"Navegamos sin más pretensiones que ver los ríos libres"

Jorge Mazzochi, Sebastián Arena y Hernán Gigena partieron días atrás en kayak desde El Pintado a Buenos Aires.

“La hoja es el equivalente a la vida”

Entrevista con Franco Rivero

martes, 31 de julio de 2012

"Cálido paréntesis"


El poeta Aledo Luís Meloni cumple el primero de agosto 100 años de vida.  “Cumplir años no es ninguna  hazaña. Es una cosa natural”, manifiesta el escritor.  “Les confieso que estamos contentos.  Pero le aseguro que no es tan feliz cumplir tantos años.  Porque llegar a tantos años vividos, a tantos días vividos también tiene su contra”, advierte.  El mes de julio nos regaló una tarde de clima cálido y nos sentamos en la vereda de su casa, por la calle Don Bosco en Resistencia, Chaco.  Hablamos de la vida y la literatura, de los que ya no están y los que vendrán.  “La amistad es lo mejor que hay.  La amistad ayuda a vivir”


Por paulo ferreyra
paulo.ferreyra@yahoo.com.ar


Era una tarde de sol radiante.  Aledo Luís Meloni no parece que fuera a cumplir 100 años de vida.  Esta sonriente como en cada encuentro que tuvimos.  El sol pega en su rostro, saluda a sus vecinos, el comienza haciendo preguntas y se interesa por saber qué es un portal de internet. 

Para este cumpleaños tan especial vienen algunos amigos y familiares que estaban dispersos.  “Lo primero es la reunión familiar”, advierte.  “Vienen parientes de Buenos Aires, los hijos organizan la reunión familiar.  Yo no hago nada.  Yo cumplo años”, desliza y suelta una sonrisa. 

“Ojo, hay que llegar todavía, faltan unos días todavía”.  Aledo es simple como su poesía.  Al igual que la flor silvestre sus palabras están ahí, cargadas de tanta energía que es difícil traducir en palabras.  Compartir una charla con él es volver a sonreír, volver a la vida, un paseo a las pequeñas grandes cosas de la vida.  “La amistad es lo mejor que hay.  La amistad ayuda a vivir”. 

La familia del poeta era numerosa.  “Nosotros éramos nueve hermanos. Mi papá murió a los 37 años.  Creo que si hubiera seguido vivo llegamos a los 18 hermanos”, dispara y la sonrisa dibuja en su rostro un niño hombre.  “Mi mamá no volvió a casarse.  Trabajábamos en el campo.  Yo llegué ser maestro y vine a trabajar al Chaco.  En esta provincia hice mi vida.  Me queda un solo hermano en Buenos Aires que vendrá para mi cumple años, creo que tiene 92 o 93 años”.  La estadística de la familia marca que una de sus hermanas llegó a cumplir los 103 años.

Aledo Meloni dice que hace muchas cosas, pero que cada vez escribe menos.  “Leo a los autores nuevos, hoy en día se publica mucho. Hay nuevos poetas.  Hay una nueva generación con lenguaje diferente al mío.  Yo soy de la generación del 40 y ellos están en el 2012.  La poesía evoluciona en su lenguaje.  Aunque la poesía es siempre la misma en el sentido de que es expresión de belleza pero el lenguaje varía y varían también los gustos del lector”.

“Siempre me regalan libros. Tengo buena relación con los escritores jóvenes. He procurado siempre alentar a los poetas.  Hay que buscar lo bueno en cada poesía, donde no hay bueno hay que aconsejar.  Hay que leer los buenos poetas para aprender, para mejorar el lenguaje. Hay que ayudar y alentar a los jóvenes.  Hay que ayudar con lo que uno puedo. La poesía se llega por la propia inspiración y por la buena lectura de los buenos poetas que enseñan a escribir.  A través de los buenos poetas usted le encuentra el motivo, la manera de expresarse y encuentra un lenguaje que varía de acuerdo al poeta.  Una buena lectura enseña.  Los talleres literarios enseñan a escribir.  Pero los talleres literarios no crean poetas, los poetas son otra cosa”

Este periodista es un confeso admirador de Horacio Quiroga.  Encontrarme con Aledo Meloni es volver a escuchar sus observaciones sobre la obra del escritor Uruguayo.  “Creo que a Horacio Quiroga se le fue la mano con “La gallina degollada”, dispara y nos sumergimos en la literatura nuevamente.

Una señora nos interrumpe por un momento preguntando si había algún diabético en la cuadra, pues estaba buscando pacientes para atender.  “Bueno debe ser en la casa de al lado, aquí en esta casa no hay diabéticos”, dispara y una sonrisa cómplice se dibuja en su rostro.  Después de la pausa vuelvo al tema que me trajo hasta su casa.


