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viernes, 9 de mayo de 2025

Laura Quiñones: “Este festival nació para visibilizar el trabajo de los artistas autogestivos”


Hace una semana se realizó en Corrientes el Primer Festival de Teatro Independiente del Espacio Mariño. Hubo propuestas de arte local, de Chaco y Misiones. El equipo conformado por Sergio Niz, Laura Quiñones, Inés Silvero armó una grilla potente durante cuatro días hubo funciones, talleres y conversatorio. Aquí charlamos con Laura, con Gera Barrientos (Corrientes) y con Germán Lenguaza (Misiones). El lema del festival fue – “el arte también es trabajo”.

 

Por Paulo Ferreyra

Fotos gentileza Ivanma Carb

 

El Espacio Mariño se vistió de fiesta el fin de semana largo. El pasado jueves 1º de Mayo comenzaron el día del trabajador con el Primer Festival de Teatro Independiente. “En realidad nosotros siempre fuimos sede de otros festivales, pero no habíamos organizado nosotros propio festival. Hace muchos años teníamos el Festival Siete Puntas, este era organizado por el grupo de Teatro del Guarán. El año pasado comenzamos a trabajar en esta idea que se hizo realidad de tener nuestro propio festival de teatro”, comentó Laura Quiñones.

 

Los organizadores comentaron además que hace tiempo que reciben propuestas de obras que quieren presentarse en la sala de la Biblioteca Mariño. “Hay muchas propuestas de teatro en la región”, destacaron. Además armaron el festival pensando en el fin de semana largo para que haya una propuesta teatral importante en Corrientes. De esta forma el espacio fue escenario de funciones, talleres y conversatorios.

 

Funciones

 

La programación incluyó las obras Variaciones Meyerhold (Teatro del Guarán – Corrientes), ¿Y su oficio? (Pez Dorado Teatro – Corrientes), Hijo del monte (Germán Lenguaza – Misiones) y Moro & Elvis (Teatro Musical - Chaco). Laura Quiñones destacó que “este festival nació para visibilizar el trabajo de artistas autogestivos del litoral y también para abrir la escena a nuevos públicos”.

Gera Barrientos 

 

“Profundizar en la comicidad que está en cada uno”

 

Gera Barrientos participó de este festival con su obra ¿Y su oficio? Comentó que la obra surgió de un deseo propio por indagar algunas técnicas con la que se estaba formando hace seis años. Había ganado una beca de formación del Instituto Nacional de Teatro en comedia física, clawn y comedia del arte. La formación duró dos años. “En ese tiempo los profesores Julia Mucio y Jorge Costa de Buenos Aires hicieron hincapié en la dramaturgia del intérprete. Es decir, profundizar en la comicidad que está en cada uno”, eso fue importante en su formación.

 

En ese contexto de formación Gera empezó a indagar y a buscar por donde pasa la comicidad corporal de cada uno, de dónde viene, qué le hace reír a la gente que está en su entorno. Atento observador y prolijo anotador, fue registran y se puso receptivo a lo que pasaba con el humor en su entorno. Después de terminada la beca siguió hurgando estas cuestiones.

Gera Barrientos 

 

La infancia de Gera juega un rol importante aquí en su historia. Comentó que su niñez estuvo marcada por dos personajes que lo llamaban mucho la atención, uno era Nocaut Gonzáles y otro un señor que hacía de inspector de tránsito en la Plaza 25 de Mayo de Resistencia.

 

“Nocaut Gonzáles tal como dice la canción iba dando piñas por la calle a su sombra. Cuando era niño y jugábamos a la pelota en la calle, ese personaje nos daba un poco de miedo. Nunca nos hizo daño, pero nos generaba miedo. Nosotros jugábamos a la pelota en la calle, cuando lo veíamos venir lo dejábamos pasar. Después que pasaba seguíamos jugando a la pelota. Lo recuerdo con su traje gris, de hecho, el primer personaje de la obra está inspirado tanto en Nocaut Gonzáles que se viste con traje gris”, desliza y su sonrisa me remonta a la obra, parado solo en el escenario, caminando de un lugar a otros y sus ojos ocultos.

