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“La hoja es el equivalente a la vida”

Entrevista con Franco Rivero

jueves, 10 de octubre de 2024

Momentos para mezclar ritmos, bailar y reír de la mano de Puka


Este jueves
Puka, bossa nova y samba, celebran sus 15 años de trayectoria en el Espacio Mariño, Corrientes. Juan Manuel Tannuri, Verónica Vasco y Ricardo Choko Olmedo realizarán un concierto especial para repasar su historia. “Para mí Puka significa muchas cosas. Hacemos una música que no es popular con un sello distintivo y esto es algo importante”, destacó Choko.

 

Paulo Ferreyra

 

En el 2009 Gabriela Sánchez Negrette en voz, José Víctor Piñeiro en guitarra y Ricardo Choko Olmedo en percusión daban el soplo de vida a Puka. La banda que desde entonces fue creando un estilo propio para difundir bossa nova y samba brasileña. En cada concierto despliegan un abanico de temas clásicos donde también afloran las palabras y las sonrisas.

 

De aquella formación inicial solo queda Choko. En voz se integró Verónica Vasco y el sonido de la guitarra dio paso al piano de Juan Manuel Tannuri. Al respecto Choko aclara que el sonido ha cambiado un poco pero el repertorio y los arreglos siguen siendo los mismos. “Cambió el sonido porque antes teníamos una guitarra y ahora tenemos un piano. Entonces la sonoridad es diferente pero la base de Puka se sostiene en un repertorio cuidado y con identidad”, explicó.


 

Recuerdo imborrable

 

A lo largo de estos 15 años Puka ha recorrió varias ciudades, provincias, llegó también hasta Buenos Aires y Córdoba. Pero en una pequeña charla con Choko, consultado por algún recuerdo memorable de esta historia, se remonta a la presentación del disco  “Aló Brasil” en el teatro Vera. Este material discográfico contiene temas como “Tarde en Itapoã” (Vinicius de Moraes/ Toquinho), “Ladeira da preguiça” (Gilberto Gil), “Voce e eu” (Vinicius de Moraes/ Carlos Lyra), “Chiclete com banana” (Gordurinha/ Almira Cas-tilho),  entre otros.

 

Choko se remonta a su antigua formación cuando presentaron el disco en el Teatro Vera. “Aquella noche fue emocionante – comenta y se detiene para dar una pausa a la emoción que invade sus palabras-. “Cuando presentamos el disco en el teatro Vera fue emocionante. Hay un mito acá entre las bandas locas y ese mito es que no podemos llenar un teatro Vera. Sin embargo nosotros siendo locales y tocando una música que no es popular como el bosa nova llenamos el coliseo. Cuando hicimos el bis y después del último tema se prendieron las luces del Teatro – sucedió algo hermoso. No podíamos creer la cantidad de gente que había desde la plata hasta las galerías. Todo aquello fue memorable”.

 

“Un repertorio con sello y colores propios”

 

La más reciente incorporación en Puka es Juan Manuel. En una charla telefónica cuenta que vio crecer a la banda, la siguió desde un comienzo y sintió una gran alegría cuando Choko lo invitó a formar parte de este proyecto. Al respecto el fundador de la banda pone de relieve que “siempre es lindo hacer esta música con amigos. Somos amigos y entonces es mucho mejor llevar adelante este trabajo". 


Además de la alegría que le embargó a Juan Manual cuando lo convocaron también le embargó el desafío de sumarse a un proyecto desde su instrumento. “Me invitó Choko a sumarme con el piano como instrumento armónico, además porque hacía tiempo que venía tocando el bajo y el piano. Así que podía suplir de alguna manera la guitarra pero con otro sonido. Puka siempre tuvo una estética muy marcada con el trabajo que hacían con Víctor en cada arreglo de los temas. Para mí fue un desafío sumarme y a la vez darle una impronta nueva desde la sonoridad del piano”, explicó.

 

Puka hace un repertorio florecido en clásicos de la música de Brasil. La distinción recae en los arreglos y en la sonoridad que trabajan sus intérpretes, desde lo instrumental y desde la voz inconfundible, bella y delicada de Verónica Vasco.

 

Celebración y fiesta

 

Esta noche de jueves 10 de octubre estará la formación original y la actual formación de Puka. Habrá además dos invitados especiales. También llegará la danza de la mano de Soledad Urbano. Prometieron que llegaran otros invitados a la velada que promete colores, ritmos y un viaje al corazón de la música de Brasil. Claro, además Puka hace honores a su identidad y nos prometen una noche para sonreír y bailar.

 

viernes, 4 de octubre de 2024

En el under se encuentra la cultura que está emergiendo

Desde este viernes y hasta el domingo se realizará la 6° edición del Festival Breve de Escena Contemporánea. Un evento independiente que reúne obras escénicas de corta duración donde se cruzan distintas expresiones artísticas como danza, teatro y música. Aquí tuvimos una charla con dos de sus organizadores, Máximo Vargas Gómez y Angelina Caríssimo.

 

Paulo Ferreyra

 

Las obras que participan de esta edición son provenientes de Misiones, Corrientes y Chaco. Se presentarán el día viernes 4 en el CeCupo de Resistencia, el sábado 5 en el Teatro de la Ciudad de Corrientes y finaliza el domingo 6 en La Máscara Teatro de Resistencia, Chaco. También habrá talleres de Improvisación en el Centro Cultural Ercilio Castillo y de Entrenamiento Actoral en el Complejo Cultural Guido Miranda.


 

La grilla contiene ocho obras y dos talleres que se desarrollarán en 5 sedes, en Corrientes y Resistencia. Además habrá un conversatorio y desmontaje de obras en la FADyCC con la licenciada en artes combinadas Verenice Cardozo.

 

¿Cómo nació festival breve?

 

En esta 6° edición del Festival Breve de Escena Contemporánea son tres los organizadores, Angelina Carissimo, Máximo Vargas Gómez y Lucas García. Este año no estará Ricar Mosca, quien ahora tiene otro compromiso pero es parte de la línea fundacional del festival.

 

Hace un montón de años atrás - el mismo año que salió la primera edición del Festival Breve 2019 - hubo una emergencia, una crisis de espacios entre los elencos independientes. En aquella oportunidad se reunieron en el CeCuPo varias personas, artistas y hacedores culturales. “Éramos un grupo de personas que estábamos dispuestos a preguntarnos y debatir - quejarnos - y buscar soluciones para encontrar espacios no solo para mostrarnos sino también para profesionalizarnos. Necesitamos además encontrar lugares donde nos pagáramos por nuestro trabajo”, así explica Angelina sobre el germen del festival.

 

“Buscábamos salir de ese cliché de hacer cosas por amor al arte. Nosotros hacemos estas cosas porque además amamos el arte”, afirma y su voz, además de escucharle alegra, es festiva y firme. Llega con toda la convicción del ser. “Nosotros hacemos estas cosas porque además amamos el arte”, subraya Angelina.

 

El grupo desde un comienzo pergeñó un festival que diera prioridad a los formatos breves.  Además de hacer hincapié en la brevedad tenían la intención de que estos formatos se abran al espacio de la exploración con los diferentes lenguajes como la danza, el teatro, la danzateatro y también la incorporación del formato audiovisual. Eran niños grandes, jugando y soñando cosas importantes, trabajar en el arte y que ese trabajo esté bien pago, donde los artistas sean bien tratados y bajo esas consignas avanzaron.

