lunes, 12 de agosto de 2013

“La poesía es un hecho cotidiano”

Enrique Llopis
Enrique Llopis estuvo en estos últimos meses recorriendo ciudades del litoral presentando la obra Alto Paraná. Enrique es músico, poeta, compositor, también podríamos decir que es sociólogo o historiador, en esta charla nos sumergimos en lo que fue la guerra de la Triple Alianza y sus consecuencias, hablamos de la guerra civil española, de los correntinos en Rosario y de la importancia de la poesía en su vida. “Es raro el día que no lea un poema. Siempre estoy descubriendo y redescubriendo sensaciones nuevas en la lectura de los poemas”, confiesa.


Por paulo ferreyra

paulo.ferreyra@yahoo.com.ar


La obra Alto Paraná ya fue presentada en la ciudad de Formosa, Resistencia, General San Martín y se espera su estreno en la ciudad de Corrientes y de otros puntos del litoral. Enrique Llopis compuso la música original de esta obra y es el cantor en la puesta en escena de la misma. Esta historia de Alto Paraná “se hizo música y canto, danza y drama, formas expresivas que tienen los pueblos para narrar el dolor y las penas de los que supieron morir en el olvido sin ser olvidados”, expresa el director de esta obra Leonardo Napoli.

Semanas atrás esta obra fue presentada en el interior de la provincia del Chaco, en General San Martín. Cuando aún faltaba unos minutos para habilitar la sala del Teatro Griego nos ubicamos en la platea con Enrique Llopis y tuvimos esta pequeña charla donde el músico, poeta y compositor cuenta sus vivencias y su mirada entrañable al litoral. 

- ¿Cómo surgió esta obra Alto Paraná?



Esto surgió como una inquietud de Leonardo Nápoli y Manuel Macarini, quienes me acercaron una propuesta para musicalizar esta obra. El tema siempre me interesó. Este tema forma parte de mi agenda. Me encantó el desafió. 

Cuando me acercaron el libro inicial – yo estaba haciendo La Forestal en Buenos Aires – nos pusimos a trabajar durante mucho tiempo. Por supuesto que hubo idas y venidas que tienen este tipo de proyectos con estas características, es decir cambios permanentes, trabajar sobre la prueba y error, seguir avanzando. Tuvimos varios cambios hasta lo que hoy es Alto Paraná. Creo que hemos redondeado una propuesta importante en el marco de una asignatura pendiente en el repertorio de nuestra dramaturgia.

- ¿El punto de partida es la Guerra de la Triple Alianza?

Comienza así o podrías decir que el punto de partida es la Guerra de la Triple Alianza. Todas las secuelas de la guerra, el éxodo, sobre todo el éxodo paraguayo a argentina. El heroísmo de la mujer paraguaya. Lo que más me alegra es que hemos concretado un homenaje justo a la mujer paraguaya. Desde mi forma de ver es la heroína de toda una etapa que tiene que ver con la pos guerra, la preservación cultural del Paraguay. 

No olvidemos que de los 200 mil paraguayos que sobrevivieron a la guerra del Paraguay solo 24 mil eran hombres, y dentro de esos 24 mil habían viejos y niños, casi el 85 por ciento de la población eran mujeres. La mujer era la reserva de la cultura paraguaya. La mujer levantó el país, trabajó, luchó y preservó fundamentalmente la cultura. Hoy cuando uno ve la cantidad de rasgos culturales que no pudieron ser aniquilados en el Paraguay creo que hay que bucear en el heroísmo de la mujer paraguaya. No soy un sociólogo ni un historiador para afirmarlo, es lo que me dicta la experiencia, las distintas lecturas que uno ha hecho sobre esta realidad histórica. 

Fíjate que en el 2015 se van a cumplir 150 años de la guerra y este es un proyecto que puede servir, ojalá las autoridades así la entiendan, que puede servir para que nuestros pueblos se hermanen y se unan a través del arte. Por medio de estas expresiones como la música, la danza, el canto, hemos logrado conjugar en esta obra un homenaje a la mujer paraguaya. Es una asignatura que tenía pendiente que desde el estreno de Alto Paraná dejo de ser pendiente, porque ahora ya tenemos un punto de partida para trabajar. 


- Por medio del lenguaje, el cuerpo y la música la cultura del MERCOSUR cobra vida en esta obra. ¿Podrías afirmar que este es el único MERCOSUR activo pues desde el aspecto político u económico de la unión de estos países latinoamericanos aún no existe nada?


