sábado, 25 de junio de 2016

"El Cerrojo es una ficción con atisbos de suspenso"

El próximo martes 28 y miércoles 29 de junio comienza la 10º Temporada de Cine Nacional en el Teatro Oficial Juan de Vera con el estreno de la serie El Cerrojo. "Esta ficción nos permitió poner en evidencia que tenemos la capacidad para hacer una ficción de calidad con actores y técnicos correntinos", advirtió el autor Víctor Ocampo. Este serie se realizó con el auspicio del INCAA, el autor es Víctor Ocampo, la dirección estuvo bajo la orden de Manuel Ibarra y la producción general de Leticia Gauna. Entre las perlas de esta sería un dato muy importante es la música, original y muy bien lograda.

Por paulo ferreyra
paulo.ferreyra@yahoo.com.ar


"El Cerrojo surge por un desafío personal de que podía escribir un guión, contar una historia que sea filmable y que llegue a la televisión. La idea era construir una ficción de suspenso, con algunas pinceladas de terror, concursar y ganar. No solo ganar por ganar sino el hecho de mostrarme a mí mismo que podía hacerlo. Investigar y estudiar. Lo hice con mucho respeto porque concursaba con otros que tenían formación, práctica y además son respetados en el ambiente audiovisual", expresó Víctor Ocampo.

El Cerrojo

Esta serie consta de ocho capítulos que reunieron a María Agustina Tognola Sanvitale, Mauro Santamaría, Luis Llarens, Edgardo Frías y Gastón Alexis. Estos actores sostienen la obra con gran autoridad actoral. La historia comienza con la repentina muerte de un empleado del Archivo de la Provincia de Corrientes quien deja inconclusa su investigación sobre un hecho importante. La hija de este empleado - María Agustina Tognola Sanvitale - tomará el cargo de su padre y también se hará cargo de esa investigación. La trama y la intriga se abren en un apasionante juego de palíndromos, misterios e historias personales.

Víctor Ocampo junto a María Esther Aguirre y Angel Quintela

"Entendí que mis textos podían conmover"
Las palabras se suceden como un torrente, "espera" - advierte Víctor Ocampo y las interrupciones quedan para el punto final. "Yo vengo de algunas publicaciones, de algunos concursos ganados y de publicaciones de cuentos en España. Hace tiempo que escribo cuentos. Entonces con esa base de darme cuenta que tenía capacidades para escribir comencé el sueño de trasladar una historia al papel y que esa historia tenga forma y estructura audiovisual", comenta Víctor sobre cómo nace El Cerrojo.

"En este desafío de escribir para televisión comenzó otra tarea de investigar y estudiar lo que significa escribir un guion para televisión. Fui muy autodidacta en todo este proceso. Pero El Cerro nace por dos motivos principales, uno fue el desafío personal de que podía escribir un guión, contar una historia que sea filmable y que llegue a la televisión. El segundo motivo fue haberme encontrado con Manuel Ibarra, nos cruzamos con él en la vida, en la militancia y en la construcción de otros cosas. Con Manuel nos trenzamos en esta locura de contar una historia de ficción hecha en corrientes. El me potenció con sus historias y nos repartimos tareas, para mí era mas fácil escribir y para el dirigir también era más fácil", expresó Victor Ocampo y luego vuelve a sentenciar, "me di cuenta que lo que escribo genera sensaciones en otro".

¿Cómo te das cuenta de que lo que escribís genera algo en el otro?
Durante la construcción del Guión de El Cerrojo hubieron varios signos que nos mostraron que esto era un proyecto filmable. Por ejemplo, en Buenos Aires nos encontramos con Julio Maestro, tomamos un café con él y después de leer el guion manifiesta que "El Cerrojo" "hay que filmarlo porque es oro en polvo". Julio Maestro fue el guionista de Los Simuladores, entre otras series y películas. Su opinión fue un gran espaldarazo en este proceso.

Sin embargo pasó un año y medio hasta que enviamos el guión al INCAA, Manuel Ibarra no tenía fe pero finalmente fuimos preseleccionados y meses después nos dan la noticias que ganamos el concurso.

¿Cómo fue el proceso de llevar eso que estaba en el guión a la pantalla?
Hacerlo y filmarlo es otra historia. Lo que esta escrito difiere a lo que esta en la pantalla, el guión de El Cerrojo cambio en algunos aspectos a lo que está en el producto final. Una cosa es escribir y otra cosa es trasladarlo a la pantalla con 30 técnicos y más de 100 actores. Ojo, nosotros éramos consciente de las limitaciones que tenemos y las limitaciones que hay en el medio.

Una vez que ganamos el concurso nuestro desafío con Manuel Ibarra y Leticia Gauna era mostrarle a Buenos Aires que nosotros éramos capaces de producir un audiovisual prolijo y que guste, además con técnicos y actores locales. Desde el INCAA me sugieren que contrate a un actor de experiencia de Buenos Aires para que le de peso a la serie. Pero nuestra apuesta fue siempre los actores locales.

¿Estas series potencia a los técnicos y actores locales?
Los actores nos reconocen que estas instancia nos permiten avanzar a la profesionalización, el actor se profesionaliza trabajando, los técnicos se profesionalizan cuando trabajan. La industria del cine se sostiene con plata, si queremos buenos actores y buenos técnicos hay que pagarles bien.

¿Qué sentís que te faltó o le faltó a la historia?
Creo que me falta como guionista. Me faltan cosas. Me sorprendió gratamente la actuación de los actores y técnicos en el desarrollo de El Cerrojo. Ahora me siento parte de ese desarrollo porque fue en algunos aspectos un aprendizaje que lo hicimos en conjunto.

Por estos días leí algunas definiciones de El Cerrojo bastante dispares, ¿en definitiva es "suspenso con matices de terror o ficción negra?
La intensión inicial fue esta, ficción con matices de terror. Pero las limitaciones de presupuesto nos obligaron a reescribir el guión en algunas escenas y eso fue cambiando el carácter del género. Creo que lo más adecuado sería hablar de una serie con atisbos de suspenso, no de terror. No hemos logrado ese terror que queríamos imprimir en la obra.

Un cineaste de la región acunó la frase de que vivimos la "década filmada", ¿coincidís?
Creo que vivimos diez años de apertura y acompañamiento del estado a la producción audiovisual de todo el país. Ahora hay que aprovechar y capitalizar esa vía para seguir produciendo, no sin plata, ninguna productora en este país lo hace de forma totalmente independiente. Acá en Argentina es imposible producir sin el acompañamiento del estado.

Esta década filmada nos permitió avanzar en aprendizaje, en la obtención de algunos equipos que hoy nos puede permitir seguir filmando con cierta calidad. El desafío es mantenernos y seguir produciendo. Hay que hacerle entender a la nueva gestión que la producción audiovisual debe ser federal.

Por último, hablamos al inicio que surgió todo como un desafío personal. Ahora te demostraste que podés, ¿cuál es el próximo desafío?
Ahora quiero perfeccionarme, estudiar y escribir guión, pero ahora además quiero dirigir. Dirigir ahora es el gran desafío. Manuel Ibarra me dio la oportunidad de co dirigir algunas escenas, hacer televisión es tratar con el técnico y con el actor en cada momento. Fue todo un aprendizaje muy rico. Se puede. 

Además hoy podes tener muchas herramientas audiovisuales pero lo más importante siempre es tener algo para decir con esas herramientas. Yo entré al universo audiovisual justamente por este lado, tengo claro qué transmitir. Creo que se trata de saber qué contar, tengo la fortuna de entrar al audiovisual por saber qué contar. Después veo con qué y cómo.

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