Este sábado 5 en Teatro de la Ciudad llegará

 Quien?. Elenco Concertado

 

 

Festival 2024

 

Los organizadores comentaron que los criterios para la selección de los elencos que participan primaron la variedad. La propuesta se basa en que en una noche el público descubra nuevos géneros, por una entrada puedan tomar contacto con un monólogo, danza teatro u otros formatos.

 

“La diversidad genérica es uno de los criterios importantes”, agregó Máximo. “Después buscamos la factibilidad de poder hacer la obra en los espacios que tenemos. Muchas obras en ocasiones necesitan un teatro más grande y con otros recursos. Las obras buscamos que se ajusten a las posibilidades de los espacios que tenemos”.

Adriana Villar y Franco Grave de Jopara Teatro realizarán un taller sobre Improvisar sin idieas.

 

La charla con Angelina y Máximo es lo más parecido a una inyección de vida. Pulsos latientes de calor y sonrisas se encienden como soles blancos en la boca. Cuentan que tiene un amor por Resistencia y que ese amor ahora lo llevarán a Corrientes, la patria chica de Máximo.

 

— Este año además de hacer el festival en dos ciudades sumaron actividades como capacitaciones y talleres, ¿por qué?

 

Angelina — Vos sabes que hace unos meses atrás. Allá por los meses de marzo o abril nosotros pensábamos que no íbamos a hacer esta edición del Festival Breve. Pensábamos tomarnos un descanso, pero surgió el impulso y la necesidad de hacerlo igual. Lo fuimos pensando y armando. Finalmente llegamos a esta programación donde tenemos tres días de Festival. Se presentan ocho obras y tenemos seis locaciones. Además, agregamos capacitaciones.

 

Desde la organización pensamos la capacitación como algo fundamental en un festival. No siempre lo podemos hacer, pero es importante hacerlo y sostenerlo. La capacitación le da un marco a un festival que busca acerca expresiones diversas y de experimentación. La formación en este contexto es necesaria y tiene que venir de la mano del festival.

 

Máximo — Mientras la miro a Angelina y ella cuenta las cosas que pensábamos hace meses atrás no dejo de sorprenderme. Es verdad que pensábamos no hacer el festival, no veíamos cómo poder realizarlo y creíamos que era imposible. Sin embargo, lo estamos haciendo y es el año donde más crecimos como propuesta artística.

Este viernes llega al Festival Poscriptum de Luba Malun

 

— Repasamos un poco las propuestas del Festival y dan ganas de ir, pero voy por más, ¿por qué hay que ir a ver a estos actores y actrices?

 

Angelina — Lo que encontrarán en el Festival son elencos independientes que están todo el año manteniendo la cartelera en las diferentes provincias. Son obras de calidad y están a la altura de cualquier obra por la cual pagarían mucha plata. Estas obras en ocasiones están por fuera de los radares oficiales. Estamos en espacios chicos, hay una primera instancia donde te fueron a ver toda tu familia. Después se ensancha esa brecha con los amigos y nosotros trabajamos para ampliar aún más ese margen de público porque las obras son excelentes. Estas obras tienen una búsqueda artística muy importante y hay que darle la oportunidad a la escena local e independiente de seguir haciendo arte.

 

Máximo — Voy agregar algo, nosotros somos el under. Somos el Festival que está asomando en la escena y estamos sudando la camiseta. No somos un festival oficial ni de Chaco ni de Corrientes. Somos artistas autogestivos. Tenemos ya proyectado para hacer el próximo festival 2025. Trabajamos, sudamos, pedimos prestado y laburamos mucho. En el under se encuentra la cultura que está emergiendo.

 

 

Programación

 

La 6° edición del Festival Breve de Escena Contemporánea se realizará desde este viernes hasta el domingo en Resistencia y Corrientes. La programación es la siguiente

 

Viernes 4 en Ce.Cu.Po, Resistencia — a las 21.

•E.R & Guests (Eve Reyero)

•Poscriptum (Luba Malun)

 

Sábado 5 en Teatro de la Ciudad, Corrientes — a las 21.

•On My knees (Yako Barsesa y Hernaldo Leguizamón)

•Quién? (Elenco concertado)

•Improvisación Teatral (Jopará Teatro)

 

Domingo 6 en La Máscara, Resistencia — a las 21.

•Galería de Nada (La línea)

•Rapsodia (cía. Sintergia)

•Lin Sista

viernes, 27 de septiembre de 2024

Lalo Ortiz, el hombre que invita a soñar en guaraní



Este fin de semana, se celebran veinte años de la promulgación de la Ley 5598 que oficializó el idioma guaraní en Corrientes. Para hablar de la importancia de la lengua, de su trabajo y su pasión, charlamos en esta ocasión con Juan Lalo Ortíz, quien desde San Luis del Palmar trabaja y enseña guaraní.


Por Paulo Ferreyra -


Hace unos años cuando el poeta Franco Rivero publicó el libro Disminuya la velocidad escuché por primera vez el nombre de Lalo Ortiz. Después supe que el escritor y también poeta Fabián Yauzas había sido un nexo entre Franco y Lalo. Hace pocas semanas, Fabián publicó un nuevo libro, Riña. Ahí volvió a reflotar nombre de Lalo como un referente indiscutido de la lengua guaraní. Un ángel marinero de carne y hueso escribiendo la historia del presente. Como si faltara una excusa más, este sábado 28 de septiembre se cumplen veinte años de la promulgación de la Ley 5598 que oficializó el idioma en la provincia de Corrientes. Ademas se celebra el Día Provincial del Guaraní, establecido en 2012.


En comunicación telefónica con Lalo, se lo escucha entusiasmado. Considera que es un logro la promulgación de esta ley aunque haya escuelas donde todavía está ausente el guaraní. Pero para bien de la lengua en muchas escuchas si se piensa y “se sueña en guaraní”.


— Todavía hay chicos que ingresan al sistema educativo trayendo el guaraní como lengua madre, ¿es así?


— Así es, estamos hablando de escuelas primarias donde los chicos que ingresan traen con ellos el guaraní. Hoy el idioma está presente en escuelas secundarias donde los directivos eligen o eligieron la modalidad bachiller con orientación en lengua, en estas escuelas tienen varios idiomas y entre ellos tienen guaraní. En estudios de nivel superior o terciarios tienen materias de idioma guaraní. La Ley 5598 ayudó a que estas cosas estén sucediendo en nuestra provincia. 


Si bien todavía no es lo que muchos anhelan, es necesario atender las distintas realidades que vive nuestro pueblo. En zonas rurales todavía hay chicos que ingresan casi sin saber cómo comunicarse con la lengua española. Desde ese punto, hoy esos niños y niñas no están solos.




Cuna guaraní


Lalo nació en un entorno guaraní-parlante. Desde sus abuelos, pasando por sus padres y los vecinos, se hablaba este idioma. Todos hablan esta lengua ancestral. Además después comenzó a estudiar, hizo diferentes cursos en diferentes tiempos, incluso realizó el profesorado en lengua guaraní en Paraguay, después siguió posgrado y postítulo. En la charla su voz salta de una información a otra y subraya a cada instante que se sigue formando. 


En su vida diaria los tiempos se hacen largos. A la mañana trabaja en una escuela primaria, Número 755, en Sal Luis del Palmar. Ahí hace dieciséis años que se desempeña como maestro de taller de guaraní. Tiene alumnos desde primero a sexto grado. Por la tarde trabaja en otra escuela con otra actividad.