 

Él escribió su obra. La dirigió un amigo suyo desde Buenos Aries. Fueron extensas horas de videollamadas, recuerda. En una parte de la obra el actor hace participar al público. Sostiene que ahí interviene la técnica del clauw que invita al público a ser cómplice de la obra. Desde su estreno en el 2022 ya lleva más de cincuenta presentaciones. Ganó el Festival Provincia de Teatro de Corrientes y desde entonces no ha dejado de pisar diferentes escenarios.


 

“Cuando se abre el telón veo una nueva oportunidad para jugar. Varias generaciones a raíz del tema de la obra se ponen a pensar y conversar sobre sus oficios. Eso para mí ha sido y es importante”, cuenta y su voz se vuelve más pausada, reflexiva. “Que una obra de teatro genere puntos de conversación es un montón”, subrayó.

Germán Lenguaza 

 

 

“Es difícil abordar el tema de la muerte pero es necesario”

 

Germán Lenguaza llegó desde Misiones con la obra El hijo del monte. Esta es una obra inspirada en una pieza del escritor Horacio Quiroga. “Lo que más me sedujo de Quiroga es su vivencia en la provincia. El contexto de la selva y las cosas que le pasan a los personajes son reales”, arremete. Su voz llega pletórica de fascinación. Por momento los misioneros somos tan fanáticos que si nos parten en dos brotará de nosotros la sangra del color de nuestra tierra.

 

La historia cuenta que un padre deja a su hijo que se vaya al monte. Hay un pequeño diálogo donde solo le pide que vuelva para la hora de comer. El resto del tiempo – cuando el hijo no vuelve a la hora convenida – se desata los pensamientos del padre. Germán investigó para poder hacer esta obra, desde Posadas viajó a San Ignacio donde hoy se encuentra la Casa Museo de Horacio Quiroga.

Germán Lenguaza 

En el trabajo inicial colaboraron con Germán en la dirección y realización Carli Bastarretxea, Daniela Ázida en pintura de la escenografía, Marco Salazar en el universo sonoro, Fabiana Lenguaza en los diseños de flayer. “Daniela pintó la escenografía con la que hoy voy girando con este unipersonal. La música, el sonido de pájaros y grillos es una obra maestra de Marco Salazar”, amplia.

 

La puesta de esta obra teatral – El hijo del monte juega con varios lenguajes, títeres, relatos, plástica y música. Fue estrenada en el 2017. Germán ha llevado la obra por plazas, colegios, salas de teatro, en el Primer Festival de Teatro Independiente de la Mariño lo hizo en el Patio. Donde hubo niños sentados en el piso atentos a los movimientos del actor.

 

Germán lleva hasta la fecha más de cien presentaciones con esta obra. Este fin de semana estará en Formosa, volverá a misiones y para mediados de año visitará Chaco, Santiago del Estero y Tucumán.

 

Dada las características de la obra no está pensado para infancias. En los colegios lo hace con alumnos de 7° grado en adelante.  Aunque advierte que los niños son inteligentes y con ellos se pueden abordar muchos temas.

 

“Abordar la muerte y más aún abordar la muerte de un hijo y todo lo que eso conlleva no es sencillo. Nos pasa que alguien que ha visto la obra y se encuentra después pensando en la muerte, la pérdida de alguien cercano o no tan cercano. Es difícil abordar el tema de la muerte, pero me parece preciso y necesario”, reflexiona el actor al tiempo que vuelve sobre sus palabras.

 

“El teatro permite abordar y visibilizar cuestiones que están ocultas y que a veces no son cotidianas a la hora de abordar un tema entre pares o en el entorno familiar”.

 

“Cada vez que ensayo la obra en soledad. Cada vez que se abre un telón para representarla me pasan un montón de cosas. Pienso en la muerte desde la chispa profunda del imaginario y la literatura. Un poco me escudo en que en el cuento no está definida la muerte. Podría ser una alucinación del padre. Nunca vi un final tan redondo como las obras de Horacio Quiroga”, subraya.

