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“La hoja es el equivalente a la vida”

Entrevista con Franco Rivero

miércoles, 28 de mayo de 2025

Belén Rohde: “El equilibrio personal no depende del entorno”


Este jueves 29 de mayo, llega a Resistencia Ernesto Romeo al Complejo Cultural Guido Miranda. En esta ocasión se presentará en dúo con Belén Rohde, con quien charlamos sobre su disco
Preludio. La velada se abrirá con Bardo, y después el dúo Romeo - Rohde tendrá un condimento especial con la poesía de Desiderio Lorenzo.

 

Por Paulo Ferreyra

 

En marzo de este año, Belén Rohde lanzó en distintas plataformas digitales su primer disco, Preludio. Son seis tracks que se escuchan como si estuviéramos en una hamaca paraguaya, un extremo atado a la ciudad de Buenos Aires y el otro extremo en el monte, a orillas del río Negro en Colonia Benítez. El resultado del disco es todo lo que vive entre esos extremos y el centro.

 

“La simbiosis entre la naturaleza y la ciudad surgió a través de algo personal que me tocó vivir”, desliza Belén en esta charla telefónica. Tras la pandemia la artista dejó Buenos Aires y se fue a vivir al monte. “Literal”, subraya y desliza una sonrisa. “Me fui a vivir en una casita a orilla del río. Caía de una punta a otra”.

 

Después de años trabajo, logró materializar su tránsito en un disco, con seis tracks que dan cuenta de su proceso interno. Por medio del piano y los sintetizadores refleja cómo vivió sus pasos y sus cambios. El disco cuenta, a su manera, la transformación del sonido y la emoción de una punta a la otra.

 

A orillas del río Tragadero comenzó su proceso de grabación de audio. Ese paisaje sonoro lo llevaba a Buenos Aires y lo trabajaba en el estudio de Ernesto Romeo, en el estudio de La Siesta del Fauno Records. La naturaleza y los sintetizadores así comenzaron a dialogar.

 

— ¿Cuál fue el primer elemento que encontraste en común entre estos dos mundos distintos?

 

— Mi conclusión, después de que terminó todo este disco y del recorrido que realicé, es que lo que llamo el centro –para mí el equilibrio– no depende tanto del entorno donde vivís. Uno puede sentir equilibrio y centro tanto en Buenos Aires como en la naturaleza más pura, porque también podés estar en la naturaleza y sentir desequilibrio. El común denominador que encontré entre la ciudad y el monte es la búsqueda del equilibrio en una misma, en mi centro.

 

Silencio

 

Sintetizadores analógicos, piano, monte, aves surcando los oídos en estéreo, algo de eso y mucho más se aprecia en Preludio. El silencio y la contemplación. “El silencio definitivamente es parte de la música. El silencio me parece importante en ese momento de contemplación para entender dónde estás. También el silencio es la puerta para escuchar música”, desliza y se vuelve una mueca feliz en una sonrisa que baña sus ojos.

 

Belén estudió música en Buenos Aires. En la facultad donde estudió había un seminario optativo de sintetizadores que lo daba Ernesto Romeo. No era obligatorio, pero a ella le llamó la atención y comenzó a cursar ese seminario. Se volvía a repetir todos los cuatrimestres con el mismo contenido y ella estaba tan fascinada que fue a cuatro seminarios seguidos. El encargado de ese curso era Romeo, quien después la invitó al estudio de grabación y siguieron explorando sonidos.

 

“El transformar energía eléctrica al usar sintetizadores analógicos, parte de cero en la composición del sonido y eso es algo muy hermoso”, explica Belén. “El sintetizar es como un espejo humano. De alguna manera siento que nos desvinculamos de lo que es inorgánico como si no fuera parte de nosotros mismos. Nosotros somos naturaleza y al mismo tiempo creamos y usamos la energía eléctrica. El concepto que trae Ernesto con los sintetizadores es justamente ese, donde lo natural y lo inorgánico conviven, porque quién puede o dónde puede estar una línea que divida estos espacios”.


 

“Un espacio de autosanación”

 

La música le enseñó muchas cosas. Volvemos a las palabras iniciales donde ella afirma que su primera conclusión en todo este proceso de crear música fue descubrir que el centro –su equilibrio personal– no dependía del entorno.

 

“El sonido es frecuencia y la frecuencia resuena en el cuerpo. Hay estudios sobre la sonoterapia a través de los cuencos tibetanos. La autosanación habla de lo que pasa cuando estoy tocando y eso repercute automáticamente en mi cuerpo, en mi persona y en mis emociones. Es una especie de círculo. En la música encontré un espacio de autosanación muy profundo, que va más allá de buscar el virtuosismo, sino encontrar la frecuencia que resuene conmigo en ese momento”.

 

La música de Belén Rohde se puede escuchar en distintas plataformas. Está su disco Preludio, y también grabó con la productora Chaco Suena Bien, Yhip Chaco. Escucharla es un viaje. Es un viaje que va horadado por la naturaleza. Aunque podamos escuchar el mismo tema una y otra vez, siempre será distinto. La música y nosotros ya no somos los mismos.

viernes, 23 de mayo de 2025

Lefi Ramírez: “La poesía es un lugar para ir conociéndome”


La poeta chaqueña acaba de publicar el libro
El día que quemé todos mis cuadernos, por la editorial Halley. En esta charla desentrañamos algunos aspectos de su escritura y parte de su recorrido literario. “Acá en Chaco soy extranjera. Allá en Buenos Aires con Punto Bardo juego de local”, comentó.