— ¿Qué significa para vos enseñar guaraní a niños de una escuela primaria?


— Enseñar guaraní es una satisfacción enorme. Los niños traen la lengua desde su casa y verlos expresarse libremente les genera algo importante. Nosotros los alentamos a seguir usando esa lengua y nos interesamos por los modismos que traen desde sus hogares. La escuela de alguna manera legítima eso que ellos traen desde la casa.


Esos chicos tienen una riqueza muy importante. Es la lengua que traen desde la casa, es la lengua con la que piensan y muchas veces es la lengua con la que sueñan.


Como maestro no solo quiero que mis alumnos aprendan hablar guaraní, sino que aprendan la cultura y que vivan esa lengua. Ese es mi deseo. En mi lugar de trabajo me siento bien recibido por los alumnos, por la comunidad educativa, la escuela es pro guaraní, es una escuela bilingüe y todos mis colegas colaboran. Todos colaboran. Es más, la directora que está en este momento contribuye a un clima para que esta lengua sigua presente y tenga vigencia.


— ¿Desde la lengua nos pensamos distintos? ¿Cómo funciona tu cabeza en ese sentido? 


— Me pienso desde el guaraní. Vos sabes que me pasa que sueño en español y sueño en guaraní. Porque es la lengua que tengo incorporada desde niño. En cada construcción que hacemos cuando formulamos una oración, por más simple que sea, nuestro cerebro representa una imagen que corresponde a las palabras que construimos. Esa construcción que puedo hacer desde el guaraní me permite tener otra forma de ver el mundo. Un cuento en guaraní tiene un tinte especial. Una persona que se enoje en guaraní no es lo mismo que en castellano. En español es más agresivo, lleva más a la discordia y a la pelea. En guaraní la palabras tiene otro sentido, hay una armonía latente, el sonido —la eufonía— que permite recibir aquello que nos expresan de otra manera distinta del español. El guaraní tiene sonidos agradables, rítmicos, que de solo escucharlo te llaman la atención y en eso es similar al francés, que no produce cacofonías. 


— Además de tu labor como docente, has trabajado con escritores como Franco Rivero y Fabián Yauzas, ¿cómo fue trabajar con ellos?


— Son personas fantásticas. Me dio el gusto haber colaborado con sus textos. Me gusta colaborar con ellos y me encanta que me pidan colaboración porque yo recibí mucha ayuda de distintas personas en diferentes momentos. Soy una persona agradecida. Si yo sé algo y este conocimiento es para compartir o para tender manos con otros. El guaraní me apasiona. Lo hago desde la perspectiva de la lengua. No soy terco y trabajo desde una perspectiva de la lengua, soy respetuoso de la lengua. A la lengua la consagra el uso y cada región tiene sus modismos.



— Ahí entramos en esas diferencias de lengua guaraní en relación a cómo se habla en Corrientes y cómo se habla en Paraguay, por ejemplo.


— Corrientes tiene su dialecto. Si bien de Corrientes y Paraguay usan la misma lengua cada lugar tiene su dialecto. Lo que otros llaman variedad lingüística en realidad es dialecto. El dialecto es la forma en la que hablamos en cada región. En lo que me toca en la vida diaria es defender la forma en que hablan mis alumnos, lo que traen desde sus casas. Conozco libros de escritores boliviano, brasileros y paraguayos. Conocí otros usos de la lengua y en ese marco defiendo los usos de cada región.


— ¿Llevas un registro de la lengua? ¿Un nuevo diccionario?


— Tocaste ahí un punto delicado, es una gran deuda que tengo y es hacer o publicar un diccionario. Tengo registradas entre 700 y 800 palabras. Estás  las aprendí trabajando durante tantos años y todavía en la zona rural se sigue usando. 

Hay palabras que no se conocen en Paraguay y nosotros las usamos acá hace años, formas de expresarnos o decir determinadas cosas. Tengo más de cuarenta diccionarios y más de dos mil libros donde no hay registros del uso que tenemos en Corrientes sobre el guaraní. 



“Sueño en guaraní”


El padre de Lalo Ortíz repartía gaseosa, vino y soda. Lalo y su hermano desde muy pequeño acompañó a su papá y recorrieron el departamento de San Luis y parte de San Cosme, e incluso una porción de la ciudad de Corrientes. Cuando salían del pueblo o la ciudad, llegaban al campo donde encontraban personas que solo hablaban guaraní. Había personas que incluso apenas entendían el español y la única forma de hablar con ellos era en guaraní. El primer interlocutor era su padre. Cuando su hermano aprendió a manejar, salían solos y ahí aprendieron hablar con fluidez. Su historia está signada por la lengua que —afirma— le da satisfacciones. Se muestra agradecido con las personas que siguen siendo portadoras de un saber lingüístico. “Soñé y sueño en guaraní”, desliza y su voz resuena en esa armonía latente, el sonido —la eufonía— que permite recibir aquello que nos expresan de otra manera distinta del español. Un diálogo más benévolo y necesario en estos tiempos.




miércoles, 18 de septiembre de 2024

José Álvarez: “La música y el arte me dieron todo”

 


La Cátedra Libre de Chamamé realizará una clase abierta con el acordeonista José Ramón Álvarez. El encuentro será este jueves 19 de septiembre a las 20 en la Sala del Sol del Centro Cultural Universitario, Córdoba esquina 9 de Julio de Corrientes. “Para mí es un alegría ser parte de algo tan importante en un lugar donde se refleja el arte, la música y nuestra cultura”, expresó Álvarez.


Por Paulo Ferreyra 

Edición - Facundo Binda

 

La Universidad Nacional del Nordeste se une a la celebración del Día Nacional del Chamamé con una actividad con entrada libre y gratuita.  La Cátedra libre del Chamamé dependiente de la UNNE es un espacio académico abierto a toda la comunidad que permite la formación, intercambio, orientación y difusión de conocimientos. Las clases tienen lugar cada jueves de 20 a 22 en el Centro Cultural Universitario junto a los profesores Susana Piñeiro y Víctor Piñeiro, coordinado por Paulo Ferreyra.

 

Con la intención de fortalecer el conocimiento académico, la Cátedra Libre realizará clases abiertas para todo público en esta ocasión especial en la Sala del Sol el 19 de septiembre con José Álvarez. Además en octubre habrá dos clases abiertas con temáticas relacionadas a la cátedra.

 

 

“Hacer una melodía en distancia de tercera o sextas”

 

José es acordeonista, compositor  y profesor de música. Ex integrante de agrupaciones destacadas del chamamé como Los Hermanos Barrios, Grupo Amandayé, Los criollos del Taragui, entre otros. Con estos músicos se presentó en los escenarios más importantes del país como Cosquín, Luna Park y Gran Rex. Actualmente con su propia agrupación recorre los escenarios de todo el Litoral.


 

José tiene 50 años y cuenta que desde los cinco toca el acordeón. Viene de familia de músicos donde todos aprendieron a tocar los instrumentos de oído. “Nací en el campo, en Colonia Laurel, cerca de San Roque. En nuestra zona mi papá tocaba, alegraba y amenizaba fiestas en el campo. Eso lo viví desde muy chico y eso prendí mi deseo por aprender el chamamé y tocar el acordeón”, explicó en una charla telefónica.

 

A José le atraía el sonido del instrumento, quería tocar, buscaba generar y producir esos sonidos que salían del acordeón. Cuando empezó no pensaba en mostrarse sino en tocar, estaba y sigue seducido por el instrumento.