 

“Nuestra respuesta ante el presente es – hacer”

 

El Primer Festival de Teatro Independiente del Espacio Mariño contó con propuestas locales, a las que se sumaron obras de Chaco y Misiones. Laura Quiñones, parte del equipo organizativo destacó el lema del presente festival – El arte es trabajo. “Jugamos un poco con el día del trabajador, pero también para poner de relieve que estamos haciendo arte y trabajamos. Tuvimos un conversatorio sobre el trabajo en la cultura donde reflexionamos cómo estamos hoy y qué desafíos se plantean ante la realidad que vivimos. Nuestra respuesta ante todo es - hacer. Así que apostamos hacer el festival y ya tenemos muchas ideas para el próximo año. El público nos acompañó y eso también es importante”, expresó.

 

Germán Lenguaza agradeció la invitación de los organizadores. “Una obra tiene que recorrer bastante camino para poder llegar a un festival. Haber sido seleccionado es un orgullo muy grande. Además ser tallerista y que los organizadores confíen en mí para que pueda dar un taller también es gratificante”, manifestó.

 

“Esta presentación en Corrientes me iluminó un montón. La comunidad del espacio Mariño trabajando en un tiempo donde es más fácil decir no lo hacemos porque no hay plata ellos se ponen firmes y organizan un festival. Ya me puse a disposición para colaborar en lo que pueda para la próxima edición porque me impactó ver tanta gente trabajando en el espacio. Fueron muchos días, el domingo estaban cansados pero tenían la mejor sonrisa”.


En la misma sintonía Gera Barrientos también se mostró feliz por ser parte del festival. “Las funciones en la Mariño se dan en un entorno muy familiar, con un lindo clima y es algo muy festivo. Siento que el fin de semana intentamos ser comunidad, pasamos un momento junto, hubo una diversidad de talleres y de obras. En este contexto que vivimos estar en comunidad, sentirse parte de un colectivo y estar acompañado es importante. Este espacio se necesita y ojalá el público siga involucrado con la cultura”.

viernes, 2 de mayo de 2025

Majo Cabrera: “Es tiempo de diluir las fronteras”

 


La actriz es la protagonista de la película
Una sola primavera, un film dirigido por Joaquín Pedretti. La historia está inspirada en hechos reales, revive el pasado de la abuela del director durante la Revolución de 1947 en Paraguay. Ofrece una mirada íntima a uno de los episodios más turbulentos del país. Cuando realizaron una gira por el litoral charlamos con Majo, quien sostuvo que los paraguayos no hablan de estos episodios.

 

Por Paulo Ferreyra

Fotos Manuel Ibarra

 

Una sola primavera es el film más reciente del correntino Joaquín Pedretti. Quien comentó que ahora mismo se encuentra recorriendo festivales y recorriendo lugares con la peli. La misma está ambientada en los años 40 en Asunción, en plena guerra civil. 


La película narra la vida de Nina, una joven de 20 años que tiene el sueño de convertirse en cantante. Dado el contexto adverso Nina debe adaptarse a su nuevo rol como criada en la casa de sus parientes opositores y conservadores. Decidida a luchar por sus ideales, se involucra en la liberación de presos políticos y se enamora de uno de ellos, lo que la lleva a tomar la arriesgada decisión de escapar, no solo de la casa y la guerra, sino del país entero.

 

A través de la travesía de Nina, “Una sola primavera” rinde homenaje a los miles de emigrantes que, aún hoy, cruzan fronteras con la esperanza de un futuro mejor. La película es también un tributo a las mujeres que luchan por su emancipación en medio de la adversidad. La Revolución del ‘47, última guerra civil en Paraguay, dejó una profunda huella en la historia del país. Comenzó el 7 de marzo de 1947 y culminó en agosto del mismo año, dejando un saldo de aproximadamente 30000 muertos y un exilio masivo, principalmente hacia Argentina.

