jueves, 20 de agosto de 2015

“Coqueteando entre música y miel”

Días atrás los jóvenes de Tajy celebraron dos años de vida. José Víctor Piñeiro en guitarra, María Belén Arriola en violín y Alejandro Tato Ramírez en acordeón celebraron su cumpleaños, “ya hace dos años de un 15 de agosto que comenzamos este hermoso camino. En estos días pensamos que no podía pasar inadvertida esta fecha así que nos juntamos a celebrar tocando nuestra música. Agradecemos a La Pépinière por esta hospitalidad con Tajy”, resaltó Tato Ramírez. Entre las composiciones del disco Florece y algunas sorpresas el público también celebró una tarde de fulgor y sueño.

Por paulo ferreyra
Fotos La Pépinière


En La Pépinière la música riega el ambiente cargado de verde y visitantes que se suman a la tarde. Los integrantes de Tajy se pasan el mate mientras mastican algunos chipacitos que llegan a su mesa. Una suave brisa mece algunas hojas mientras el sol se acerca lentamente al horizonte. Tajy celebraba sus dos años de vida, dos años “bajo la premisa de buscar un sonido renovador dentro del género chamamecero, además de componer un cancionero propio donde se exploran otros ritmos locales”, escribió Griselda Cazorla en Diorama.

Tajy está conformado por José Victor Piñeiro en guitarra, María Belén Arriola en violín y Alejandro Tato Ramírez, editaron hace un año el disco Florece con un alto porcentaje de composiciones propias. En La Pépinière una silla azul, roja y verde espera por el grupo. Sus instrumentos brillan y toman color en sus manos, pasada las 18 comienza la celebración. “Esto es Tajy, aquí vamos a festejar estos dos años de vida con un 70 por ciento de obras propias y un 30 por ciento obras de otros autores del litoral argentino. Gracias por venir y gracias por estar”, resaltó en la apertura del espectáculo Tato Ramírez.


“Abuelo Jacinto”, “viste crecer”, “el pretexto”, entre otros temas propios comenzó a tomar color la tarde, hay miradas y sonrisas en el trío. Tato se recuesta en su silla y su pecho se hincha en el fuelle que se abre en sonidos naturales, Belén deja correr una sensación de frío que envuelve el ambiente y pone sus dedos en acción correteando por el violín. En algunos temas canta Victor, en otros Belén o Tato, en algunos los tres juntos, el sol se funde en sus espaldas mientras ellos ponen color al atardecer.

“Hoy estamos acá porque el 15 de agosto cumplimos dos años de trayectoria. Han sido estos dos años muy intensos, hemos editado nuestro primer disco, seguimos componiendo y creando cosas nuevas. Estamos contentos de poder festejar en este lugar y agradecidos a quienes nos acompañan”, expresó en una pausa Victor Piñeiro mientras reclamaba un mate. En las mesas corría el té, café, algunos tragos, las masas y dulces de la casa, la charla animada en una rueda amplia elevaba su bullicio.


Victoria Martínez Zurbano aprovechó la pausa e invitó al público a cantarle Feliz Cumpleaños a Tajy, además arrimó un torta a los cumpleañeros. Sonrisas mediante los músicos agradecieron la sorpresa, nunca supe si hubo convite después del show. La noche fue ganando terreno, los mosquitos desafiaban los espirales y el frío. La música siguió entre temas propios y composiciones del litoral. Sobre el final Victor cantó Alma de Lapacho, Tato y Belén se abrazaron a sus instrumentos, Belén vuelve a estirar el puño de su abrigo y cubre sus manos, cierra los ojos y pareciera viajar por el Tajy de Ramón Ayala.

“Agradecemos a los dueños de casa por este recibimiento, cada vez que venimos este lugar esta más lindo. Hemos disfrutado de la música en esta tarde maravillosa. Gracias a cada uno de ustedes por el respeto y los aplausos”, deslizaron y tras un bis se despidieron con “Gente de Pueblo”. La celebración musical regó y alimentó el presente y el futuro de la música del litoral.


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