 

 

Por Paulo Ferreyra

Foto - Vicky Aranda

 

Ella es de Barranqueras. Un lugar con historia, con río y paisaje ensanchado desde la pulsión de las palabras. Tiene un primer libro publicado bajo el título de Rameira, en coautoría con una reconocida periodista del medio que firmó ese libro bajo el seudónimo de Soledad Pentenero. Ese primer libro había sido impulsado, curado y cuidado por el poeta Luis Argañarás.

 

“Para mí la poesía te tiene que conmover”


 

Aquella experiencia fue hace varios años, Lefi aún era muy joven, pero el universo literario comenzaba recién abrirse ante sus ojos. Los modelos que había en ese momento eran muy masculinos, recuerda. No es como en el presente. “El feminismo abrió muchos frentes, uno de ellos fue la jugada para que muchas mujeres puedan mostrar sus textos y se animen a publicar”, expresó convencida.

 

Ciclos de poesía

 

La escritora Valeria Tentoni en una entrevista manifestó que la poesía es un modo de estar en el mundo, es como ser de un equipo de fútbol. Hay ahí un sentido de pertenencia a una comunidad o a lo que Valeria llama equipo. Lefi Ramírez escribe poesía desde hace tiempo. Sin embargo, en todo tiempo hay un quiebre donde las prácticas se intensifican y salen a la calle.

 

Ella hace tiempo que escribe. “Me recuerdo siempre escribiendo”, agrega. Pero sus impulsos se acrecentaron cuando comenzó a incursionar en los ciclos de Pan Poesía en Corrientes. Este ciclo tiene su par en la provincia del Chaco con Charco Poesía.

 

Su participación en los ciclos de poesía y la publicación de esos escritos en redes sociales le fue abriendo camino para la difusión. “Me amigue con el mundo de las redes y así me hice conocer. Cuando fui al primero ciclo de poesía oral me encantó el ambiente. Ahí te respetan y te escuchan. Las cosas que leían los poetas se acercaban mucho a lo que a mí me mueve de la poesía”, añade.


 

“Para mí la poesía te tiene que conmover”

 

Hace dos o tres años cuando Lefi Ramírez comenzó a participar de los ciclos de poesía estaba horadada por un duelo. Así que se puso a escribir sobre lo que la estaba atravesando. “Nadie entiende lo que es ver a la persona que vos querías ir de este mundo. Nadie entiende eso. No escribía en modo de diario, sino buscando decir lo que estaba viviendo de manera poética”, explicó. “Escribir sobre el duelo fue ponerle el cuerpo a la palabra en toda su dimensión”.

 

Formación

 

A la hora de comentar sobre su formación comentó que durante los últimos años se ensanchó mucho. Pero antes de nombrar a las o los preferidos pone los límites. “No me gustan los poetas encumbrados. Las frases simples de posteos en Instagram y mucho menos  Nicolás Andreoli. Habrá gente a la que lo conmueve. Pero esa es una poesía estandarizada y a mí conmueve", dice.

 

Volviendo a Valeria Tentoni, Lefi es del equipo de la poesía oral. “Me fui integrando a la comunidad de la poesía oral. En el Ciclo Pan Poesía escuché cosas increíbles. Las voces que escuchaba acá en Resistencia no me conmovían. Hace veinte años que estamos en el mismo lugar. Los premios y los reconocimientos son para las mismas personas. El circuito siempre es muy cerrado. En cambio la poesía oral me permite jugar, leer y escribir con mucha libertad”.

 

 

Impulso a libro

 

“Escribo la poesía como me sale”, advierte Lefi. Sin embargo, tiene presente su paso por varios talleres literarios con Nina Ferrari, Franco Rivero, Mariano Quirós y una lista que se ensancha y que tiene su destacado con Julián Cavallaro.


 

Hace unos años el poeta Franco Rivero hizo un taller presencial en Resistencia. Ahí asistió Lefi y se encontró con la amorosidad del poeta correntino. “Él vio en mis palabras algo. Él codirigía una editorial en ese momento y quería publicar mi primer libro. Lo empezamos hablar e incluso avanzamos bastante. Teníamos nombre para ese proyecto, el más interesante era Cumbiar el duelo. Pero ganó Milei y todo se tiño de gris. El proyecto quedó trunco”.

 

“Hacer clínica de obra me parece hermoso hacerlo porque necesitas la mirada de otra persona. Hay un proceso de escritura donde por momentos no tenés criterio para leerte. Fui pasando por diferentes poetas hasta que me crucé con Julián Cavallaro. Julián de alguna manera me empujó a publicar este libro - El día que quemé todos mis cuadernos, por la editorial Halley. Somos varias las poetas de distintos puntos del país que fuimos impulsadas por él a publicar, “somos las chicas cavallaro”, desliza y finalmente suelta una sonrisa.