 

Clima de tensión

 

La actriz paraguaya Majo Cabrera, quien compartió pantalla con Robert De Niro en la serie “Nada”, es la protagonista de la película Una sola primavera. La acompañan los actores compatriotas Salma Vera y Ever Enciso, destacado en la serie de Netflix “ADN del delito”, y el argentino Mauricio Paniagua, conocido por su papel en la serie “Monzón” de Sony. También forma parte del elenco Miguel Paletita Romero, reconocido actor paraguayo que participó en películas como “7 cajas”.


 

La película fue filmada en locaciones de Corrientes y Asunción, el largometraje es una producción de la cooperativa de trabajo misionera Productora de la Tierra junto a Pedretti y en coproducción con Sabaté Films (Paraguay). El periplo que pasaron los actores durante la pandemia fue difícil, pues para ingresar al país debieron sortear varios obstáculos.

 

En esta charla con Majo recuerda que a pesar de algunas cuestiones complejas ella rescata sus fortalezas

 

— Desde Paraguay éramos un grupo de seis actores que teníamos que viajar a Corrientes. Habiendo hecho todos los trámites en su momento debimos pasar por varias suspensiones de vuelos. Hubo en aquel momento controles estrictos muy rigurosos. Fue complicado. Pero a la vez lo bueno que nos aportó la pandemia fue que fuimos un equipo muy lindo, nos unimos muchos, la pandemia le dio a la película un ingrediente que se puede sentir o se puede respirar. Aquella tensión en la sociedad que se vivía en los años 40 nosotros las vivíamos de forma diferente, porque por la pandemia nos controlaban todo el tiempo. Nos venían a ver y a controlar. Nos sentíamos en un estado de persecución.

 

— Saliendo de esa tensión, hay una historia interesante de cómo llegaste y pusiste garras para hacer el casting de la película, ¿por qué tenías tanto interés en sumarte a esta producción?

 

— En realidad lo que sucedió fue que cuando vi el casting noté que había varias cosas que me dejaban afuera. Entonces tuve la primera sensación de no hacerlo. No me animaba porque no daba mi perfil para el personaje que buscaban. Pero al mismo tiempo me empezaron a escribir maestros, profesores, colegas, personas cercanas que me enviaba información sobre el casting. Todo eso fue despertó en mí ese interés por participar. Fueron apareciendo señales que me motivaron, soy receptiva a ver las señales que aparecen y por eso apreté el acelerador para presentarme.

 

En poco tiempo armé todo un complot para que me llamaran. Te cuento, en un principio en el llamado del casting pedían una chica de estatura máxima 1,60, yo mido 1.75, ahí ya estaba en problemas. Después, pedían una chica - adolescente o joven - entre 16 o 20 años como mucho. Para ese entonces ya tenía 28 años. Así que desde esos requerimientos no tenía chanes y estaba afuera.


 

Esto había sido antes de la pandemia. Recuerdo que pedí el número el teléfono de la productora en Paraguay de la película. Así pude saber bien dónde y a qué hora comenzaba el casting. Es más, me fui y llegué antes que todos. Los recibí a todos. Fui la primera en pasar para el casting y ahí los convencí de que podían rever algunas cuestiones.

 

Las protagonistas son dos hermanas que tienen poco años de diferencia. El problema era que si me quedaba con el personaje cómo hacían con la hermana. Las otras personas que fueron al casting si eran jóvenes y tenían la estatura que buscaba la producción. Ahí pasó algo muy lindo porque Salma escribe a última hora y la esperan para hacer el casting. La esperaron y cuando la ven daba con el perfil para ser mi hermana.

 

Después viene la gran ilusión cuando te dicen que quedaste y que el papel es tuyo. Eso duró muy poco porque justo ahí entramos en pandemia. Se cambió  el plan de trabajo. Iba a rodar un poco en Paraguay y otro poco en Corrientes. Finalmente, por la pandemia nos tuvimos que adaptar a las restricciones y fue difícil, tedioso, complicado. Pero al mismo tiempo fue maravilloso trabajar con los técnicos de Misiones, Corrientes, Chaco, quienes llevaron adelante el trabajo con mucho profesionalismo.