La ceguera de los políticos es tan grande a veces. Vos miras un detalle, cuando se conformó las actas inaugurales del MERCOSUR la cuestión cultural no figuró. A punto tal que ellos deben pensar únicamente en el producto bruto interno, y no es así, yo cuando hablo del Paraguay pienso en un arpa, en un Elvio Romero, Herminio Giménez, pienso en Asunción Flores, no pienso en el PBI ni en cuanto exporta. Cuando pienso en el Paraguay me viene la cultura guaraní y lo mismo pienso que un paraguayo cuando piensa en argentina no piensa en los niveles de exportación, nuestro pueblos se unen a través de la cultura, a través del arte. 

A demás por encima de las cuestiones oficiales hay una unidad concreta que es una unidad cultural, cuando uno habla de Paraguay, Formosa, Corrientes, Misiones, del sur de Brasil estás hablando de una unidad cultural que no está dividida por puntos que figura en un mapa, es una unidad cultural que está por encima de todo. 

Yo he sido un opositor y sigo siendo opositor a la división regional que se ha realizado en argentina, donde Santa Fe y Entre Ríos pasaron a ser parte de la región centro y dejaron de formar parte del nordeste. Culturalmente el río y la cultura guaraní ha unido a nuestros pueblos y me parece inconcebible este cambio. Desde ese punto de vista la acción cultura es el gran desafío. 

La cultura es el camino y la sangre por la cual los pueblos se integran, por el cual se vencen los regionalismo y los nacionalismos más dañinos. Porque juntamente florece lo mejor del espíritu del hombre, cuando leo los poemas de un Elvio Romero y lo que veo es el sentir de un pueblo, a través de su palabra, termino admirando, termino queriendo, termino enganchado por así decirlo. Me imagino que él cuando escuchaba un tango, o la voz de Mercedes Sosa o de Gardel le pasaba exactamente lo mismo. 

Son mensajes que los políticos deberían tomarlo y no caer en las pequeñeces divisionistas que a veces caen, y que nunca terminan bien. Creo que estas cosas como Alto Paraná son importantes para trabajar, para apuntalar, cuestiones que se deben estimular. Es una obra que podría ser representada perfectamente por elencos regionales, no solamente por este elenco. Un elenco con argentinos, paraguayos, brasileros haciendo una misma obra.


También creo que esta obra de alguna manera reivindica a una gran cantidad de argentinos que en aquellos años fueron opositores muy firmes a esta guerra, a aquel genocidio, a aquella guerra, a aquella locura. No podemos olvidar a Juan Bautista Alberdi, Juan María Gutiérrez, Carlos Guido y Spano, aún recuerdo cuando repetía en el colegio “llora llora urutau, en las ramas del yatay, ya no existe Paraguay, donde nací como tu, llora llora urutau”. Repetíamos los versos sin saber la profundidad de esos versos y la lucha opositora que realizaban estos hombres. Fíjate que la guerra del Paraguay no figura en los planes de estudios, no se habla del tema. Alto Paraná es un gran aporte a esta perspectiva de la historia.


- Volviendo a los regionalismos, incluso tu música ha llegado muy poco a esta parte del país. Recién en los últimos años estás – si se quiere el término – visitando más el litoral.


Pero eso depende de otras cuestiones contractuales. Depende de que el dueño de una peña se interese por traerte, me parece que eso pasa por otro lado. Yo estoy criado en una ciudad tremendamente influenciada por la cultura correntina, por la cultura chaqueña. La gran migración interna que tiene rosario es fundamentalmente correntina y chaqueña, por supuesto que hay de todas las provincias pero hay barrios enteros de correntinos y chaqueños. 

La patriada de Tarrago Ros fue importante.


Claro, pero eso fue en otra época. Rosario era llamada en esos años la “segunda Corrientes”, vivía Tarrago Ros y por ahí desfilaban Montiel, Isaco, Cocomarola, pasaban por allá, era la ciudad de ante sala de Buenos Aires. Pero había muchos trabajadores correntinos. Los trabajadores correntinos eran muy buscados por la tarea de los frigoríficos que se estaban instalando en la ciudad, entonces barrios enteros de la zona sur de rosario crecieron con la población correntina. Tarrago Ros tenía ahí un público cautivo importante con las bailantas. 

Cuando en los 80 se hablaba de grandes bailantas yo me acordaba de mi infancia cuando ya había grandes bailas en Rosario, las grandes bailantas que había entonces en la zona sur de Rosario, baile de Villa Diego, Villa Gobernador Gálvez, Pueblo Nuevo, Barrio Saladillo, eran bailes de 5 mil, 8 mil o 3 mil personas. Eran sin dudas grandes bailantas con una presencia migratoria correntina muy importante. Había paraguayos, entrerrianos y fundamentalmente correntinos.