- Hoy me acercó hasta Usted el hecho tan importante en la vida como es su cumpleaños

Escúcheme – interrumpe el poeta y continúa - Cumplir años no es ninguna  hazaña. Es una cosa natural.  Cumplir es sumar unas cuantas cosas naturales.   Le confieso que estamos contentos.  Pero le aseguro que no es tan feliz cumplir tantos años.  Porque llegar a tantos años vividos, a tantos días vividos también tiene su contra.  A lo largo de los años uno se ha ido quedando sólo en este mundo. La mayoría de los amigos se han ido.  A pesar de estar rodeado de los parientes, de los hijos, los nietos y los bisnietos, son otro tiempo.  El tiempo de uno era cuando estaba Guido Miranda, Pedro Chávez, Rivero Sosa, entre tantos otros. Esa era mi época. No queda nadie de ellos, sólo dos o tres. A veces uno está solo en medio de innumerable gente, porque es otra edad, otra época, la de uno con respecto a la gente de ahora.

- En estos últimos años los homenajes hacia su persona y su poesía se han multiplicado, ¿qué piensa al respecto?

Con respecto a los homenajes saqué hace un tiempo una nota en el diario Norte.  Los homenajes decía en esa nota, los homenajes son como el incienso.  Si usted le hecha mucho incienso a una persona termina por ahogarlo.   No hay porque homenajear. Cumplir años no es ninguna hazaña.  Cumplir años es algo natural.  No hay nada extraordinario.

- Tanto en la Feria del Libro del Chaco y Buenos Aires Usted resaltó que no debemos olvidar a los otros escritores chaqueños, ¿por qué?

Sucede que los homenajes suscriben a una sola persona.  Hay que incluirlos a todos, ¿por qué a los otros no?   Especialmente hay que incluir a los escritores que ya no están.  María Eloísa Zamudio fue una poetisa que siempre la comparo con Alfonsina Storni. Zamudio no era inferior a Storni.  Porque Alfonsina Storni estuvo en Buenos Aires con los diarios a su disposición y Zamudio era una humilde maestra del chaco.  Como poeta no era inferior. Con Guido Miranda hicimos una selección de sus poemas y se escribió el libro La Lámpara y el leño, donde se puede apreciar la poesía de esta gran escritora que falleció en la década del 60.

- ¿En estos años la escritura o la lectura cómo juegan en la vida?

La lectura sirve si usted quiere recordar. Cada copla tiene su época, su tiempo.  Ya casi no escribo. Ya se escribió lo que se pudo escribir. Releyendo se revive.  Porque cada poema ha sido un instante, una emoción, un recuerdo, hay algo en cada poema.  Si usted lo lee reviven esas cosas. Revivir esas cosas trae la nostalgia de lo que se ha perdido, de lo que ya no existe.

-Su última publicación fue un libro de coplas, ¿escribe coplas ahora?

Escribo coplas porque poemas ya no escribo.  Escribo coplas porque es una costumbre, costumbre de grillos digo yo.  El grillo canta porque canta. Uno escribe porque escribe, es una manera de andar.  Siempre alguna copla viene. 

- Hace poco tiempo Rolando Cánepa había manifestado que admiraba de Usted la sencillez de su lenguaje, que es algo difícil de conseguir

No al contrario – advierte Meloni e interrumpe -.  Lo fácil es escribir sencillo, lo difícil es escribir en difícil.  Lo mío no es una poesía difícil.  La poesía tiene un lenguaje al alcance de todo el mundo. Los grandes poetas escriben en difícil porque ellos están en otra atmósfera, podríamos decir.  Yo estoy con los pies en la tierra, yo escribo para la gente, otros escriben para los ángeles o para los sabios. Mi poesía es para toda la gente y no podría escribir de otra manera.

domingo, 29 de julio de 2012

“El Gauchito no fue un bandolero”


Días atrás en la ciudad de Corrientes Orlando Van Bredam presentó el libro “Colgado de los Tobillos”. La historia novelada del Gauchito Gil donde el autor sostiene que no fue un bandolero como dice León Gieco.  “Al Gauchito se le acusaba de cosas menores.  Él era un desertor.  Ser desertor era peor que ser bandolero.  Fue fusilado por ser desertor”.  En esta entrevista cuenta cómo tomó contacto con la historia y brinda detalles del libro.

