sábado, 19 de enero de 2013

Bailanta del Puente Pesoa


El camame va detrás de los pasos de las parejas de baile.  La Bailanta Chamamecera que se está realizando en el Puente Peseo cobra fuerza e intensidad en sus dos últimas jornadas.  En este día sábado artistas de la talla de “Los Mercedeños”, “Los Cunumí”, “Integración”, “Alan Guiller”, “La Pilarcita”, daban rienda suelta a la VI Bailanta Chamamecera. Una pista bailable de pasto, un escenario modesto, vestimentas del gaucho finamente bordadas, la sonrisa de los niños correteando por el lugar daban el marco imponente de la raíz del chamamé.

Por paulo ferreyra
paulo.ferreyra@yahoo.com.ar


El Puente Pesoa se encuentra en el municipio de Riachuelo a pocos kilómetros de la ciudad de Corrientes.  Cientos de autos y motos se encuentran esparcidos por el predio de grandes árboles y sombras naturales.  El escenario preparado para dar rienda suelta a la Bailanta Chamamecera le da la espalda al mítico puente Pesoa.  Cientos de parejas bailan el ritmo chamamecero como un rezo, se miran a los ojos, se toman la mano, están juntos sin más.

En el medio de la pista el gaucho lleva la rienda suelta y sus espuelas anuncia su camino. El abanico es muy amplio, desde trajes finamente tejidos hasta los más jovencitos que se animan a bailar sin ningún atuendo en particular.   “No se bailar muy bien, pero dejo que la música me lleve por donde ella sabe”, sonríe María mientras descansa un rato y se refresca con un terere.

En la bailante hoy estaba don Ellero, el gaucho que recorrió toda la provincia de Corrientes y gran parte del país llevando la imagen de María Itatí.  “Hoy traje pruebas, tengo el álbum de fotos donde certifica cada lugar que he visitado con la Virgen”, sostuvo.  En el camino también con una pareja de bailes que cumplían 52 años de casado, “tenemos 10 hijos, aunque usted lo crea”, me sonríe la esposa, Graciela. 

“Tengo pastelitos y torta que recién comenzamos a fritar, ¿quiere probar algo señor”, dispara una señora mientras continúa amasando con sus mano.  En cuento a puestos de Artes había para elegir en todos sus gustos, materiales de diferentes estilos y formas.  La comida también era generosa y sus costos no eran elevados.

La bailanta chamamecera abre un espacio muy importante en el marco de la 23º Fiesta Nacional del Chamamé y 9º Fiesta del Chamamé del MERCOSUR.  El pueblo vuelve a la raíz y el chamamé cobre fuerza y mantiene viva esa llama que lo vio crecer, la bailanta.  


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