miércoles, 7 de julio de 2010

Las composiciones son como los hijos

Un acordeón a piano se abre y rompe el silencio del litoral chamamecero. Daniel Franich ya grabó dos discos y forma parte de la legión de una importante empresa de yerba que recorre nuestra zona. Por Internet ya circula su música y bajo el impulso de este mismo medio de difusión dialogamos con él.


Por paulo ferreyra

Paulo.ferreyra@yahoo.com.ar


El músico nació el 9 de julio de 1973 en Villa Minetti, al noroeste de la provincia de Santa Fe y como él mismo relata, su infancia transcurre en el campo al oeste del pueblo. Su vínculo con la música comienza ahí “Soñaba con los discos que escuchaba mi viejo: Cocomarola, Tarragó Ros, Los Chalchaleros, Jorge Cafrune… No sabes como se me cayeron las lágrimas cuando de grande lo vi a Cafrune en la película Argentinísima, cantando zamba de mi esperanza”, relata. “Por las noches me acuerdo cuando mi padre se juntaba con su hermano para cantar hasta las 4 de la mañana con guitarra y bombo…"


Desde chico siente que sólo quiere dedicarse a la música, “en la búsqueda de grabar un disco se me empieza a dar por la creación y así empecé a hacer mis temas allá por el 92 o 93, pero sin demasiado éxito pues no conocía a nadie que me pudiera dar una mano o me guiara”.

Cómo empezaste con la música, cuando tuviste tu primer acordeón en mano.

Empecé quizás porque desde muy chico estuve motivado, mi papá escuchaba en un viejo tocadiscos a pilas las canciones de Cocomarola, Tarrago Ros, Cafrune, Los chalchaleros, etc. Al acordeón me acerqué a los 12 años.

Daniel Franich grabó su primer disco tras sortear varios pasos de la vida. Cuenta que en el 2005 sale mi pueblo y viste como es un primer disco hecho a pulmón con aciertos y errores me sirvió en parte porque tenia algo para mostrar estaba bien, los músicos que me acompañaron son bárbaros. Me abrió puertas porque era un disco fino y otras puertas se me cerraron porque me decían que era muy fino, que no servía para ciertos lugares, así que entonces te encontrás con que tenés que hacer algo que yo no quería. De todos modos logré que me respeten como músico y fue gracias a ese disco y por supuesto por tocar cosas o de una forma, creo, respetable... Grabé la calandria, el guazuncho, Valdez carpinchero, ñangapirí, mi pueblo, no empujen, che Paraguay.

Ahí quería llegar, interpretas “La Calandria”, que representa Isaco para tu formación musical.

Lo que me pasa con Isaco es que tiene la virtud y me hace dar cuenta que con dos notitas bien puestas y bien estiradas te pueden conmover profundamente.

Litoralma


Es el título del segundo disco de Daniel Franich, recuerda que lo empezó a grabar en octubre del 2006 y lo terminó en septiembre del 2007. Fluyó por las calles recién por agosto del 2008. A este c.d. lo grabó con bajo y guitarra de Osvaldo Lucero, en batería Gonzalo Díaz, guitarra y la voz de David Díaz, el sanjustino, en percusión Sergio Rosa, y batería eléctrica Claudio Molini... Pero además, como músico invitado y perla, esté Maria va con Antonio Tarrago Ros.

Una media docena de temas propios integran este trabajo, dos de ellos en coautoría con Hugo Flores y otros clásicos del repertorio chamamecero.


Con la Embajada Playadito has recorrido parte del litoral, cómo fue tu experiencia.


He recorrido y sigo recorriendo el litoral y también otras regiones. Mi experiencia por supuesto muy buena porque al visitar distintos lugares de nuestro pais voy conociendo los gustos y las vivencias de cada lugar lo que me nutre espiritualmente y es el alimento que todo artista necesita para seguir en este camino musiquero.


Hablemos un poco de tus composiciones, qué fue lo primero que compusiste.


Todos piensan que fue un chamamé, y no, lo primero que compuse fue una zamba que quedó olvidada en algún cajón por ahí.


Qué tema tuyo es el que más te gusta recomendar que escuchen.


Las composiciones son como los hijos no se puede querer a uno mas que a otro, creo que cuando uno compone pone el alma, el corazón en definitiva el que define o elige después de todo es el público lo que también es válido.


Sentís que cada rincón del litoral esconde sus características propias a la hora de componer.


Si totalmente, me imagino que lo que yo he vivido en el norte de santa fe si bien hay una similitud no me puedo comparar con alguien que se crió por ejemplo en Mburucuyá, Curuzu Cuatia o en Posadas, etc.


Vas construyendo tu estilo de música, percibís que sea distinto al de otros provincias.


Si, repito un poco lo que dije anteriormente si bien los referentes de uno son los mismo uno lo siente y lo expresa de acuerdo a las vivencias, y al paisaje de cada uno, por ejemplo en mi zona (Villa Minetti noroeste santafesino) no hay rios, entonces no podria nunca contar lo que siente un correntino que se crió contemplando el rio Paraná.

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