Por paulo ferreyra 
paulo.ferreyra@yahoo.com.ar


“Hace algunos años viajaba rumbo a Entre Ríos desde El Colorado, Formosa.  El auto se rompió en Mercedes.  Había que cambiar la junta así que el arreglo llevó dos días.  Cuando el mecánico me entrega el auto me dice

-      Vaya hasta El Gauchito.  Compre una cinta roja y cuélguela del espejo retrovisor. 

En ese momento me pareció una superstición.  Salí a la ruta y me fui directamente para Entre Ríos.  A medida que avanzaba comenzó a subir la temperatura del auto y pensé que el mecánico no hizo un buen trabajo.  Entonces decidí volver a Mercedes y llevarlo al taller.  A medida que me acercaba a Mercedes la temperatura del auto bajaba.  Cuando llego hasta el mecánico le comento lo que me pasó.  Le planteo que el auto no quedó bien porque está subiendo la temperatura.  El va al auto y mira si tengo la cinta roja que me había dicho que pongo en el espejo retrovisor.  Como no lo vio me dice,

-      Pero usted no volvió por el gauchito.
-      No – le respondo.  - Pero usted no va a mirar el auto
-      No – me dijo.  – con la cinta roja es suficiente. Vaya nomás al Gauchito.


Así comienza la historia de Orlando Van Bredam con el Gauchito Gil.  Después de aquel viaje irá pidiendo información a sus amigos y sostiene que aún con el material reunido no alcanzaba para escribir una novela. 

Luego su madre enferma y estaba muy mal.  “Entonces le hago una promesa al gauchito, si ella se cura yo le escribo el libro.  Promesa que hasta el día de hoy mi esposa me recrimina porque ahora mi madre vive con nosotros” – cuenta el escritor con lo cual despierta la sonrisa del público.

“La escritura tiene algo de misterioso.  He ido muchas veces al santuario. He observado los distintos ritos que tienen las personas cuando llegan a la Cruz Gil.  Sin embargo no me interesó contar los milagros, los regalos más insólitos que le hacen continuamente.  Entonces agrego datos que no estaban en su historia.  Me imagino que tendría entre 25 y 30 años, que es un gran seductor, honesto e insobornable”.

“El Gauchito Gil no fue un bandolero rural – advierte Van Bredam – fue acusado de robos menores.  No fue un bandido como dice la canción de León Gieco de la talla de Mate Cosido o Bailoreto.  El Gauchito fue un desertor.  Ser desertor era peor que ser bandido rural.  Fue fusilado por desertor”.


Voy a ir donde el libro me lleve


En la reciente Feria del Libro en Corrientes Orlando Van Bredam presentó su libro “Colgado de los Tobillos”.  En el living del espacio INCA, rodea de algunos lectores, el escritor entrerriano brindó detalles de su publicación.  Trabajó más de ocho años viajando a Mercedes para conocer de cerca esta historia.  Después de sus palabras al público me acerqué y le consulté un par de dudas.

- Después de todo lo que acaba de contar, ¿ahora tiene fe?

Soy una persona de fe.  De la misma manera que la gente cree en la Virgen María o en los Santos. Yo creo.  Sucede que a veces desde el lugar de la cultura o desde el lugar que uno cree que ocupa creer en estas cosas pueden parecer fetichismo.  Pero hay que ser respetuosos con respecto a nuestros límites.  Wittgenstein decía que “al ser humano solo le es dado la palabra, a través de la palabra puede describir el universo que ve a través de los sentidos”.  Pero qué pasa más allá de las palabras y los sentidos.  Donde terminan las palabras y los sentidos debe haber algo más.  Eso misterioso que de pronto como seres racionales nos negamos a aceptar. 

Como venimos de una formación racional, aristotélica, es muy difícil aceptar otros mundos.   Pero seguramente que en algún momento la ciencia podrá explicar muchas de estas cosas.  Por que no creer en la existencia de espíritus que estén ocupando dimensiones cercanas a la nuestras y que tengan la posibilidad de influir en nuestros actos favorablemente.  Por que no creer en la fe de la gente que genera una energía tan positiva que los milagros sucedes. 

Cuando dicen “Corrientes tiene payé”, ¿no será cierto que corrientes tiene payé? Sin embargo siempre lo decimos con un tono hasta sarcástico. 

Pero creo que con los años se ha ido perdiendo ese temor de pensar en un universo finito, me consuela más esa idea de un universo infinito.  Eso es más lindo que esa idea de que existe sólo el aquí y el ahora.  Tal vez la muerte sea un tránsito hacia otras formas de ser. 