 

“Tenemos motivos para festejar”

 

Este jueves es el Día Nacional del Chamamé. Para José es importante que haya un día para celebrar esta música. “Mi vida gira en torno al chamamé, siempre fui amante del chamamé y me dedico por entero a esta música. Doy clases, enseño acordeón y chamamé. Hace mucho tiempo me dedico de forma profesional. Además integré varios grupos de renombre. Para quienes amamos esta música, que haya un día para festejar es algo importante y trascendente. Nosotros tenemos motivos para festejar”.


 

José es docente de acordeón en el Instituto Superior de Música Profesor Carmelo Horlando de Biassi. Es además transcriptor de obras en SADAIC y dicta clases particulares de acordeón y lenguaje musical. Este jueves será parte de la charla en la Catedra Libre de Chamamé sobre la importancia del género y el legado de Mario del Tránsito Cocomarola. Al respecto afirmó que a partir de Cocomarola se crearon los sonidos que hoy identificamos como chamamé. “El hizo una nueva forma de ver y hacer chamamé. A partir de él se establecieron las agrupaciones: siempre se habla del cuarteto típico chamamecero que viene a partir de Cocomarola. El cuarteto de acordeón, bandoneón y dos guitarras con dúos de voces lo constituyó él, ese es el cuarteto tipo de chamamé y eso se creó a partir de la aparición de ese genio que era Cocomarola”, subrayó.

 

Además, explicó que esta modalidad de hacer una misma melodía en distancia de tercera o sextas es una característica creada por Cocomarola. A partir de él hubo y hay muchos grupos que siguen esa línea. Es una característica fundamental e importante que Cocomarola implementó.

 

Por último José afirmó que la música y el arte le dieron todo. “Me dio mucha satisfacciones. Muchos amigos. La vida misma. Estoy en el entorno de la música y me pasan cosas importantes dentro de este mundo”, describió. Además agradeció a la Cátedra de Chamamé poder formar parte de este festejo y compartir esta charla abierta con el público.  “Para mí es un alegría ser parte de algo tan importante en un lugar donde se refleja el arte, la música y nuestra cultura”, expresó Álvarez.

 

 

jueves, 12 de septiembre de 2024

Fabián Yausaz: “Busco lectores para dialogar”

 




Este viernes 13 de septiembre a las 19 el poeta y escritor presenta su novela
Riña.
Lo acompañarán Bruno Ragazzi y Graciela Barrios. La cita es en el Hall de Rectorado de la Universidad Nacional del Nordeste. En esta charla hablamos sobre la publicación y resonaron nombres como Severo Espósito, Velmiro Ayala Gauna, Ernest Hemingway, Esteban Echeverría, entre otros.

 

Por Paulo Ferreyra 

Editada por Facundo Binda

 

Riña, la nueva novela de Fabián Yausaz, es un policial negro que transcurre Capibara Cue. Este es un pueblo del interior de la provincia de Corrientes que inventó Velmiro Ayala Gauna.  Sobrevuelan aquí temas como el narcotráfico y la trata de personas. Al igual que en otros textos publicados por Fabián vamos a encontrar la presencia de la lengua guaraní, a lo que el refiere como insoslayable cuando se habla de la provincia de Corrientes. Para él cuando se habla desde el interior es imposible no verlo, palparlo y sentirlo; no incluir la lengua guaraní sería vedarla. Es un gesto que le viene de Velmiro Ayala Gauna. Hace unos días nos encontramos y pudimos charlar para conocer más en profundidad cómo nace y qué cuestiones nuevas acarrea este libro.

 

— Me gusta comenzar por un personaje que es anterior a Riña y lleva por nombre Severo Espósito. Es él quien has relatado que se aparece en tu estudio para dictarte la novela, ¿Quién es en realidad Severo? ¿Nació en la laguna?

 

  Severo nació en la laguna Soto con la primera novela que escribí que es Acevé. Como personaje de ficción empezó a tomar una entidad y cuando él me visita escribo ficción. No lo puedo invocar. Viene solo. De hecho ahora estoy enojado con él porque no aparece. Ojalá pudiera invocarlo.

Hace unos años pude entrevistar a Rosa Montera cuando estuvo en la Feria Provincial del Libro de Corrientes. Ella presentaba El peligro de estar cuerda, un ensayo sobre la creatividad literaria. Lo que revela ahí es que hay un estudio - en realidad en su libro reseña varios estudios - que plantean que se ha encontrado en las biografías de escritores / escritoras situaciones traumáticas que se remiten a la infancia. Montero plantea que a partir de este hecho los escritores se disocian de su emoción y logran adjetivarla.

Volviendo a Severo, él es un personaje de ficción y yo dialogo con él, cuando no aparece como ahora no fluyen las historias. Mi producción de narrativa se despierta en esos diálogos y me permiten abordar ciertos temas con los cuales por lo general no me animo a meterme. Generalmente las historias de Severo son sórdidas y violentas.

 

— Deben ser diálogos muy entretenidos, ¿cómo se lleva con tus pasiones y tus gustos literarios? Acá vuelve Velmiro Ayala Gauna y el escenario de Capibara Cué.

 

  Vos sabes que a Severo no le gusta Velmiro. Le parece un escritor berreta. En cambio a mí me encanta. Para mí, Velmiro es un narrador que conoce muy bien la técnica del relato policial y la utiliza para desvelar una estructura social en Corrientes. Hay un cuentazo de él que se llama La abuela donde entre otras cosas muestra que fue un adelantado en cuestiones de género, por ejemplo. Es un escritor fundamental en la provincia pero es poco leído. En el secundario se lee algunos cuentos pero sus ensayos son muy importantes.

Con Severo discutimos estas cuestiones. Para discutir hay que tener cuerpo porque con la cabeza únicamente no podés escribir. Así es como en estos casos termino imponiendo mis criterios.


 

— Me gusta que la novela arranque con un diálogo. Hoy los lectores estamos rodeados de distracciones y la literatura me parece que tiene que dar un golpe rápido para atraparnos.

 

— Con Severo coincidimos que nos gustan las historias breves. Para mí la brevedad es un arte. Por ejemplo, Rulfo decía que el oficio del cuentista es el más difícil porque tenés que ser un poco narrador y un poco poeta. El buen cuento tiene que sintetizar pequeños universos en pocas palabras.

Por mi parte valoro la brevedad en un texto que leo y disfruto. También valoro poder escribir de forma breve y contundente. Acá en Riña hay una búsqueda de la brevedad y hay un modelo de escritura que es Hemingway. Hay un botón de muestra.

 

— En ese sentido voy a traer a esta mesa imaginaria tu anterior libro, Los crisis, porque al igual que en Riña está presente el río, el agua y la selva, ¿por qué te gusta ese territorio?

 

— Desde que me mudé a Corrientes los hilos de la escritura comenzaron a fluir. Eso es lo que ha sucedido y no es chamullo. Esta provincia me albergó. Me embargó lo excitante del paisaje en la poesía y lo duro del horizonte en la narrativa, lo sórdido del paisaje en la narrativa. En esa sordidez Severo tiene más sensibilidad para contar distintas historias. Acevé, Verga y tijera, Brasil decime que se siente, Los crisis, todo lo que escribí en narrativa transcurre en Corrientes.

 

— Ya que Severo no solo se aparece en la laguna sino que viene al centro de la ciudad de Corrientes para charlar y tomar unos mates, además de traer temas duros como tráfico y trata de personas. La novela salió a la luz en este contexto donde hace meses no sabemos nada de Loan, ¿cómo te llevas con esa asociación que hacen y harán de tu texto?

