jueves, 7 de junio de 2012

Cine Móvil por los barrios




Organizado por el Instituto de Cultura de Corrientes, el Cine Móvil está llegando a diferentes escuelas y comedores capitalinos.  Es una iniciativa para que los más chicos tengan la oportunidad de disfrutar de lo mejor del cine nacional.  El martes estuvo en el comedor “Luz Verdadera” del Barrio Serantes.  Pasadas las 15 horas, con un marco de público importante, se proyectó la película “Hermanitos del fin del mundo”.

Por paulo ferreyra
paulo.ferreyra@yahoo.com.ar

El cielo estaba completamente despejado, cielo azul y brisa suave reinaba en el ambiente.  En el comedor “Luz Verdadera” del Barrio Serantes los chicos comenzaron a llegar tímidamente.  Los responsables del área de Cine del Instituto de Cultura llegaron unos minutos antes y pusieron a punto la proyección.  Los niños que estaban presentes fueron a buscar a sus hermanos o amigos, rápidamente se pobló el comedor.

Esta actividad del Cine Móvil continuó ayer en el jardín Nº 6, de la Escuela Nº 7, y a las 18, en el comedor Nuestra Sra. de Lujan en el barrio Ponce. El recorrido finalizará hoy jueves 7, a las 14, en el jardín Ñande Roga en el barrio 17 de agosto. Y, por último, a las 19, se proyectarán películas nacionales en el Pokemon Santa Marta del barrio Pirayuí.

En el Barrio Serantes después que la película había comenzado los chicos continuaron llegando.  Algunos se arrimaban con sus tazas para tomar la merienda en el comedor.  Niños y niñas de todas las edades sonrieron, se emocionaron y aplaudieron la proyección del a película “Hermanitos del fin del mundo”.

Es válido señalar que este programa que se ejecuta hace casi una década en la provincia.  Desde el Instituto de Cultura de la Provincia se programó para los próximos meses una serie de proyecciones en los comedores de varios barrios de la ciudad capitalina.  Esta acción cultural se lleva adelante con el objetivo central de difundir el cine como instrumento para la promoción de la diversidad y el fortalecimiento de la identidad local y nacional.

En el comedor “Luz Verdadera” se percibía el olor de la merienda.  Al finalizar la película hubo aplausos y sonrisas de los niños augurando por otra visita.  Durante la proyección de la película hubo silencio, algunos chicos se miraban, sonreían, otros se cambiaban o se paseaban por el comedor.  La merienda ya no se hizo esperar y la torta frita llegó para calentar las manos.  El sol se fue en silencio y la sombra de la noche comenzó a cubrir todo.






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