- Cuando se presentó este libro hace unos años atrás José Gabriel Cevallos manifestó que “Colgado de los tobillos” era el mejor libro que se escribió sobre el gauchito. ¿Qué sintió en ese momento y cree que es así?

Bueno si mis amigos lo dicen ellos sabrán porque lo dicen.  No creo.  No creo que se haya escrito mucho sobre el gauchito.  Creo que es uno de esos temas que parecen tan obvios y tan populares que a veces los escritores los esquivan.  Tal vez en otro momento de no haberme ocurrido lo que conté hoy, de que mi auto se rompió en Mercedes, y me tuve que quedar dos días ahí,  tal vez yo nunca hubiera contado la historia del Gauchito Gil.  Porque también estuve en esa verada de entender que era un tema excesivamente popular y que no me convenía tocar.  Sin embargo este libro me ha dado muchas más alegría que cualquier otro libro.  El sólo hecho de que hace 11 años que se publica de forma ininterrumpida, el hecho de que tenga cinco o seis ediciones.  La última edición se realizó en Buenos Aire con Ediciones Continente, con el título de “El Retobado”.  El libro justamente fue elogiado días atrás en el programa de Víctor Hugo Morales.  Creo en el gauchito porque el mismo se ha ocupado de que el libro se conozca.  Eso es lo misterioso.  Siempre le digo a mi señora que voy a ir donde el libro me lleve, porque en definitiva es el quien ha decidido que este libro se lea.  A pesar de que no he sido complaciente con él.  En el libro muestro su lado humano, sus debilidades humanas.  Además me acerco a su ideología, que en definitiva es lo más importante.

sábado, 28 de julio de 2012

“Lamento de Chicharra”



En la mañana de este sábado falleció Pocholo Aire.  Las cuerdas de una guitarra tienen la fuerza de transportar al autor a tiempos pretéritos y también al oyente, quien desinteresadamente encendió el grabador y se dejó llevar.  “Estoy muy acongojado por esta noticia.  Estamos todos de luto”, acaba de manifestar Fabio Acevedo.  “Pocholo Aire no tuvo el reconocimiento merecido.  No tuvo la alegría de la caricia de todo el pueblo. Deja un legado, un sonido, una escuela, y un compromiso, cuidar a los nuestros”, manifestó otro colega guitarrero Jorge Suligoy.  “Se fue uno de los más grandes guitarristas de nuestro chamame”, volvió a sentenciar Fabio Acevedo.



Por paulo ferreyra
paulo.ferreyra@yahoo.com.ar



Hay tristeza en el ambiente.  Las voces de los chamameceros se escucha entre cortada, no quieren hablar.  La noticia del fallecimiento de Pocholo Aire trascendió en la mañana de hoy sábado, minutos después de las nueve de la mañana cuando su esposa lo fue a despertar.  Silencio.


“Lamento de chicharra”

 
Para recordar en profundidad a Pocholo Aire reproduzco a continuación un fragmento de nuestra última charla.  Tantas cosas se dirán de él en este momento que es bueno recordar qué pensaba el de su propia obra


Ramón Pocholo Aire nació en el barrio Norte de Curuzú Cuatiá, el 12 de marzo de 1948, cuentan que su inclinación a la música nace a los 14 años, aprendió "de oído" escuchando y practicando guitarra con amigos.  De aquel Curuzú quizás guarda y nos regala la pausa que pone suspenso en la charla.  Hace ya muchos años que el destino lo empujó a quedarse aquí en Corrientes, en estos días la “muchachada” lo fortalece y lo anima en cada nueva guitarreada.  En el 2005 se tomó el trabajo de reunir su material y concretar la grabación del disco, Por ser nomás guitarrero.  Ahí participan Ricardo Avalos, Ramón Ubeda, Diego Gómez Dabrio, Sebastián Fernández, Raúl Rodríguez, Carlos Fusz, Santiago Bocha Sheridan y Sebastián Chino Fernández.

– Cómo fue la producción del disco.

El disco salió a pulmón.  Este material fue grabado antes de que tuviera estos problemas de salud.  Hace más de dos años.  Anteriormente se habían hecho discos a medias, pero no dio resultado. No se por qué.  Este disco salió con todo, pero está jodida la venta.  Estamos pasando por momentos difíciles, entonces te dicen “dame voy a grabar porque no te puedo pagar”, pues eso nos zarandea mucho.  Nosotros tenemos que prendernos de estas pequeñas cosas para vivir.  Dame te dicen algunos medios pero al final no difunden el disco, queda archivado en algún cajón.  Los más importante pasa por la gratificación personal que uno tiene.  Eso es lo lindo, lo más importante.

– El material tiene una carga importante. ¿Todos los temas te pertenecen?