 

Este primer libro de poesía de Lefi Ramírez está atravesado por el duelo, el río y la identidad. “Todo sale de mi propia vos y no le copio a nadie. Soy estas palabras”, destaca al tiempo que agrega, “los talleres me ayudaron a socializar mucho con otras personas. En la poesía hay lugar para que juguemos todos. El tema es qué busca cada uno dentro de ese juego”.

 

“Acá en Chaco soy extranjera. Allá en Buenos Aires con Punto Bardo juego de local”.

 

“Este hijo poético vino bien”, desliza mientras mueve el libro entre sus manos. Todo el proceso fue muy rápido. En febrero había llegado la prueba de galera, después llegó la firma del contrato y el lanzamiento de la preventa.


“Para mí la poesía te tiene que conmover. En el libro hay poemas que tienen varios años y sin embargo me veo ahí, soy en esos poemas. En esos textos está mi lucha personal. Siento que no me defraudé y eso es importante. Estoy en un libro”.

 

"Lo más honesto que hice por mí está escrito en el libro”, subraya Lefi y vuelve, “lo más honesto que hice por mí está escrito en el libro. En la palabra es el único espacio donde nadie me saca ni el nombre ni la identidad, menos mi forma de ser. La poesía es un lugar para ir conociéndome”.

viernes, 16 de mayo de 2025

María Teresa Andruetto: “La literatura es una de las formas más potentes de la memoria”


Su más reciente libro,
Como si fuesen fábulas, es una colección de relatos donde se sumerge en la complejidad de la vida humana. Empatía, bondad, ternura, alma, memoria, son algunas de las cuestiones que despierta su lectura y que abordamos en esta charla telefónica.

 

 

Por Paulo Ferreyra

 

Dice Circe Maia “todo está fuera / nada queda dentro./  Tú mismo estás afuera, a medio hacerte / a medio construir, como esa casa llena de andamios. / Lo más hondo no es íntimo: está afuera”. Probablemente mucho antes de que le lleguen a María Teresa Andruetto este poema ella ya vivía así, con esta convicción y con esta certeza. “Lo más hondo no es íntimo: está afuera”.

 

En Córdoba hay un programa radial que se llama Nada del otro mundo. Ahí Teresa tiene una columna semanal. En esta charla nos cuenta sobre sus columnas y sobre los temas que más la apasionan.

 

— ¿Cómo fue hacer esta selección de textos de las columnas radiales para pasarlas al formato del libro?

 

— Hace nueve años que hago estas columnas radiales. De estos nueve años hace seis años que las hago por escrito y las grabo. Al comienzo tomaba apuntes y salía al aire. Pero después decidí escribir, grabar, enviar al programa audios que estuvieran pulidos y muy cuidados.

 

A esto hay que sumar que siempre tengo demandas de las editoriales para publicar. La editorial Random House sabía que hacía estas columnas radiales. Así que armé para ellos una selección que tuvieran que ver con un eje determinado: los otros, la otredad, los bordes sociales, los márgenes, la infancia, la pobreza, los pueblos originarios, las mujeres, el arte, algo de todo eso.

 

Elegí algunas de las columnas y comencé a pulir el texto porque iban al formato del libro. No es la primera vez que hago esto. Tengo un libro en España que se llama ¡Mujeres, Mierda! son también crónicas donde en ese caso todas tiene relación con las mujeres. Tengo una cantidad de textos sobre diferentes cuestiones siempre es un cruce entre ciertos intereses sociales y los libros que he leído, las películas, el arte que he visto.


 

— En la lectura se percibe que no te limitas a contarnos algo, entras en cada historia, ¿que sucede para que te involucres de esa manera?

 

— Si, es la esplendorosa empatía con el otro. Siempre el origen es la emoción, algo que me conmueve, una información, una escucha, una imagen o una frase que me conmueve. Desde ese lugar voy alimentar esa conmoción buscando más información, voy a la biblioteca y rememoro lecturas.

 

En distintos momentos se despiertan los recuerdos de lecturas y me parece que eso puedo sumar a lo que estoy por escribir. A veces va y a veces no va, pero el mismo interés me va llevando a enlazar una cosa con otra.

 

Por decirte una cosa, veo una noticia donde se revela la cantidad de soldados mapuches que fueron a Malvinas. Eso me hizo pensar de quién es la Patria. Esta cosa que tanto hemos escuchado, que ciertos grupos no son patria porque son indígenas o por son chilenos. Entonces pienso en todas estas cosas que me han llegado en distintos momentos de la vida y de la historia. A la pregunta, ¿de quién es la patria? ¿es mía? ¿es solo mía? ¿es de muchos? Desde ese lugar pienso cuánto pusieron otros por la patria. Sobre esa empatía está mi eje.

 

Después hay un trabajo de escritura muy grande y muy intenso. Por ejemplo, hay una larga lista de nombre de esos soldados mapuches. Eso puede verse quizás como un simple listado de nombres y sin embargo trabajé mucho y lo di vueltas para que tenga una sonoridad determinada. Los apellidos son reales, los nombres de los soldados que fueron a Malvinas son reales, pero el modo en que están colocados, por empezar están en orden alfabético y dentro de ese orden fui haciendo reubicaciones para que leído sonara como una música, como una intervención poética. Este es un trabajo de escritura que hago con el material que tengo.

