martes, 25 de junio de 2019

Visita guiada en el Museo de Bellas Artes

En las salas del Museo se encuentra en exposición la muestra “En tránsito. Tesoros de la colección del Museo Nacional de Bellas Artes”. Este martes alumnos del tercer año del Profesorado en Artes Visuales del Instituto Superior Josefina Contte realizaran una visita guiada abierta al público, coordinada por el profesor José Alfredo Ramírez quien viene realizando estas actividades con otros grupos de estudiantes y público en general. 



por paulo ferreyra
sapukai.culturas@gmail.com.ar

El Museo Provincial de Bellas Artes “Doctor Juan Ramón Vidal” está abierto de 8 a 20; este horario se reduce los fines de semana y feriados, cuando las puertas están abiertas de 9 a 12 y de 17 a 20. La muestra En Tránsito, tesoros del Museo Nacional ya ha recibido más de 2 mil visitas.
José Alfredo Ramírez realizando una visita guiada

La visita de estudiantes del Instituto Contte tiene como finalidad explicar y resignificar las obras expuestas. El mismo grupo realizó el día anterior una clase abierta de reintepretación y resignificación de obras. “La propuesta es que de los alumnos nazca la necesidad de formar o crear un sentido de pertenencia hacia el Museo. Voy a cumplir 58 años y hace 55 años que visito el museo”, explicó el profesor Ramírez sobre esta actividad. “Voy por necesidad y porque entiendo que ese es mi lugar. Así como en mi infancia recorrí otros museos de la ciudad. Entiendo que el alumno no solo recibe información o formación cursando materias sino que también por fuera de la currícula hay otra formación que es la que debe despertarse. La idea es esa, porque aunque parezca mentira hay mucha reticencia o preconceptos sobre ir al museo. Quiero desterrar esos prejuicios para que la gente vaya sin miedo y con libertad a ver obras de arte”, enfatizó.

Obra de Raquel Forner

La muestra reúne a artistas del país y extranjeros, así pueden apreciarse obras de Pablo Picasso, Antonio Berni, Xul Solar, Luis Felipe Noé, Emilio Pettoruti, Benito Quinquela Martín, Eduardo Schiaffino, Joaquín Torres García, Juan Carlos Castagnino, entre otros.

El profesor José Alfredo Ramírez hizo su primera visita guiada el 5 de junio, día de la inauguración. Destacó varias obras pero en esta ocasión ponemos sobre relieve el cuadro de Raquel Forner, La desolación. “Esta una obra importante de ver por varios factores. En principio porque es de una mujer, esto es significativo porque en este ambiente fue difícil el acceso de la mujer en el arte. Esto sucedió aquí en la Argentina pero también en muchas otras sociedades del mundo. El ambiente artístico siempre ha sido difícil. Desde la antigüedad nunca estuvo bien vista la actividad de la mujer en el arte”, explica.

“En la historia del arte de nuestro país mucho antes de Forner tenemos a la artista Lola Mora. Sin embargo, ella también tuvo que saberse ganadora por un lado y tuvo que saber moverse en un ambiente muy machista. A Lola Mora se le cuestionó la veracidad de su autoría, incluso se llegó a decir que ella bosquejaba la obra pero la ejecutaba un hombre. Es decir, tuvo que soportar que dudaran de sus capacidades físicas e intelectuales para ejecutar una obra de arte”, agrega.

“En el caso de Raquel Forner era una persona importante ya que fue pintora, escultora, profesora de dibujo. Ella evoluciona desde un estilo naturalista hacia un expresionismo muy particular, inclusive se concibe su obra como más surrealista”, comenta. El profesor es un apasionado del arte, observa el cuadro y las palabras le brotan con total naturalidad, profunda e intelectual. “Esta de Raquel lleva por título Desolación. Es un óleo, es figurativo, es significativa porque entre otros factores a pesar del tamaño reducido de la obra tiene una fuerza impresionante. Esto habla del concepto de la mujer como artista, es la persona que deja velar todos sus sentimientos a través de la pincelada”.
 Raquel Forner, obra bajo el título La desolación.

“Observando esta obra vemos la fuerza y el poder que constituye un cuadro importante. Además es un rostro que está enajenado, tiene la mirada perdida, el título de la obra —la desolación— acompaña esa impresión que produce al verla. La técnica es muy buena, hay cierta pastosidad, hay un empaste en las pinceladas que hacen que el rostro se defina de tal forma que tiene volumen. Los retoques que tiene son importantes porque demuestran una pincelada muy precisa, por ejemplo, destaco la boca. Si uno se acerca observa como está pintado los labios superior e inferior en tonos muy parecidos, pero no iguales. Además, hay una pincelada muy justa que hace a la división de los dos labios. Eso demuestra un virtuosismo muy particular. Hay otros cuadros en la misma sala donde ese detalle se ve homogéneo”.

Por último, José Alfredo Ramírez advierte que esta obra singular y de gran valía no es la más representativa. “Para terminar me gustaría agregar algo que ella decía: ‘Necesito que mi pintura sea un eco dramático del momento que vivo’. La artista deja así trasuntar en su obra los elementos que vive y siente”.

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