica que se sintieron representados por mi personaje. En la serie se mostró comidas típicas de nuestro país. Desde ese lugar empecé a verme como región porque acá en Argentina se habla guaraní y en buena parte de Brasil también. Antes sentía que el guaraní era nuestro, pero ahora siento que nosotros tenemos la responsabilidad de mantener o reivindicar el idioma por toda la región. Tenemos demasiadas cosas en común con nuestros países vecinos y hoy las fronteras que se empiezan a diluir. Es tiempo de diluir las fronteras”.