 

 

— Ya más internamente sobre la película, ¿conocías lo que había pasado en la Revolución del 47?

 

— La revolución del 47 en mi caso lo conocía y sabía que pasó algo feo porque mi abuelo fue exiliado. Es decir, este hecho es parte de mi historia familiar. Mi abuelo vivió muchos años en Buenos Aires. Posterior a esta revolución o como consecuencia de esta revolución llega la dictadura de Alfredo Stroessner.


 

Además es necesario decir que es un hecho del que nosotros los paraguayos no hablamos. Nosotros los paraguayos no hablamos de la revolución del 47. Hablamos de la guerra de la Triple Alianza, la Guerra del Chaco, incluso nos vamos más atrás hasta hablar de las reducciones jesuíticas. Después pasamos hablar de las secuelas de la dictadura, pero de esto que sucedió en el 47 no hablamos. Joaquín de hecho no aborda el hecho puntual, pero si cuenta la historia de su abuela en este contexto. Eso nos posibilitó a todos contar cosas de nuestras familias.

 

 

— En noviembre del año pasado realizaron una gira por el litoral para presentar la película, ¿Cómo viviste el recorrido que hicieron?

 

— Primero lo vimos en Buenos Aires, ahí tuvimos un recibimiento muy cálido, fue mucha gente descendiente de paraguayos y gente que no tiene idea de esta historia. Había gente que se identifica con la reivindicación de la mujer, la reivindicación de la libertad, la prohibición del idioma, hay varias cosas que uno puede rescatar de la película.

 

La gira por el litoral la comenzamos en Misiones. Eso fue una sorpresa. A nosotros nos hizo mucha ilusión hacer ese recorrido porque en el Nea se concentra una cantidad muy grande de la emigración paraguaya, personas que escaparon de esa revolución. Esta zona del litoral nos brindó refugio.

 

En el caso de mi familia mi abuelo emigró hacia Buenos Aires donde también fueron muchos paraguayos. Una cosa es presentar la película en Paraguay, la película está hablada en guaraní. Hay cuestiones culturales muy fuertes representadas en la película.

 

En estas presentaciones por el litoral vimos cómo reaccionó la gente, tocamos temas sensibles y para una sociedad que todavía es conservadora resultó y fue lindo. El público reconoció ahí a personajes reales y fueron empáticos con la historia. Nosotros queríamos ver como la gente que no estaba involucrada con la historia o que no eran netamente paraguayo cómo funcionaba ante esta historia. Hacer la gira por el litoral es lo que más esperábamos. Nos llevamos una experiencia emotiva. Volvimos muy contentos por tanta calidez.


 

 

“Las fronteras están para diluirse”

 

En la película está la perspectiva de salirse, cruzar la frontera para buscar un futuro mejor. En ese sentido y con su trayectoria que ya atravesó varias barreras, Majo Cabrera va más allá y sostiene que borró fronteras. “Es mejor diluir y borrar las fronteras a decir que crucé una frontera. Siento que pertenezco a mucha partes. Me encanta aprender a regionalizar y a ver más grande todo. Me pasó con la serie Nada que hice un Buenos Aires. Hay muchas paraguayas que inmigraron y le dieron su calidad y su impronta a las casas porteñas”.

 

Majo viene de Sapukái, Paraguay. Describió en algún momento a esa ciudad como un lugar muy romántico. Ella participó de la seria Nada que puede verse por la plataforma Star+. En esta serie comparte el protagónico con Luis Brandoni y Robert De Niro. 


“A raíz de esa serie recibí muchos mensajes de distintos puntos de Latinoamérica que se sintieron representados por mi personaje. En la serie se mostró comidas típicas de nuestro país. Desde ese lugar empecé a verme como región porque acá en Argentina se habla guaraní y en buena parte de Brasil también. Antes sentía que el guaraní era nuestro, pero ahora siento que nosotros tenemos la responsabilidad de mantener o reivindicar el idioma por toda la región. Tenemos demasiadas cosas en común con nuestros países vecinos y hoy las fronteras que se empiezan a diluir. Es tiempo de diluir las fronteras”.