 

Pero lo mismo que me produce empatía me hace ir a una cierta revelación. Hay algo que estaba oculto y ahora se muestra, se revela. Estas cosas se me van apareciendo ante mí y como me aparece busco la mejor manera de escritura para compartirlo con otro.


 

Ternura y bondad

 

La escritora Annie Ernaux dice que un libro puede contribuir a cambiar la vida, romper la soledad y a pensar de otra manera. Como lector me pasó que terminé de leer el libro y pensé en la ternura, en este contexto social es muy poderoso. Al respecto Teresa Andruetto dice que es algo que ya le han dicho no solo de sus crónicas, sino también algo que está en sus poemas, en los cuentos y en las novelas. Sus puentes, en el decir de Circe Maia “pero ahora y aquí y mientras viva / tiendo palabras - puentes hacia otros”.

 

Teresa hace silencio. Es breve y suficiente para escuchar su respiración. “Tengo un deseo profundo de entender al otro”, reflexiona. “El camino por buscar entender al otro tiene que ver con la ternura. Esto lo pienso mucho en este tiempo. Pienso en la ternura y en la bondad, en la importancia de la bondad. Es una palabra un poco antiguo si se quiere, un concepto que olvidamos, como si no fuera suficientemente prestigiosos como otros conceptos. Sin embargo, cuánto necesitamos de la bondad, de la dulzura, de la ternura, de la consonancia con el otro. Siempre lo necesitamos pero particularmente en este tiempo tan duro”.

 

Hay algo aquí profundamente personal. Cuenta Teresa que cuando era joven trataba de disimular un poco esta forma suya de conmoverse por el otro.  Trataba de encubrirlo porque no era algo bien visto, algo que no se asocia por lo general con la inteligencia. Es como si las personas inteligentes tuvieran que ser personas desprendidas de los afectos.

 

“Hoy puedo vivir con ambas cosas”, revela. “Vivo con el intento de intelegir y vivo con el intento de estar próxima al otro. Sobre todo al otro que sufre, a lo mejor sufre más que uno o aunque uno también tenga su cuota de sufrimiento. Porque como dice el escritor norteamericano James Baldwin, “el sufrimiento tiene el número de teléfono de todos”.


  

Memoria y poesía

 

— Otra de las cuestiones que atraviesan el libro es la memoria, ¿por qué te interesa tanto?

 

— La memoria atraviesa toda mi obra. Para mí la literatura es memoria. La literatura es una de las formas más potentes de la memoria de los pueblos. Una memoria que no es oficial, que no es rígida, cerrada, sino que las memorias puestas en las bocas, en las mentes, en los corazones de cada uno de nosotros.

 

Ante ciertos dichos tenemos zonas de memoria en común y también tenemos zonas de memoria singulares, matices diferentes entre diferentes personas que vemos o sufrimos un mismo hecho.

 

Para mí la literatura es memoria. La identidad es memoria.

 

Entonces hay un camino de búsqueda. Pienso mirando hacia atrás, pasando los setenta años que tengo y mirando mi propia vida, me pienso más allá de la escritura. He dedicado mi vida hacia la búsqueda de una memoria individual. Esa búsqueda de la memoria y de la identidad individual se da en el encuentro con una identidad y una memoria social.

 

— y esa memoria como una maestra.

 

— Claro, que nos enseña. El pasado que se pone de pie. Esa memoria del pasado que se pone de pie y que va como dicen algunas comunidades indígenas, esa memoria que adelante de nosotros para que no olvidemos. En este momento en el que estamos donde hemos olvidados tantas cosas, tantos derechos, tantos modos y aprendizajes

 

— tantas conquistas

 

— Tantas conquistas olvidadas. Están olvidadas porque van a surgir. Esa memoria que haga que el pasado venga a ponerse ante nuestros ojos para llevarnos y marcarnos un rumbo.

 

— Te llevo ahora a otro tema que también atraviesa el libro, ¿qué es la poesía?

 

— La poesía es la madre de todas las escrituras. No solo de la mía sino de todas las escrituras. Leo mucha poesía. En este libro hay crónicas de hechos reales todos, pero a la hora de escribir hice un trabajo con la lengua muy fuerte. Hice eso para que esa lengua resuene de algún modo poético.

 

Además leo, soy una intensa lectora de poesía, entonces dos por tres la asociación de lo que sucede se une a un poema que recuerdo. La poesía está presente en sus dos caminos, por un lado en lo que hace a mí como lectora, alimentando mi vida, mi escritura, mi sensibilidad. Por otro lado está presente en mi proceso de escritura porque escribo y leo en voz alta lo que escribo. Escucho como suena y si no me gusta como suena voy haciendo toques y retoques. La escritura es música para mí.

 

 

El alma de los textos

 

Cuando se realizan charlas telefónicas no hay forma de ver los gestos de la entrevistada. Pero la memoria si guarda la mueca feliz que la llevó a una sonrisa, un pequeño rayo que la sacó de las palabras a mover los labios en otras direcciones.

 

Una de sus crónicas del libro se titula El alma. Así que trasladé una pregunta que atraviesa ese texto y le pregunté a Teresa Andruetto dónde está el alma de lo que hacemos. “El alma es muy escurridiza", deslizó y ahora éramos dos sonriendo distendidos. Una sola mueca feliz en rostros lunares.