Creo que el músico de por si debe tener su sello.  Entonces tenés que jugártela por tu sello para no depender de otro.  Vos confías en lo tuyo y le das para adelante.  Hay que hacer lo de uno, si te gusta lo que haces y darle para adelante.  Más en este rubro que llega a ser ingrato a veces.  Existen contras.  No hay cosas parejas.  Es una pelea constante.  Por ejemplo te  cuento, cuando hice el disco “historia para contar” – con Waly García - la gente me decía no va a tener suerte este disco porque está grabado con piano.  Sin embargo el instrumento autóctono correntino es el piano y el órgano.  Cuando vinieron los sacerdotes evangelistas con los guaraníes trajeron ese instrumento.  Después apareció acá el acordeón, más tarde el bandoneón, que llegó primero a Buenos Aires y después se distribuyó por todo el país.  El acordeón o el bandoneón no son autóctonos de esta región.  La guitarra es árabe, los españoles le agregaron cuerdas, la quinta y la sexta.  Ahora ya hay guitarras de siete, de diez y de doce cuerdas.  Contrariamente a lo que nos decían hace mucho tiempo hoy en día ya casi todos los conjuntos tienen piano.  Vos sabes que lindo que quedaba el disco con piano.  Aunque en esa oportunidad apareció una mujer y dijo que Reencuentro no se había hecho para tocar con piano.  Le argumenté que los desafíos siempre están latentes, lo demás es historia pública

– Entre los temas de tu autoría encontramos “Lamento de Chicharra”, hablemos un poco de cómo nace este tema.

Es un tema importante.  Su contenido va mucho más allá de los acordes.  Nace el tema recordando mis mocedades.  Remontando mis años cuando llegaban las fiesta del 24 y el 31 de diciembre, la chicharra era algo increíble y toda la tarde sonaba en la siesta de Curuzú.  A la siesta cuando el sol estaba más fuerte el sonido se intensificaba.  Todo eso fue quedando en mi memoria, en mi registro, son recuerdo lindos.  Eso estimuló en mí dedicarle un tema a la chicharra.  Cuando van pasando las cosas se guardan en un tintero hasta que vos pones la pluma y eso sale.  Te acordás de todo cuando tu mente esta fresco.  La primera oportunidad la tuve con los de Imaguare, esa fue la segunda vez que ingresaba con el conjunto, había salido en el 75, y siguieron el Gringo y Julio.  Después me convocaron en el 78, ahí se grabó “lamento de chicharra”, guitarrero, Curuzú mi pueblo. Los que más apreciaron este tema fueron los entrerrianos, se tocaba en todos los festivales.  A ellos les gusta mucho las notas menores.

jueves, 26 de julio de 2012

“La escultura le da vida a la madera”


Julio Mac Donald trabaja constantemente en esculturas con pedidos que llegan desde distintos puntos del país y la región fronteriza. “Recuerdo que había hecho un San Antonio de Padua para mi pueblo, Mburucuya.  Vino un sacerdote a buscarlo y ni bien vio la obra me dijo - esta obra está humanizada”.   Julio realiza Esculturas de cuerpo entero y tamaño natural, alegorías escultóricas, bustos e imágenes sacras.  Los recuerdos se disparan en cientos de anécdotas. En esta charla íntima repasamos su vida y su mirada del arte. 


Por paulo ferreyra
paulo.ferreyra@yahoo.com.ar


Julio junto a su obra y el homenajeado.
La vida en el pueblo tiene color, “el paisaje se pinta de verde”.  Julio Mac Donald confiesa que siempre ha sido un apasionado del dibujo. Se casó con Nora allá por el año 1981, vivieron mucho tiempo en Mburucuya.  Tenía una agencia de quiniela y un comercio, y aunque esos menesteres ocuparan gran parte de su vida sus pulsiones estaban volcadas al dibujo y el arte.

“Comencé a trabajar en el arte a los 30 años.  Era un poco grande y lo hice empujado porque sentía que debía dar ese salto”.  Julio cuenta que mientras se ocupaba del comercio pensaba que en algún momento todo eso iba tener que dejar.  

Estando en Mburucuya se acercan a Julio para que los ayuden a realizar una carroza.   “Primero me enganchan con una cosa, después con otro y fui armando toda la carroza – detalla – y como si fuera poco después me piden para que arme otra carroza”.  Irasema y Pasionaria eran las comparsas de Mburucuya que contaron con el aporte del Julio Mac Donald.