 

— No me gusta. Esta novela la terminé de escribir en el 2011. Estuvo dando vueltas e incluso la mandé a distintos concursos. Ha llegado hasta instancias finales pero después me decían que era muy sórdida. Hasta que el año pasado el manuscrito lo seleccionó Eudene.

Severo tiene una teoría con respecto a la literatura Argentina: cuando Echeverría termina de escribir El Matadero se va a Montevideo, Uruguay. Cuando terminó de escribir tuvo la sensación que tiene cualquier cuando termina de escribir algo propio. Le pareció un buen cuento y yo también creo que es un cuentazo. Severo menciona a Nietzsche quien dice que el momento creativo condensa los tres tiempos, el pasado, el presente y el futuro. El pasado es la historia, se condensa en el presente de la creación y se supone que esa obra va a cambiar el futuro. El artista es un visionario porque condensa el tiempo. Severo tiene la hipótesis de que cuando Echeverría lee El Matadero lo que termina sucediendo es que él vislumbra un país que no le gusta. Entonces se oculta y no publica, se va otro país y es su amigo quien publica el texto después de su muerte.

 

En resumen: la ficción postula la realidad. El artista trabaja con elementos, hay veces que inventa un universo posible y, la ficción si está bien construida puede postular una realidad posible.

 

El que inventa la ficción cuando busca darle verosimilitud a una historia trabaja con los elementos que tiene. Ahí se vislumbra el futuro. Ahora, que Riña se publique en un contexto donde se habla de trata de niños me resulta difícil aceptar, pero es lo que está pasando. Hubiera deseado que fuera otro el contexto pero no lo es. Hubiera estado bueno que todo esto sólo fuera ficción.

 

— El catálogo de publicaciones de Eudene, de la Universidad Nacional del Nordeste, comienza desde 1995. Han publicado varios libros pero Riña es la primera novela en casi treinta años, ¿qué sentis al respecto?

 

— Siento una emoción no solo porque es la primera novela que publica la editorial, sino también por el gran cuidado que pusieron Graciela Barrios Camponovo y Natalia Passicot en edición. No quisiera ser editor de Riña porque está escrita en parte en guaraní y en un parte en un correntino oral, así que su corrección fue difícil. Han trabajado con un respeto, con un cuidado, con una meticulosidad y un detalle que sentí que me estaban haciendo un regalo. Tengo presente también que los libros de la editorial tienen un costo más bajo que otros libros

 

— Algo que se agradece en este contexto económico.

 

— La verdad es que hoy es difícil comprar un libro si vas a la librería y te cuesta veinte mil pesos. Este cuesta mucho menos. Además el hecho de que sea publicado por una Universidad Pública es todo lo que está bien. En el respeto y en el cuidado que tuvieron con el texto siento que le sacaron lustre para que la obra se vea. Estoy agradecido también César Tschanz, quien donó una de sus pinturas para que sea la tapa del libro.

 

“La literatura tiene que entretener”

 

La ciudad de Corrientes se iba apagando temprano a mitad de semana. De repente comenzaba a soplar un viento más gélido y los pasos de las personas en la vereda se aceleraban. Con Fabián hablamos sobre los lectores, no lo dice explícitamente pero reconoce en algún punto que sin ellos el texto no se completa. La lectura primaria es la lectura de los amigos, reconoce, “en realidad uno busca ampliar ese horizonte y que lo lean los que no son amigos. Hay un deseo de dar a conocer el trabajo. Severo en ese sentido es más insistente en dar a conocer los textos pero yo soy más temeroso. Severo lo hace porque no tiene cuerpo y si la obra no se publica es como si él no existiera”, desliza y sonreímos.

El escritor comentó que esta novela la mostró muy poco antes de su publicación. La primera que leyó el texto fue María Balbi, gesto que él agradece mucho. Después le siguió Eve Bochle y no muchas personas más. Hace unos días la terminó de leer Estela Folguerá, la escritora con quien Fabián siente que tiene un vínculo de lectura muy importante.

Al momento de cerrar la entrevista el escritor y poeta remarcó que busca nuevos lectores.  “Busco lectores para dialogar. Para mí la literatura tiene que entretener, te tiene que llevar a un lugar y a un espacio que no es el cotidiano. Macedonio Fernández decía que la literatura tenía que llevarte a un mundo que no es el tuyo y que vos por un rato te creas que estás viviendo en ese mundo posible. Busco un lector que se entretenga y que se mete en el universo de Capibara Cue”.


 

 

viernes, 6 de septiembre de 2024

José Mizdraji: “Mi obra surge a partir del entorno”

 


Maestro en artes visuales y profesor de pintura y grabado, con varias series de obras. En esta charla hablamos sobre nidos, una serie en la que trabajó en años anteriores y este año lo volvió a convocar. “Para mí los nidos son vida”, sentenció.

 

Por Paulo Ferreyra

 

Hace unos años, José Mizdraji se reunió con un grupo de artistas plásticos, músicos, escritores, escritoras y varios expertos de diferentes ramas. Juntos viajaron a uno de los portales de los Esteros del Iberá, en Concepción del Yaguareté Corá. En ese viaje tomó contacto de cerca con la naturaleza del interior de la provincia de Corrientes. Desde aquel momento comenzó a trabajar –hace más de diez años– en una serie de obras sobre nidos. En el campo pudo descubrir el entramado de los nidos, analizar sus estructuras, hacer dibujos y bosquejos que después los llevó a diferentes formatos. Cuenta en esta charla que le fascina cómo las aves van entrelazando y tejiendo sus nidos. Ellas logran esa cavidad hueca en cuyo interior sabemos que habitan las aves y sus huevos. “Nosotros los seres humanos habitamos casas. Los nidos son las casas de las aves”, sintetizó.

 

José también trabajó puntualmente obras sobre aves, dibujos en diferentes formas y tamaños. Comentó que gracias a la difusión de sus obras por internet se han contactado con él personas desde los Estados Unidos y desde Alemania. En Corrientes no hay espacio físico para ver sus obras así que la única galería importante que tiene es la tecnología. En esta charla telefónica abordamos, además, cómo determina cada proyecto en el que se embarca y qué descubrió haciendo arte con los nidos de las aves de la región.


 

 

— ¿De dónde surgen tus obras?

 

— Mi obra surge a partir del entorno. Todo lo que está alrededor, trato de captar y utilizarlo en el arte. Desde muy chico cuando comencé a trabajar y transitar lo que son las artes plásticas hacía lo que me rodeaba. Cuando recién empezaba pintaba el barrio, las iglesias que tenía cerca y a medida que mi mundo se fue ampliando también se fue ampliando mi obra. 

 

— Desde que comenzaste a hacer estas obras, ¿qué significan para vos los nidos?

 

— Para mí el nido es vida. Cuando me casé, comencé a construir con mi esposa y su hermano nuestra casa. Ahí aprendí a utilizar distintas herramientas. En esa oportunidad trabajaba con martillo, clavo, madera, cemento y esos mismos materiales después lo usé en obras de arte. Es decir, el entorno tiene mucho significado y los nidos son vida. Al construir mi casa con mis propias manos para mí significó algo muy importante. Puedo decir que hice mi propio nido. Construí vida.