 

“Ninguno de los asuntos que están en el libro me son indiferentes. No son cuestiones de saber algo, de aprender algo, de transmitir un conocimiento. Esa pregunta que vos me haces ahora, ¿dónde está el alma de lo que hacemos? La respuesta es la empatía, en esa consonancia con el otro, en un deseo profundo de comprenderlo, de comprender el lugar que tuvo, que tiene, de qué está hecho, por qué actuó de esa manera y no de otro, lo humano más profundo y singular”.

 

viernes, 9 de mayo de 2025

Laura Quiñones: “Este festival nació para visibilizar el trabajo de los artistas autogestivos”


Hace una semana se realizó en Corrientes el Primer Festival de Teatro Independiente del Espacio Mariño. Hubo propuestas de arte local, de Chaco y Misiones. El equipo conformado por Sergio Niz, Laura Quiñones, Inés Silvero armó una grilla potente durante cuatro días hubo funciones, talleres y conversatorio. Aquí charlamos con Laura, con Gera Barrientos (Corrientes) y con Germán Lenguaza (Misiones). El lema del festival fue – “el arte también es trabajo”.

 

Por Paulo Ferreyra

Fotos gentileza Ivanma Carb

 

El Espacio Mariño se vistió de fiesta el fin de semana largo. El pasado jueves 1º de Mayo comenzaron el día del trabajador con el Primer Festival de Teatro Independiente. “En realidad nosotros siempre fuimos sede de otros festivales, pero no habíamos organizado nosotros propio festival. Hace muchos años teníamos el Festival Siete Puntas, este era organizado por el grupo de Teatro del Guarán. El año pasado comenzamos a trabajar en esta idea que se hizo realidad de tener nuestro propio festival de teatro”, comentó Laura Quiñones.

 

Los organizadores comentaron además que hace tiempo que reciben propuestas de obras que quieren presentarse en la sala de la Biblioteca Mariño. “Hay muchas propuestas de teatro en la región”, destacaron. Además armaron el festival pensando en el fin de semana largo para que haya una propuesta teatral importante en Corrientes. De esta forma el espacio fue escenario de funciones, talleres y conversatorios.

 

Funciones

 

La programación incluyó las obras Variaciones Meyerhold (Teatro del Guarán – Corrientes), ¿Y su oficio? (Pez Dorado Teatro – Corrientes), Hijo del monte (Germán Lenguaza – Misiones) y Moro & Elvis (Teatro Musical - Chaco). Laura Quiñones destacó que “este festival nació para visibilizar el trabajo de artistas autogestivos del litoral y también para abrir la escena a nuevos públicos”.

Gera Barrientos 

 

“Profundizar en la comicidad que está en cada uno”

 

Gera Barrientos participó de este festival con su obra ¿Y su oficio? Comentó que la obra surgió de un deseo propio por indagar algunas técnicas con la que se estaba formando hace seis años. Había ganado una beca de formación del Instituto Nacional de Teatro en comedia física, clawn y comedia del arte. La formación duró dos años. “En ese tiempo los profesores Julia Mucio y Jorge Costa de Buenos Aires hicieron hincapié en la dramaturgia del intérprete. Es decir, profundizar en la comicidad que está en cada uno”, eso fue importante en su formación.

 

En ese contexto de formación Gera empezó a indagar y a buscar por donde pasa la comicidad corporal de cada uno, de dónde viene, qué le hace reír a la gente que está en su entorno. Atento observador y prolijo anotador, fue registran y se puso receptivo a lo que pasaba con el humor en su entorno. Después de terminada la beca siguió hurgando estas cuestiones.

Gera Barrientos 

 

La infancia de Gera juega un rol importante aquí en su historia. Comentó que su niñez estuvo marcada por dos personajes que lo llamaban mucho la atención, uno era Nocaut Gonzáles y otro un señor que hacía de inspector de tránsito en la Plaza 25 de Mayo de Resistencia.

 

“Nocaut Gonzáles tal como dice la canción iba dando piñas por la calle a su sombra. Cuando era niño y jugábamos a la pelota en la calle, ese personaje nos daba un poco de miedo. Nunca nos hizo daño, pero nos generaba miedo. Nosotros jugábamos a la pelota en la calle, cuando lo veíamos venir lo dejábamos pasar. Después que pasaba seguíamos jugando a la pelota. Lo recuerdo con su traje gris, de hecho, el primer personaje de la obra está inspirado tanto en Nocaut Gonzáles que se viste con traje gris”, desliza y su sonrisa me remonta a la obra, parado solo en el escenario, caminando de un lugar a otros y sus ojos ocultos.

 

Él escribió su obra. La dirigió un amigo suyo desde Buenos Aries. Fueron extensas horas de videollamadas, recuerda. En una parte de la obra el actor hace participar al público. Sostiene que ahí interviene la técnica del clauw que invita al público a ser cómplice de la obra. Desde su estreno en el 2022 ya lleva más de cincuenta presentaciones. Ganó el Festival Provincia de Teatro de Corrientes y desde entonces no ha dejado de pisar diferentes escenarios.