El comercio comenzó a ahogar financieramente a Julio.  “Era de dar muchos fiados a quienes me pedían.  Pero no me gustaba después andar cobrando y pidiendo que me paguen.  Esos fiados llegaron a tener el valor de un auto en la calle”. 

Después de su actividad con las comparsas de su pueblo Julio decide junto a su familia  y establecer en Corrientes.  Su esposa ya era peluquera y junto a una hermana pondrían un local en la ciudad capital.

“Mi relación con el chamame nace por las amistades que fui cultivando durante tantos años.  Aquí mismo hay una habitación que ahora ocupa Jorge Suligoy cuando puede y se queda en Corrientes.  Recuerdo que cuando vendimos todo en Mburucuya tenías un Fiat 600 y ahí se trasladaba Ricardo Tito Gómez que en casa o en el viaje componía las canciones de Marta Aquiles.  ¿Te das cuanta como se va mezclando todo?”

Estando en Corrientes Julio cambia radicalmente sus actividades.  Comienza a estudiar cerámica con una vecina que vivía a media cuadra de su casa.  Celia Cesáreo.  Ella misma es quien viendo sus cualidades lo incita a estudiar en el Instituto de Arte “Josefina Contte”.

Sobre el final de la carrera de Bellas Artes Julio abandona la carrera.  “No llegué terminar por la sencilla razón de que no tenía tiempo para estudiar.  Tenía mucho trabajo y quería dedicarme a cumplir con los compromisos que ya estaba asumiendo.    Además había logrado lo que buscaba que era aprender.  Después pensaba que no iba a ser docente y al decir verdad las materias pedagógicas me costaban mucho”.  La sonrisa vuelve en una confesión silenciosa, “lo mío es la escultura y no tengo vocación de docente”.

Julio estudio cuatro años y asimiló lo más importante del arte.  Pronto comenzó a trabajar y su primera escultura ya lleva 18 años de trayectoria, se trata de los Premios Taraguí.  Después llegarían los premios convivencia y en estos últimos años las estatuillas representativas del trabajador.

En la casa de Julio no hay escultura y cerámicas decorativas.  Algunos moldes aguardan en su taller las manos del paciente artesano.  Ahora su actividad esta a la corrientes de los distintos pedidos que llegan a su casa desde la ciudad, desde provincias vecinas o del exterior.

Son tantas las obras de Julio Mac Donald que sería difícil escribir y describir a todas.  Las historias que se tejan además en torno a la obra también se multiplican.  “Recuerdo que había hecho un San Antonio de Padua para mi pueblo, Mburucuya.  Cuando el sacerdote vino a buscarlo y se encuentra la escultura lo miró y me dice - esta obra está humanizada”.   


“Me gusta leer historia”

Estamos sentados en su casa, aquí el clima es más confortante que la fría mañana correntina.  El sol riega con su luz este espacio y sólo por un momento su esposa deja sus actividades de la peluquería para ofrecernos algo.  Bebemos algo caliente, el grabador ya descansa porque la cinte se acabo hace un momento.  “Vivo de esto”, dice Julio pero su trabajo es el arte, sus manos recorren caminos insondables continuamente. 

Julio ha hecho monumentos de Antonio Niz, Rubén Miño, Ernesto Montiel entre otros.  Cientos de imágenes religiosas dispersas por Corrientes y provincias vecinas llevan su nombre.  En Mburucuya Julio hizo el monumento  Antonio Niz y su amigo Carlos María Sánchez hizo Eustaquio Miño.  “Carlos comenzó de la misma manera que lo hice yo, apoyado por los afectos.  Hay un Belgrano que está bajo el Puente interprovincial que es obra de Carlos”, cuanta Julio.

En el mes de marzo se realizó un homenaje en Paraguay a la Batalla de Takuarí.  El gobierno de Corrientes trabajó junto al vecino país en este homenaje.  Julio fue el artista que realizó el monumento donde están representados el Tambor de Tacuarí, Belgrano y Cabañas.  “Me gusta leer historia.  Para realizar la imagen de Belgrano fue sencillo porque su figura está instalada en la sociedad.  Sin embargo en el caso de Cabañas se sentó un precedente pues no había imágenes de él.  Algunos libros mostraban fotos o dibujos pero todo era confuso.  “Tuve que imaginar como era el paraguayo Cabañas.  Es muy lindo volver a leer la historia”. 

“La figura de Pedro Ríos está un poco más instalada. Cuando comienzo a ver la fisonomía de Pedro Río, el Tambor de Takuarí, descubro que los rasgos son europeos.  Las facciones de Pedro Ríos son europeas.  Sin embargo yo me imaginaba el chico típico correntino, mezcla de español y guaraní.  Entonces veo que no tiene rasgos correntinos, pero tuve que respetar esos rasgos porque esta instalada su figura”, confiesa Julio.


