viernes, 20 de junio de 2025

“El proceso es la parte viva de la cosa”


Este sábado se abre el telón de teatro para la obra
No existe nada que no sea un ensayo. El elenco está conformado por Emiliano Khayat, Franco Greve, Adriana Villar y Angelina Carissimo. En una charla con parte del elenco hablamos sobre esta apuesta de hacer foco en el ensayo, de poner la mirada en los procesos, donde nos preguntas qué es más importante, ¿el viaje o el destino? La cita es este 21 de junio a las 21 en el Teatro de la Ciudad, Corrientes.

 

Por Paulo Ferreyra

Fotógrafo gentileza Máximo Vargas Gómez

 


No existe nada que no sea un ensayo. Desde el seno de la obra teatral cuentan “que un actor, una actriz, un músico y una directora se encuentran y viajan. Una obra que todavía no es, sino solo fragmentos de todo aquello que podría llegar a ser”. El elenco está conformado por Franco Greve, Adriana Villar, Emiliano Khayat y ahora Angelina Carissimo. La cita es este sábado 21 de junio en el Teatro de la Ciudad, Pasaje Villanueva 1470 – Corrientes, a las 21.

 

Esta obra surgió a partir de la convocatoria de María Belén Meana, directora de la obra No existe nada que no sea un ensayo. Ella convocó al actor Franco Greve, a la actriz Adriana Villar y al músico Emilio Khayat. Uno de ellos comentó que la etapa de exploración duró casi ocho meses. Ahí fue surgiendo la obra, estuvieron durante meses completos explorando, investigando e improvisando. A partir de esas acciones fueron escribiendo la obra. La misma tiene varias líneas interpretativas y es fragmentada. Hay mucho de un viaje y un recorrido. Salta ahí una gran pregunta - ¿Si el destino es lo importante o el viaje?

Franco Greve

 Franco Greve viene con sus experiencias en el universo del clown y de la improvisación, “me formé en la incertidumbre total”, desliza como quien dijera hace frío o hace calor. Tremenda certeza. “Me formé en la incertidumbre total”. Durante la charla agregó que desde su proceso aprendió a estar en un medio aleatorio durante mucho tiempo. A esa incertidumbre le suma el efecto de confiar en que algo va a pasar.

 

Este año se sumó al equipo Angelina Carissimo. Ella había asistido al estreno de la obra como espectadora, tomó contacto con todo lo que sucede desde afuera y con total ingenuidad. Ahora, está dentro de la obra en Reemplazo de Meana. “Hago el papel de directora en vivo y en directo. Con mi inclusión nos seguimos preguntando cosas y la obra irá cambiando a medida que nos demos cuenta de qué cosas funcionan y qué cosas no funcionan”, agregó con entusiasmo vivo Angelina.

 

 

“Tengo mucha tranquilidad en los procesos”

 

En este camino de construcción de la obra teatral Franco Greve cuenta que desde un comienzo se entregó a María Belén, a ella y su mirada del arte, a sus compañeros y compañeras. “El proceso de ensayo fue lindo, divertido y un espacio para dejarse confiar en el viaje. Cuando empezamos a combinar todos los elementos y vislumbramos el desenlace del proceso, cuando pensamos en la presentación ante el público y el montaje de la obra, luces, vestuario, ahí subió un poco la ansiedad para solo un poco”, deslizó.

Angelina Carissimo 

 

En esta obra la propuesta de los actores y de la directora es jugar con el meta teatro. El teatro dentro de la obra de teatro. Hay intervención directora de la dirección durante la función. La directora participa de la obra y forma parte del ensayo general. En la obra se ve mucho de lo que es un ensayo y como es la cocina detrás del telón teatral.