 

“Cuando se abre el telón veo una nueva oportunidad para jugar. Varias generaciones a raíz del tema de la obra se ponen a pensar y conversar sobre sus oficios. Eso para mí ha sido y es importante”, cuenta y su voz se vuelve más pausada, reflexiva. “Que una obra de teatro genere puntos de conversación es un montón”, subrayó.

Germán Lenguaza 

 

 

“Es difícil abordar el tema de la muerte pero es necesario”

 

Germán Lenguaza llegó desde Misiones con la obra El hijo del monte. Esta es una obra inspirada en una pieza del escritor Horacio Quiroga. “Lo que más me sedujo de Quiroga es su vivencia en la provincia. El contexto de la selva y las cosas que le pasan a los personajes son reales”, arremete. Su voz llega pletórica de fascinación. Por momento los misioneros somos tan fanáticos que si nos parten en dos brotará de nosotros la sangra del color de nuestra tierra.

 

La historia cuenta que un padre deja a su hijo que se vaya al monte. Hay un pequeño diálogo donde solo le pide que vuelva para la hora de comer. El resto del tiempo – cuando el hijo no vuelve a la hora convenida – se desata los pensamientos del padre. Germán investigó para poder hacer esta obra, desde Posadas viajó a San Ignacio donde hoy se encuentra la Casa Museo de Horacio Quiroga.

Germán Lenguaza 

En el trabajo inicial colaboraron con Germán en la dirección y realización Carli Bastarretxea, Daniela Ázida en pintura de la escenografía, Marco Salazar en el universo sonoro, Fabiana Lenguaza en los diseños de flayer. “Daniela pintó la escenografía con la que hoy voy girando con este unipersonal. La música, el sonido de pájaros y grillos es una obra maestra de Marco Salazar”, amplia.

 

La puesta de esta obra teatral – El hijo del monte juega con varios lenguajes, títeres, relatos, plástica y música. Fue estrenada en el 2017. Germán ha llevado la obra por plazas, colegios, salas de teatro, en el Primer Festival de Teatro Independiente de la Mariño lo hizo en el Patio. Donde hubo niños sentados en el piso atentos a los movimientos del actor.

 

Germán lleva hasta la fecha más de cien presentaciones con esta obra. Este fin de semana estará en Formosa, volverá a misiones y para mediados de año visitará Chaco, Santiago del Estero y Tucumán.

 

Dada las características de la obra no está pensado para infancias. En los colegios lo hace con alumnos de 7° grado en adelante.  Aunque advierte que los niños son inteligentes y con ellos se pueden abordar muchos temas.

 

“Abordar la muerte y más aún abordar la muerte de un hijo y todo lo que eso conlleva no es sencillo. Nos pasa que alguien que ha visto la obra y se encuentra después pensando en la muerte, la pérdida de alguien cercano o no tan cercano. Es difícil abordar el tema de la muerte, pero me parece preciso y necesario”, reflexiona el actor al tiempo que vuelve sobre sus palabras.

 

“El teatro permite abordar y visibilizar cuestiones que están ocultas y que a veces no son cotidianas a la hora de abordar un tema entre pares o en el entorno familiar”.

 

“Cada vez que ensayo la obra en soledad. Cada vez que se abre un telón para representarla me pasan un montón de cosas. Pienso en la muerte desde la chispa profunda del imaginario y la literatura. Un poco me escudo en que en el cuento no está definida la muerte. Podría ser una alucinación del padre. Nunca vi un final tan redondo como las obras de Horacio Quiroga”, subraya.

 

“Nuestra respuesta ante el presente es – hacer”

 

El Primer Festival de Teatro Independiente del Espacio Mariño contó con propuestas locales, a las que se sumaron obras de Chaco y Misiones. Laura Quiñones, parte del equipo organizativo destacó el lema del presente festival – El arte es trabajo. “Jugamos un poco con el día del trabajador, pero también para poner de relieve que estamos haciendo arte y trabajamos. Tuvimos un conversatorio sobre el trabajo en la cultura donde reflexionamos cómo estamos hoy y qué desafíos se plantean ante la realidad que vivimos. Nuestra respuesta ante todo es - hacer. Así que apostamos hacer el festival y ya tenemos muchas ideas para el próximo año. El público nos acompañó y eso también es importante”, expresó.

 

Germán Lenguaza agradeció la invitación de los organizadores. “Una obra tiene que recorrer bastante camino para poder llegar a un festival. Haber sido seleccionado es un orgullo muy grande. Además ser tallerista y que los organizadores confíen en mí para que pueda dar un taller también es gratificante”, manifestó.

 

“Esta presentación en Corrientes me iluminó un montón. La comunidad del espacio Mariño trabajando en un tiempo donde es más fácil decir no lo hacemos porque no hay plata ellos se ponen firmes y organizan un festival. Ya me puse a disposición para colaborar en lo que pueda para la próxima edición porque me impactó ver tanta gente trabajando en el espacio. Fueron muchos días, el domingo estaban cansados pero tenían la mejor sonrisa”.