“La figura está en la madera”

Las manos de Julio Mac Donald están inquietas, se mueven a cada instante sin parar. “No tengo respaldo económico para hacer una obra particular que sea mía.  Algo en lo que puedo evocarme por entero.  Hay que atender los pagos de los servicio de la casa y por ello realizo casi todo lo que me piden”.

Ante esta confesión le consulto si hay algo que esté dando vueltas en su cabeza y él no duda en responder.  “Hay cosas que quiero hacer en madera. No figurativo. Utilizando y aprovechando los recursos que te da la naturaleza. Trabajar con metal y madera, jugando un poco con las dos cosas.  Después alguna pintura tengo ahí pendiente. Se me fue dando por el lado de la escultura y sigo haciendo escultura, pero me atrae mucho la pintura”.   


“Maderas Inalterables”

El trabajo con la madera lo apasiona al escultor.  “El río te trae la madera para tallar.  En la creación, en contacto con la madera, no sé como va a terminar.  No tengo una idea o un esbozo de lo que voy hacer.  Cuando entro a comer la madera, a devastarla, ahí va saliendo la figura”.

Replica de La Taraguí y del Mencho
Para este trabajo directo con la madera Julio rescata maderas del río.  “Esas maderas están inalterables. No es lo mismo ir a comprar un trozo de madera o cortar un trozo del monte, esas madera necesitan un tiempo de estacionamiento porque si no después se quiebran.  Se abren. Se alteran. Se va trabajando la madera”.

“La madera que trae el río está trabajada por el tiempo y el agua.  Entonces vos tenés que saber trabajar esa madera, saber encontrar la figura que esta ahí.  Cuando tengo obras chicas voy a buscar al río y traigo lo que puedo.  Depende como este el río.  Esos pedazos de madera están viniendo de los ríos Pilcomayo, Bermejo, Paraguay.  Antes venía mucha madera de Misiones”.

Julio recorre la zona de los pescadores y antequeras.  Como los ladrilleros también ocupan esas madreas Julio cruza el río hasta una isla que está más cerca del puerto de Barranqueras.  En ese lugar se encuentra “cosas lindas”, confiesa.  “Trabajar este tipo de madera es volverle a la vida, es como la madera del violín o la guitarra.  La escultura también le da vida a la madera”. 


“Libertad”

Afincada desde hace ya unos cuantos años en Corrientes Julio Mac Donald extraña la libertad de su casa en Mburucuya.  “Antes tenía huerta, gallinas, huevos, plantas.  Tenía perros.  Se extraña esa libertad.  Porque eso es libertad.  En un departamento no podes brindarle nada a un perro.  El olor de la tierra mojada cuando llueve, me gustaba esas cosas.  Ojo que trabajo mucho hoy en día y no sé si podría dedicarme a todas esas cosas.  Aunque me trae todo lo que sea trabajar con las manos”. 

lunes, 23 de julio de 2012

“Luz del amanecer”

Este es el título del nuevo disco que Raúl Barboza presentó días atrás en Resistencia Chaco.  Fue una noche fría plagada de recuerdos, emociones, donde el músico compartió nuevas canciones y clásicos del género chamamecero.  “Poco a poco la vida me está trayendo a la Argentina, de la misma manera que una vez me empujo a otros horizontes”, resaltó el músico en diálogo con su público.  En la velado lo acompañaron Roy Valenzuela en contrabajo y Nardo Gonzáles en guitarra.

Por paulo ferreyra
paulo.ferreyra@yahoo.com.ar


El jueves pasado 19 de Julio hacía frio.  Había poca gente por las amplias veredas de Resistencia.  Cerca de las 21 el hall del Teatro Guido Mirando comenzó a poblarse de gente.  Unos minutos más tarde abrieron las puertas y el público comenzó a ingresar lentamente a la sala.

Pasada las 21.30 la sala estaba colmada.  Había jóvenes y personas mayores, no había niños.  La paquetería de algunos espectadores contrastaba con los sonidos de la selva que fuimos a buscar es esta noche de invierno.  Una voz en off dio la bienvenida a esta vela e invitó a apagar los celulares.

Un manto cubría la sala y el escenario brillaban luces de colores. Primero ingresó Roy Valenzuela, contrabajista, después Nardo Gonzáles guitarrista y finalmente Raúl Barboza.  El fuelle corrió intensamente y la comunicación quedó establecida por la música.