 

“La intención aquí es no tapar el artificio del teatro. Nosotros mostramos el juego que hay en los ensayos”, comentó Angelina. “Los espectadores de esta obra se van a encontrar siendo parte de un ensayo, en el cual pasan cosas que son errores y cosas que se van mirando o midiendo. Entonces hay cuestiones que se necesitan poner o sacar, se ve la necesidad de fijar cosas en el cuerpo de quienes forman la obra de teatro. Se toparan con muchas escenas que el grupo ensayó, alguna son divertidas y otras dramáticas. Para quienes asistan será como ver un universo donde pasas de la risa a la angustia, el público tendrá la posibilidad de entrar en la cabeza de los que están armando la obra de teatro”, sintetizó.

 

Reír

 

Franco agrega, “hay mucho en la obra de nuestro sentido del humor. No hacemos chistes pero suceden situaciones que causan gracia. De hecho hay partes donde pensábamos que la gente no se iba a reír y se ríe mucho, otras partes donde pensábamos que eran graciosas y la gente no se ríe, eso suele pasar. Esto depende mucho del grupo y de la energía de los espectadores”. Además advierte que el objetivo no es que la gente se ría. No lo buscaron y no lo buscan. Pero la obra la hicieron ellos y traslucen ahí sus personalidades. “No hacemos bromas ni chistes”, aclara Franco.

 

La nueva directora suma aquí su mirada, “Adriana y Franco hace mucho que trabajan en la técnica de la improvisación. Ellos tienen una química orgánica que se ve en la obra. Manejan algo que le sale de forma natural, desde adentro del cuerpo y eso es genuino, propio de esa dupla que avanzó de algún modo sobre la obra”. Ya casi en un tono más reflexivo, Angelina despeja, “la comedia no es cómoda. Es un lugar político para decir cosas, la comedia es una herramienta que le sirve al elenco de No existe nada que no sea un ensayo.

 

 

“El arte es proceso”

 

Antes de charlar con Franco y Angelina había leído la frase Si te pide la luna llevale al teatro. Así que ahí charlamos sobre la importancia del teatro y al respecto Franco destacó que hacer arte es un acto político. Tomar esa elección es política.



“Dejé de hacer muchas cosas para hacer teatro, eso es político y es mi manera de ejercer una política. Hay algo del espíritu que te transporta a otro lugar. La magia aparece en el teatro y eso es hermoso. En el momento que estamos haciendo la obra con público, la sinergia que se produce entre los actores y el público es mágico, aparece algo nuevo ahí - estamos en una burbuja - donde todo creemos y viajamos en mundos imaginarios que nos conmueven, que nos dan bronca, que nos generan preguntas y emociones. Que sucedan estas cosas en el teatro es un regalo hermoso de esta humanidad”.

 

Por su parte Angelina subraya algo importante, “el proceso es la parte viva de la cosa”. Lo dijo casi en pausa para que tome nota con seguridad. “Cuando una obra está termina no se puede tocar nada. Hoy vivimos en un contexto donde estamos rodeados de inteligencia artificial - donde nos están cercando cosas creadas por otros y donde nos muestran cosas acabadas – aquí es la contraparte. Ver el proceso es interesante y refrescante. En esta obra es lo que nos interesa mostrar y enfatizar. Además de ver algo vivo, porque cuando vemos teatro estamos viendo algo vivo - porque son personas que están ahí haciendo algo profundamente vivo”.

 

Cuando me llegó el título de esta obra pensé muy rápido en el libro de Milena Busquets, Ensayo general. Donde pueden encontrarse citas como está: "Al menor rechazo, aunque sea minúsculo y milimétrico, es necesario salir corriendo, las puertas del afecto o están abiertas de par en par o están cerradas a cal y canto y no hay nada que hacer". Angelina tiene una relación así con el teatro, es o no es, sin grises ni media tinta. “El teatro es un enemigo que le quiero ganar todo el tiempo. Que le muestro cosas lindas para ver si le puedo ganar, personalmente es un enemigo - lo odio- porque es difícil, porque cuando lo querés agarrar se te escapa. Cuando no hay nada más que te palpite adentro déjalo nomás. En el momento en que lo entendiste y que es lo más lindo del mundo hay que dejar”.


 

 

 

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