En la misma sintonía Gera Barrientos también se mostró feliz por ser parte del festival. “Las funciones en la Mariño se dan en un entorno muy familiar, con un lindo clima y es algo muy festivo. Siento que el fin de semana intentamos ser comunidad, pasamos un momento junto, hubo una diversidad de talleres y de obras. En este contexto que vivimos estar en comunidad, sentirse parte de un colectivo y estar acompañado es importante. Este espacio se necesita y ojalá el público siga involucrado con la cultura”.

viernes, 2 de mayo de 2025

Majo Cabrera: “Es tiempo de diluir las fronteras”

 


La actriz es la protagonista de la película
Una sola primavera, un film dirigido por Joaquín Pedretti. La historia está inspirada en hechos reales, revive el pasado de la abuela del director durante la Revolución de 1947 en Paraguay. Ofrece una mirada íntima a uno de los episodios más turbulentos del país. Cuando realizaron una gira por el litoral charlamos con Majo, quien sostuvo que los paraguayos no hablan de estos episodios.

 

Por Paulo Ferreyra

Fotos Manuel Ibarra

 

Una sola primavera es el film más reciente del correntino Joaquín Pedretti. Quien comentó que ahora mismo se encuentra recorriendo festivales y recorriendo lugares con la peli. La misma está ambientada en los años 40 en Asunción, en plena guerra civil. 


La película narra la vida de Nina, una joven de 20 años que tiene el sueño de convertirse en cantante. Dado el contexto adverso Nina debe adaptarse a su nuevo rol como criada en la casa de sus parientes opositores y conservadores. Decidida a luchar por sus ideales, se involucra en la liberación de presos políticos y se enamora de uno de ellos, lo que la lleva a tomar la arriesgada decisión de escapar, no solo de la casa y la guerra, sino del país entero.

 

A través de la travesía de Nina, “Una sola primavera” rinde homenaje a los miles de emigrantes que, aún hoy, cruzan fronteras con la esperanza de un futuro mejor. La película es también un tributo a las mujeres que luchan por su emancipación en medio de la adversidad. La Revolución del ‘47, última guerra civil en Paraguay, dejó una profunda huella en la historia del país. Comenzó el 7 de marzo de 1947 y culminó en agosto del mismo año, dejando un saldo de aproximadamente 30000 muertos y un exilio masivo, principalmente hacia Argentina.

 

Clima de tensión

 

La actriz paraguaya Majo Cabrera, quien compartió pantalla con Robert De Niro en la serie “Nada”, es la protagonista de la película Una sola primavera. La acompañan los actores compatriotas Salma Vera y Ever Enciso, destacado en la serie de Netflix “ADN del delito”, y el argentino Mauricio Paniagua, conocido por su papel en la serie “Monzón” de Sony. También forma parte del elenco Miguel Paletita Romero, reconocido actor paraguayo que participó en películas como “7 cajas”.


 

La película fue filmada en locaciones de Corrientes y Asunción, el largometraje es una producción de la cooperativa de trabajo misionera Productora de la Tierra junto a Pedretti y en coproducción con Sabaté Films (Paraguay). El periplo que pasaron los actores durante la pandemia fue difícil, pues para ingresar al país debieron sortear varios obstáculos.

 

En esta charla con Majo recuerda que a pesar de algunas cuestiones complejas ella rescata sus fortalezas

 

— Desde Paraguay éramos un grupo de seis actores que teníamos que viajar a Corrientes. Habiendo hecho todos los trámites en su momento debimos pasar por varias suspensiones de vuelos. Hubo en aquel momento controles estrictos muy rigurosos. Fue complicado. Pero a la vez lo bueno que nos aportó la pandemia fue que fuimos un equipo muy lindo, nos unimos muchos, la pandemia le dio a la película un ingrediente que se puede sentir o se puede respirar. Aquella tensión en la sociedad que se vivía en los años 40 nosotros las vivíamos de forma diferente, porque por la pandemia nos controlaban todo el tiempo. Nos venían a ver y a controlar. Nos sentíamos en un estado de persecución.

 

— Saliendo de esa tensión, hay una historia interesante de cómo llegaste y pusiste garras para hacer el casting de la película, ¿por qué tenías tanto interés en sumarte a esta producción?

 

— En realidad lo que sucedió fue que cuando vi el casting noté que había varias cosas que me dejaban afuera. Entonces tuve la primera sensación de no hacerlo. No me animaba porque no daba mi perfil para el personaje que buscaban. Pero al mismo tiempo me empezaron a escribir maestros, profesores, colegas, personas cercanas que me enviaba información sobre el casting. Todo eso fue despertó en mí ese interés por participar. Fueron apareciendo señales que me motivaron, soy receptiva a ver las señales que aparecen y por eso apreté el acelerador para presentarme.

 

En poco tiempo armé todo un complot para que me llamaran. Te cuento, en un principio en el llamado del casting pedían una chica de estatura máxima 1,60, yo mido 1.75, ahí ya estaba en problemas. Después, pedían una chica - adolescente o joven - entre 16 o 20 años como mucho. Para ese entonces ya tenía 28 años. Así que desde esos requerimientos no tenía chanes y estaba afuera.


 

Esto había sido antes de la pandemia. Recuerdo que pedí el número el teléfono de la productora en Paraguay de la película. Así pude saber bien dónde y a qué hora comenzaba el casting. Es más, me fui y llegué antes que todos. Los recibí a todos. Fui la primera en pasar para el casting y ahí los convencí de que podían rever algunas cuestiones.