Mis obras de arte sobre nidos han viajado por diferentes lugares. He hecho obras en distintas ciudades. En una oportunidad fui invitado por Fabriciano Gómez, nos convocó para ir al Impenetrable para que haga un nido de gran formato. Utilicé los elementos que usan las aves, las ramas y la naturaleza toda. En Juan José Castelli quedó mi obra, un nido de grandes dimensiones.


 

— Hay diferentes tipos de aves y diferentes tipos de nidos, ¿tenés algún nido que te atrape o te guste más que otros?

 

— En general, soy un investigador y constantemente estoy investigando. Antes lo hacía a través de la fotografía, también lo hice de forma directa en el campo donde hice muchos bocetos y dibujos. Hoy en día trabajo mucho por internet y voy buscando el nido que sienta interiormente, esa es la obra que plasmo. Ya no me fijo tanto en el ave que corresponde sino más bien me fijo en la forma que tiene el nido, en su forma plástica. Así trabajo.

 

— Hablamos de nidos y de tu propio nido (tu casa), ¿cómo enlazamos estas cosas con el concepto de arte?

 

  Estas acciones son una manifestación que busco comunicar al espectador. Si bien trabajo en el interior y en el silencio del taller, busco plasmar en cada cosa que hago algo profundo que tengo dentro de mi cuerpo. Ahora bien, si no muestro la obra nunca será admirada por un espectador. Necesito mostrarla para que se cumpla la totalidad de la obra de arte.

Me interesa mostrar lo que plasmo en una obra de arte. No estoy detrás de conseguir un me gusta o no me gusta, porque en el momento en que muestro la obra tengo que estar dispuesto a que haya gente que no pueda simpatizar con esa obra o gente que me critique. Pero eso es el arte. Me pasa como artista, cuando veo algunas cosas que hacen otros artistas, a veces me gustan y otras no. Todo pasa por el gusto.

 

— Esta posición y firmeza ante lo que pueda pasar con la obra exhibida, ¿cómo lo adquiriste?

 

— Fueron los años de trabajo y las exhibiciones. Soy un artista que trabaja todos los días. Trabajo de lunes a domingo. Siempre tengo algo que hacer en mi taller. Ahora tengo un proyecto al que me invitó una escritora para que haga la ilustración de un cuento. Eso es algo que hacía rato no hacía, y me gustan esos desafíos. En todo tiempo tengo algo para hacer o busco algo para hacer. Nunca me quedo quieto. La creatividad nace del trabajo, trabajo todos los días. Me gusta estar en el taller trabajando, cuando no estoy en el taller estoy pensando en la obra que dejé de trabajar.


 

— En ese pensar constante de la obra, ¿es la propia obra la que dialoga con vos?

 

— Totalmente, sí. Muchas veces pienso algo y resulta algo subconsciente que termina definiendo cómo terminarla. Soy muy obsesivo. Sueño con las obras. A veces, cuando no puedo resolver algo, la dejo descansar y después vuelvo sobre la obra. Cuando veo que las cosas me salen un poco más fácil ahí cambio, modifico la forma de hacer, paso del dibujo o al grabado, busco otra forma de hacer arte. Permuto los colores. Quiero que cuando alguien mire mi obra encuentre algo distinto.

 

— De los nidos que hiciste, ¿cuánto hay de vos y cuánto de la forma real del objeto?

 

— En los nidos estoy presente en un cien por ciento. El punto de partida es el nido pero después en la obra completa estoy presente. La serie de nidos la inicié hace unos años y este año la estoy retomando con otras formas, en diferentes formatos y he visto que cambiaron ahora los colores y las representaciones. El estado de ánimo y las circunstancias de vida también están explícitas en la obra. El nido no está todavía agotado.

 

— Me gusta ese costado humano reconociendo que los estados de ánimo influyen en la obra.

 

— El estado de ánimo tiene mucho que ver a veces con los colores que utilizo y con los materiales. En toda la producción de un artista el estado de ánimo influye. Lo importante es no dejarse achicar o aplastar por ellos. A veces algunos alumnos me dicen “no tengo ganas, no tengo material o no estoy inspirado”. No hay que esperar la inspiración sino que ella te tiene que encontrar trabajando. El noventa por ciento de una obra es trabajo y solo el diez por ciento es inspiración. En el arte hay que hacer y cuando estás ahí trabajando afloran las ideas o las potencialidades que puede tener una obra.

 

Biografía ///

 

Nació en Corrientes el 18 de mayo de 1957. Maestro en Artes Visuales y profesor de Pintura y Grabado. Realizó clínicas de artistas con Luis Felipe Noé, Sergio Bazán, Oscar Smoje, Luis Wells, Mónica Girón, Diana Aizenberg y Daniel García. Fue becado por la Fundación para la Amistad Americana de Posadas y obtuvo el subsidio a la creación artística de la Fundación Antorchas. Ejerció la docencia. Expuso individualmente en el Museo Provincial Ramón Vidal, Universidad de la Cuenca del Plata, Hotel La Alondra, Galería Jacarandá de Goya, Museo Municipal Julio Pagano y Museo Provincial René Brusau. Concurrió a colectivas y salones en el Centro Cultural Borges y Adolfo Mors, MACLA LA Plata, Fondo Nacional de las Artes y Museo Navarro Correa de Tucumán, entre otras. Obtuvo Primera Mención en el Salón de Artes Visuales Artistas de la Región en 2010, Mención en el Salón Trienal de Grabado de Pequeño Formato y Ex Libris Xylón en 2010, Quinto Premio en el Concurso de Manchas Pintemos Goya en 2010, Premio Esmeralda Rodríguez de Pujato de Pintura en el Salón de Mayo de Santa Fe en 2010, Primer Premio en el Salón Regional de Pintura Ciudad de Tres Isletas en 2008, Mención del Jurado en el Salón Nacional de Pintura José Angel Nardin de Avellaneda, Santa Fe 2008. (Bola de Nieve Blog).

José Mizdraji

viernes, 30 de agosto de 2024

Lanzaron canciones para abonar la vida


Tajy

Se realizó en Corrientes la primera edición del Festival Lapacho. Hubo un espacio de formación y por la noche subieron al escenario Coqui Ortiz (Chaco), Dúo Bote (Misiones-Formosa), Maru Figueroa (Entre Ríos), Ale Marasso (Corrientes) junto a Tajy (Corrientes). Una pequeña porción de lo que pasó en este festival quedó plasmado en estas líneas.




Por Paulo Ferreyra - Edición Facundo Binda

Fotografía Ivanna Carballo




Había sol cubriendo parte de la tarde en el Patio. Maru Figueroa abrió la tarde hablando de su tarea. Ella lleva el lenguaje de diferentes artistas a la guitarra. Luego fue el turno de Coqui Ortiz, quien comentó algunas anécdotas de cómo los referentes musicales de la ciudad de Resistencia iban tejiendo su música con las nuevas generaciones. El tiempo transcurría y maduraba la sombra en los árboles, las mesas, las sillas y los edificios derredores.



Mientras algunas personas tomaban mate o bebían algo fresco, Coqui seguía reflexionando sobre sus historia enlazando la importancia del Festival Lapacho. “A veces me encuentro repitiendo cosas que dije hace 35 años pero creo que no están mal. No hay que renunciar a lo que te conmueve”, suelta la frase y el público hace silencio. “No hay que renunciar a lo que te conmueve”, repetirá también más tarde mientras rasguea su guitarra y junto a Juan Mora dibujan las canciones del litoral. 