- El año pasado presentaste La forestal en Buenos Aires con gran éxito a sala llena, podemos esperar que venga esto al litoral.


No creo porque La Forestal es una obra que lamentablemente no pudimos traerla por la zona o por la región. Fue una obra que tuvo un éxito muy grande. Una obra emblemática de los años 80 porque coincidió con la apertura democrática y con una herida fresca y latente que fue la guerra de Malvinas, entonces cuando nosotros llegamos a Buenos Aires con esta obra se produjo una adhesión por parte del público muy importante. De alguna manera fue el desembargo de un grupo del interior a Buenos Aires en los años iniciales de la democracia.


La deriva de un marinero en tierra argentina.

“Dentro de un mes estará saliendo mi quinto libro. Rafael Alberti. La deriva de un marinero en tierra Argentina”. Enrique Llopis lo cuenta y una sonrisa se le dibuja en el rostro. Está muy entusiasmado con este libro. “Este libro es la historia del poeta español Rafael Alberti y su esposa María Teresa León en Buenos Aires. Ellos llegaron exiliados de la guerra civil español en 1940 y vivieron en Argentina hasta 1963”.

Este libro de Enrique revela como fueron esos años de exilio en argentina. “Lo pude reflejar en una importante cantidad de páginas después de un trabajo de investigación bastante arduo del cual fuiste parte porque tenía que ver con la presencia de Rafael aquí por la zona. A mediados del siglo XX había centros republicanos en Corrientes, Córdoba, Rosario y en otros puntos del país. Estos centros tenían a Rafael como uno de sus grandes protagonistas a través de sus conferencias, que era una forma de solidarizarse con aquellos exiliados, aquella intelectualidad española que tanto aportó a nuestra cultura”.
En este punto Enrique hace una pausa y resalta, “me parece que también – ya que estamos hablando de asignatura pendiente - la cuestión del exilio republicano en la argentina sigue siendo una asignatura pendiente para nosotros. La creación de las grandes editoriales, los grandes dramaturgos, los grandes artistas, los grandes intelectuales que llegaron en aquel momento, los profesores universitarios que llegaron en aquel momento hicieron mucho por este país”.

“Estoy convencido de que hicieron mucho y a veces es tan difícil encontrar bibliografía relacionado con ellos salvos los trabajos voluntariosos que mucha gente ha realizado pero que vos no los encontrás tan fácilmente en las bateas de libros o en las bibliotecas. Es muy difícil acceder a ese tipo de trabajos. Te digo porque la investigación que hice fue muy difícil, trabajo muy artesanal, tuve por suerte el hecho de haber trabajado con Rafael Alberti, tener muchas entrevistas, muchas charlas con él, mucho documentación de primera mano. Material que me apuntalo el conocimiento sobre su bibliografía y el testimonio de mucha gente que aún vive en Buenos Aires y que fueron compañeros de ruta de él. Este es un trabajo muy emotivo, muy conmovedor”. En poco tiempo más este libro, “Rafael Alberti. La deriva de un marinero en tierra Argentina” estará en las librerías de todo el país.


“La poesía es un hecho cotidiano”


En esta entrevista quizás hayan quedado colgados algunos términos o algunas palabras dichas por Enrique Llopis. Quien tiene la posibilidad de estrechar con él un diálogo enseguida advierte como fluye en él la poesía, cuán importante es para el este género literario. “Para mí la poesía es un hecho cotidiano, es raro el día que no lea un poema. – Advierte. “Leo de cualquier autor, a veces leo algún libro que me llega, todos los días leo un poema. Es raro el día que no lea un poema. 

A veces cuando te agarran nostalgias o melancolía recurro a los poetas que he conocido y voy redescubriendo cuestiones que las tenía releídas pero que son como esas capas de la cebolla que uno va sacando, pelando a través de cada lectura. Siempre estoy descubriendo y redescubriendo sensaciones nuevas en la lectura de los poemas. Leer un poema lo tengo tan incorporado que es un hecho natural como beber agua”. 


Sobre el cierra de la charla, le cuento a Enrique Llopis que Aledo Meloni dice que la poesía tiene un vuelo aún mayor cuando se hace canción. “Un poema que te guste podes leerlo una, dos, tres, hasta diez veces. Un canción que te gusta la podes escucharla mil veces”, afirma Meloni. En coincidencia con esto Enrique sostiene que la poesía hecha canción sin lugar a dudas tiene otra carga, por eso “quiero traer aquí algo que decía Homero Manzi. “El sostenía, dejé de ser un hombre de letras para ser letra para los hombres”.

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