 

Las protagonistas son dos hermanas que tienen poco años de diferencia. El problema era que si me quedaba con el personaje cómo hacían con la hermana. Las otras personas que fueron al casting si eran jóvenes y tenían la estatura que buscaba la producción. Ahí pasó algo muy lindo porque Salma escribe a última hora y la esperan para hacer el casting. La esperaron y cuando la ven daba con el perfil para ser mi hermana.

 

Después viene la gran ilusión cuando te dicen que quedaste y que el papel es tuyo. Eso duró muy poco porque justo ahí entramos en pandemia. Se cambió  el plan de trabajo. Iba a rodar un poco en Paraguay y otro poco en Corrientes. Finalmente, por la pandemia nos tuvimos que adaptar a las restricciones y fue difícil, tedioso, complicado. Pero al mismo tiempo fue maravilloso trabajar con los técnicos de Misiones, Corrientes, Chaco, quienes llevaron adelante el trabajo con mucho profesionalismo.

 

 

— Ya más internamente sobre la película, ¿conocías lo que había pasado en la Revolución del 47?

 

— La revolución del 47 en mi caso lo conocía y sabía que pasó algo feo porque mi abuelo fue exiliado. Es decir, este hecho es parte de mi historia familiar. Mi abuelo vivió muchos años en Buenos Aires. Posterior a esta revolución o como consecuencia de esta revolución llega la dictadura de Alfredo Stroessner.


 

Además es necesario decir que es un hecho del que nosotros los paraguayos no hablamos. Nosotros los paraguayos no hablamos de la revolución del 47. Hablamos de la guerra de la Triple Alianza, la Guerra del Chaco, incluso nos vamos más atrás hasta hablar de las reducciones jesuíticas. Después pasamos hablar de las secuelas de la dictadura, pero de esto que sucedió en el 47 no hablamos. Joaquín de hecho no aborda el hecho puntual, pero si cuenta la historia de su abuela en este contexto. Eso nos posibilitó a todos contar cosas de nuestras familias.

 

 

— En noviembre del año pasado realizaron una gira por el litoral para presentar la película, ¿Cómo viviste el recorrido que hicieron?

 

— Primero lo vimos en Buenos Aires, ahí tuvimos un recibimiento muy cálido, fue mucha gente descendiente de paraguayos y gente que no tiene idea de esta historia. Había gente que se identifica con la reivindicación de la mujer, la reivindicación de la libertad, la prohibición del idioma, hay varias cosas que uno puede rescatar de la película.

 

La gira por el litoral la comenzamos en Misiones. Eso fue una sorpresa. A nosotros nos hizo mucha ilusión hacer ese recorrido porque en el Nea se concentra una cantidad muy grande de la emigración paraguaya, personas que escaparon de esa revolución. Esta zona del litoral nos brindó refugio.

 

En el caso de mi familia mi abuelo emigró hacia Buenos Aires donde también fueron muchos paraguayos. Una cosa es presentar la película en Paraguay, la película está hablada en guaraní. Hay cuestiones culturales muy fuertes representadas en la película.

 

En estas presentaciones por el litoral vimos cómo reaccionó la gente, tocamos temas sensibles y para una sociedad que todavía es conservadora resultó y fue lindo. El público reconoció ahí a personajes reales y fueron empáticos con la historia. Nosotros queríamos ver como la gente que no estaba involucrada con la historia o que no eran netamente paraguayo cómo funcionaba ante esta historia. Hacer la gira por el litoral es lo que más esperábamos. Nos llevamos una experiencia emotiva. Volvimos muy contentos por tanta calidez.


 

 

“Las fronteras están para diluirse”

 

En la película está la perspectiva de salirse, cruzar la frontera para buscar un futuro mejor. En ese sentido y con su trayectoria que ya atravesó varias barreras, Majo Cabrera va más allá y sostiene que borró fronteras. “Es mejor diluir y borrar las fronteras a decir que crucé una frontera. Siento que pertenezco a mucha partes. Me encanta aprender a regionalizar y a ver más grande todo. Me pasó con la serie Nada que hice un Buenos Aires. Hay muchas paraguayas que inmigraron y le dieron su calidad y su impronta a las casas porteñas”.

 

Majo viene de Sapukái, Paraguay. Describió en algún momento a esa ciudad como un lugar muy romántico. Ella participó de la seria Nada que puede verse por la plataforma Star+. En esta serie comparte el protagónico con Luis Brandoni y Robert De Niro. 


“A raíz de esa serie recibí muchos mensajes de distintos puntos de Latinoamérica que se sintieron representados por mi personaje. En la serie se mostró comidas típicas de nuestro país. Desde ese lugar empecé a verme como región porque acá en Argentina se habla guaraní y en buena parte de Brasil también. Antes sentía que el guaraní era nuestro, pero ahora siento que nosotros tenemos la responsabilidad de mantener o reivindicar el idioma por toda la región. Tenemos demasiadas cosas en común con nuestros países vecinos y hoy las fronteras que se empiezan a diluir. Es tiempo de diluir las fronteras”.