 

Rosas


Pasadas las 21 abrieron las puertas de la sala. Había en la entrada lapachos rosas. El escenario también contaba con ramas del mismo árbol. Hay música de ambiente. El público va ocupando los primeros lugares. El bullicio de quienes llegan solos, en familia, en pareja o con amigos crece. Una persona a mi lado - en las últimas filas - se toma un tiempo para prepararse el mate. Será una noche larga y habrá que vivirla así, de a sorbos pequeños, suaves, profundos. 



A medida que la sala va colmándose de público, se despierta un clima festivo. Las sonrisas se multiplican. La escenografía del entorno se vuelve un jardín dulce de tonos claros, bañados desde el piso hasta las luces que juegan entre el verde, amarillo y azul. 


El trío Tajy - conformado por Belen Arriola, Jose Victor Piñeiro y Alejandro “Tato” Ramirez -, que lleva ya más de diez años de trayectoria, tuvo la idea de crear este festival. Su objetivo era generar un espacio que ponga en valor a aquellos artistas que, por su formación o trayectoria en la escena regional, han dedicado tiempo a propuestas y composiciones de obras relevantes para el desarrollo e impulso creativo de la música.


“Quizás ahora que el festival terminó - me cuenta Víctor Piñeiro después del festival - sean grandes las palabras de sueño cumplido. Pero en gran parte el festival fue lo que imaginamos”, subraya. Claro, la alegría lo desbordaba y seguramente el Trío Tajy atesorará esa noche por mucho tiempo. Hubo un vínculo entre los músicos y el público que fue mágico. La sala estaba colmada. Detrás de escena los músicos repasaban las cosas que habían pasado y se daban cuenta de que habían pasado más de tres horas de pura música. “Pasar de un tik tok de 15 segundos a estar en silencio más de tres horas escuchando música, quiere decir que pasó algo profundo. Este Festival nos dio también la perspectiva de que lo podemos seguir haciendo y que estos espacios son necesarios”, destacaron los organizadores. 

Maru Figueroa



Maru Figueroa: “El mundo es más amable con estas acciones”



Es una de las jóvenes guitarristas más talentosas que tiene la música de la región. Maru tiene una sensibilidad única que la transmite y contagia en cada canción. Comentó que desde que se subió al colectivo en Paraná, Entre Ríos, para venir a Corrientes la emotividad le fue ganando todo el cuerpo.  Pensar en el encuentro con los amigos, abrazar la generosidad de Tajy y de compartir espacios con otros artistas del Litoral. “A lo largo de tantos años ellos son muy mimados por el público, y ese afecto que reciben lo comparten con sus pares. Ese gesto de convidarnos su público es de una generosidad enorme. Además acotaron su espacio en el escenario para que todos podamos desarrollar nuestro repertorio”, destacó.


Si bien a Maru le tocó abrir el festival, no tuvo que romper ningún hielo. La avidez del público por escuchar música se percibía en el ambiente. Ella hizo un repertorio cargado de melodías lentas y retrospectivas, donde el silencio se codeaba con sus dedos y las caricias del público que le llegaron con varios aplausos al término de cada canción. Mientras las altas pulsaciones del escenario recién abandonado aún le duraban, charlamos un rato. 


— ¿Por qué pensás que es importante un festival como este?


— En principio este festival hace algo que es generar trabajo en un momento económico que es muy difícil. Para quienes somos de afuera, salir de nuestro lugar es costoso en términos materiales. Sale mucha plata moverse. Después llegar acá y encontrarse con un lugar donde todo está pensado y diagramado con mucho amor nos colma de emoción. 


— Te tocó abrir el festival ¿respetaste tu repertorio o lo fuiste modificando a medida que sucedían las canciones?


— Respeté el repertorio que había preparado. Siempre pienso mucho el repertorio que voy a tocar en cada lugar que me toca estar. Cada concierto es distinto porque cada contexto es distinto. Una cosa que me gusta hacer es dejarme afectar por el encuentro. Además la charla que tuvimos a la tarde fue un momento fundamental para soltarme. Tengo un repertorio grande y puedo ir por distintos lugares, cuando voy a un lugar donde no me conocen me gusta mostrar esta porción de Entre Ríos que viene conmigo. 


— Hubo mucho silencio y mucha escucha.


— Me sentí muy a gusto. El silencio fue tremendo. Son pocas las veces en las que un guitarrista puede tocar “de aire”. Cuando pones un micrófono cerca sucede otra cosa y la gente ingresa a otro estado de escucha, sobre todo yo misma porque es lo más cercano a lo que me sucede cuando estoy ensayando. Entonces es más fácil conectar conmigo y con el repertorio.  Pienso además que el mundo es más amable con estas acciones. Hoy estamos viviendo un tiempo difícil. Es complejo organizar actividades pero al mismo tiempo sentimos que es necesario no renunciar hacer estas cosas. Aún estoy con la emoción a flor de piel. Que todos hayamos tenido un día como hoy donde por una buena porción de tiempo no pensamos en el costo del boleto de colectivo, en el precio del alquiler, en las hostilidades de la gente en las redes sociales, en el precio de la carne o en lo que sea, este ha sido ya un regalo muy grande. 





Dúo Bote

Abel Tesoriere: “Nuestra música está atravesada por el paisaje”



Abel integra el Dúo Bote. En tono bajo, casi como si fuera un susurro, deja escapar sus emociones. Sonríe. Sus sentimientos se amplificaron desde los días previos al festival cuando llegó a Corrientes. El deseo latente de compartir música con sus pares, hacer algo palpable que se venía dando a través de las redes sociales, fue un impulso muy grande. "Ha sido una mezcla hermosa de contentura y emoción", describió al tiempo que también agradeció la convocatoria y los momentos compartidos.


— ¿Cómo seleccionaron el repertorio? 


— Con Flor tenemos dos discos. Nuestro repertorio es mucho más amplio pero para esta ocasión hicimos un popurrí para repasar nuestra trayectoria. Con Dúo Bote recopilamos canciones del Litoral que muchas veces han quedado en un segundo plano. Canciones que son muy bonitas pero que hoy están olvidadas, no están en las redes o en las plataformas digitales. Buscamos estas canciones o evocamos las voces de nuestras infancias. Hay un hilo transversal en nuestra elección que tiene que ver con la emoción, elegimos canciones que nos emocionen. 


— Ahí en ese río de canciones ondeaban cada tanto la tristeza, el desamor, la nostalgia.


— Totalmente, el monte, la selva, la música del agua tiene todo eso. Pienso ahora un poco en el paisaje de Flor, que es mega majestuoso en Misiones. Pero Formosa también tiene su selva, más pequeña y diversa. En el oeste, la provincia es más desértica. En medio de la provincia está el bañado que hace que pareciera estar en otro planeta; algo inspirador. Nuestra música está atravesada por el paisaje, la cultura, la comida, los oficios, el amor y el desamor. 

Florencia Bobadilla Oliva




Florencia Bobadilla Oliva: “Esto que sucedió acá fue un quiebre de la realidad”



“Recibir esta invitación fue muy grata. Recibir esta invitación al Primer Festival Lapacho es aún más grata porque implica una sapienza a per se de que va a funcionar. Te llaman para armar los primeros lazos del tejido, eso es hermoso”, así comenzó la charla con Flor. Su voz, la cadencia y al mismo tiempo la potencia de sus interpretaciones cautivaron al público. Se mostró muy feliz por la convocatoria de Tajy; “ha sido un regalazo”, sintetizó. Los músicos se venían escuchando, halagando y siguiendo en redes sociales. “Pero necesitábamos el encuentro”, puntualizó. “Nuestro país es increíble pero al mismo tiempo es difícil federalizar las cuestiones artísticas. Ojalá que se sigan replicando acciones como esta. Dependerá de la gente que vino y que sigan haciendo traccionar  estos espacios. Nosotros nos sentimos increíbles acá. Veníamos sin expectativas porque un poco vivimos así. Venimos a encontrarnos. Había de por medio mucho like pero nos faltaba el encuentro”. 


— Hubo en este festival apertura a la escucha, al silencio, ¿lo suscribís?


— Nosotros vimos a la gente dispuesta y disponible a escuchar, eso es hermoso. Ahí recordamos que la música es un lenguaje que es común a todas y todos. La única forma de escuchar es parar. Darle lugar al deseo y parar. Habitar un lugar de escucha. Un lugar de incertidumbre también, porque hacía frío y podías quedarte en tu casa a mirar una serie. Sin embargo la gente vino a ver qué pasaba. Eso para nosotros es un regalo. Desde el momento uno, cuando comenzaron las charlas a las 17 y comenzó a llegar gente, nos dimos cuenta que iba a suceder algo diferente. Hasta el final se vivió algo hermoso. La gente sostuvo la atención durante tanto tiempo, y eso sucedió acá en Corrientes. Escuchar una canción entera, escuchar el silencio después de algunas palabras o escuchar una historia, esas cosas fueron hermosas. Nosotros teníamos ganas de compartir muchas canciones y vivimos un momento hermoso. La gente fue muy generosa absorbiendo lo que sucedía en el escenario. 



— Los veía en el escenario reírse, mirarse y hablar con algunos gestos de agua entre la calma y la correntada, ¿siempre es así el Dúo?




— El Dúo Bote es así. Trabajamos juntos hace más de doce años. Tuvimos que hacer en el medio algunos parates para desentendernos y entendernos nuevamente, para reconocernos. Estamos muy conectados y felices. Estamos además muy conscientes de lo que hacemos. Hacemos algo que nos conmueve. Nuestra tarea primera es conmovernos nosotros y después que suceda lo que tenga que suceder con eso. Para nosotros ha sido una felicidad estar acá y ojalá haya muchas ediciones de este festival. Esta vez fue un día pero ojalá la próxima sean tres y así sigan creciendo. Esto que sucedió acá fue un quiebre de la realidad y un punto a la fe.

Coqui Ortiz






Coqui Ortiz:  “La vida que nos sostiene es el arte”



¿Quién dice que hay que generar espacios para encontrarse? ¿Quién se va a encontrar en esos espacios? ¿Hay público para compartir la música que pasa por fuera de los grandes escenarios de la música? Son preguntas que de alguna manera sí se fueron respondiendo a lo largo del festival que comenzó a las 17 y terminó pasada la media noche. Coqui Ortiz se presentó junto al pianista Juan Mora.


En la charla con Coqui Ortiz, deslizó: “hay que diferenciar que estos espacios son necesarios. Al mismo tiempo tengo que decir que aquí hay mucho esfuerzo y está a la vista que no son cosas que tengan rédito económico. En principio no se hace bajo el concepto de una empresa, ojalá sea una empresa y ojalá la gente pueda ganar plata haciendo estas cosas pero no es lo que sucede. La música que tocamos acá no tiene mayor circulación. No suele ser tenida en cuenta ni por los grandes festivales ni por las políticas culturales. El mismo músico entonces en algún momento comienza a transformarse en un gestor y en un tejedor de puentes para que otros se expresen. Esto es lo que hizo Tajy y esto me parece una actitud maravillosa y es la que me invita a seguir adelante. 


— Tocaste ahí un aspecto ahí que tiene relación con lo económico, acá no vas a ver aumentada tu cuenta bancaria. Entonces, ¿dónde está la riqueza o qué te llevás como valor de estos encuentros?


— Para responderte voy a remitirme a quienes tengo como foro también en la vida. A las personas que hacen teatro, a los poetas, quienes muchas veces tienen que pagar sus propios libros porque nadie los quiere editar. Nos ha pasado a nosotros los músicos con nuestros propios discos. La gente de teatro que ensaya y ensaya para una obra, después la presenta y espera que la gente pague la entrada para ver su propuesta teatral. Acá hay un gran amor por lo que uno hace. Si se da la posibilidad de que con eso se pueda llevar algo a la mesa de su casa está bárbaro. Pero como dice el poeta Roberto Yacomuzzi, yo me gano la vida con canciones aunque el pan lo consiga de otro modo. La vida que nos sostiene es el arte.


— Juan, ¿cómo viviste este Festival?


— Para mí ha sido una emoción muy grande participar de este festival. Aquí en estos espacios concretos, pequeños, todo se construye en estos tiempos difíciles, aún cuando lo que tiene más repercusión o lo que importa para algunos sean los megas eventos. En realidad es en estos espacios que construyen desde la cercanía, del contacto de la palabra y del compartir con el otro, desde donde revivimos historias. Compartimos relatos para mantenerlos vivos. Nosotros al escuchar lo que han hecho nuestros antecesores podemos aprender de ellos y hacer nuestra propia música. Es importante estar acá - como dijo Coqui en un momento -, es importante para nosotros la confluencia de estilos; somos del Litoral donde escuchamos chamamé y rasguido doble, pero además tenemos canciones con un lenguaje más amplio y con ello armamos un mapa musical sin fronteras.

Juan Mora tocó junto a Coqui Ortiz.
En el cierre se sumaron todos los artistas al escenario

  





Trascendencia



Hubo mucha gente que colaboró para este festival, y a muchos se les agradeció al final, como Emilia Quintana en iluminación, Maru Richieri en diseño gráfico, Inés Silvero como coproductora, Ramiro Berentz y Leo Tabu en sonido, Marcela Pujol en escenografía e Ivanna Carballo en fotografía. Todo el festival fue autogestionado. No tuvieron aportes económicos para solventar el festival. Sí, comentaron, recibieron apoyo de mucha gente que desinteresadamente se acercó a colaborar, como La Felipa que acercó el cátering para los artistas. Varios periodistas, entre ellos Carlos Lezcano. Los organizadores también pusieron de relevancia el Espacio Mariño hoy como un faro para la cultura de Corrientes.


Belén Arriola - Tajy

Al respecto Víctor Piñeiro expresó que “hacer esto nos acercó a gente que queremos y que quiere lo mismo que nosotros. Lo que queremos es juntarnos y estar alrededor de la música. La música y el chamamé generan un entramado social. A veces la virtualidad hace que se pierdan los contactos reales, sin embargo este festival recuperó la sensación de estar y compartir un sonido con el otro”. En la misma sintonía Coqui Ortiz agregó, “La gente se maneja por vínculos y por emociones. Nos emocionan nuestros hijos, nuestra pareja, nuestros amigos, el arte. Sentimos emociones cuando algo sucede, la obra de arte provoca eso y la canción es un vehículo para generar estas cosas. A veces la música nos hace pensar, nos hace soñar, nos trae un recuerdo que ya no está o simplemente nos abraza el pecho. Por un rato las cosas están un poco mejor y eso nos sirve de compañía para la vida cotidiana. Todo lo que abonamos a esta cantera sentimos que estamos haciendo algo trascendente”.

Víctor Piñeiro

Alejandro Tato Ramírez