Después del segundo tema Barboza corrió el micrófono y tomó la palabra.  “Buenas noches.  Ahora los saludo en esta ciudad de las esculturas y de las culturas”.  Presentó inmediatamente a sus músicos y agregó, “hoy he comenzó este encuentro saludándolos con el lenguaje del espíritu.  Con el lenguaje de la música.  Cada uno de estos temas que hemos tocado así como los que vamos a ejecutar de aquí en más es la manera de expresarles nuestros sentimientos, nuestras alegrías, nuestros temores, la paz y porque no la esperanzas”.

En el medio del escenario, Raúl Barboza tomó su acordeón y levantó lentamente la vista hacia el público.  “El camba, o mi morocho, no es un instrumento solamente, es mi compañero.  Hay mucha energía dentro de esta caja. En esta caja mágica están mis ancestros guaraníes, por parte de mi padre, están mis ancestros europeos por parte de mi madre.  Se llevan muy bien aquí adentro.  Claro, son espíritus, y los espíritus se han alejado de la arrogancia de la carne”. 

El primer tema que ejecutó aún no está grabado y se titula “El Aparecido”, luego dejó corre el tema “Luz del amanecer”, título del disco que lo trajo a esta ciudad de las culturas y de las esculturas. Volvió a correr el micrófono de su voz y la música regó una excelente velada.

Días antes del concierto Barboza manifestó a medios locales que “la música es universal. Para el público en Europa y en el resto del mundo hacemos música, no chamamé. El único lugar complicado es acá. En Argentina todavía me preguntan si vivo de esto.  Con mucha paciencia les digo que no soy el único, que también hay otros músicos que hacen lo mismo”.

“Toqué en China, Japón, Rusia y Alemania. No son los argentinos los que van a mis conciertos. Son franceses, bolivianos y de otros países, pero van pocos argentinos”, resaltó el músico.

El repertorio de la noche incluyó también clásicos como “La Calandria” y una perlita que fue el tema “Imágenes y sonidos”.  “El mes pasado cumplí mis primeros 74 años”, manifestó el músico con lo cual despertó los aplausos y la sonrisa del público.  “Le agradezco a la vida la posibilidad de viajar. La posibilidad de llegar a este lugar.  La posibilidad de trabajar y poder cumplir los contratos que tengo. Poco a poco la vida me está trayendo a la Argentina, de la misma manera que una vez me empujo a otros horizontes”.

“Permítanme contarles algo – desliza Barboza a lo que agrega - no es por tocar menos – y despierta la sonrisa del público.  El mismo repertorio que hoy comparto con ustedes lo hago en Europa.  Es la música que yo aprendí de mi padre, de mis ancestros y de mis mayores. Recuerdo a mi padre que me decía no toques fuertes, matiza.  Matiza Raulito, me decía.  Fuerte hay que tocar en los bailes cuando tienes un micrófono para todos los instrumentos”. En ese momento cuando está hablando Barboza de la admiración que tiene por su padre, desde la primera fila un señor disparó.

-      Toca la torcaza para tu papá Raulito
-      Claro que si chamigo – Barboza desliza una mirada cómplice hacia sus músicos y les dice en Do Mayor.  Arrancó el tema y los aplausos del público inundaron el Teatro Guido Miranda.


“El Pombero”

Al igual que en las entrevistas previas a este concierto en la velada Raúl Barboza volvió a recordar a Horacio Castillo.  “Con el he compartido muchas cosas acá en Argentina y Europa.  El está siempre acá.  A pesar de su fallecimiento. El está siempre, permítame que le muestre una pavada, pero significa mucho”.  Barboza desliza lentamente su camba – acordeón – y muestra que tiene pegada una foto de Horacio Castillo.  El público aplaudo con absoluto respeto. 

“Recuerdo que pocos días después de su fallecimiento teníamos que viajar a Ecuador”. – cuenta -  “No quería de ninguna manera reemplazar a Horacio. ¿Cómo hacía yo espiritualmente, hablar por teléfono, llamar a alguien y reemplazar a Horacio?  Entonces me entere que Nardo tocaba la guitarra. Entonces le dije a Nardo, no te gustaría cambiar de instrumento, no te gustaría tocar la guitarra.  Entonces él simplemente dejo el contrabajo y el que fue remplazado fue Nardo.  El espacio libre hoy lo ocupa Roy”. 

“Nardo es un amigo hermano. Nardo va a tocar un tema que está grabado en un disco que hice en Europa que se llama “Invierno en París”.  Ese disco lo grabamos con Horacio en un día.  Para ese disco pedí que dejaran que Horacio tocara sólo un tema. Me preguntaron porque y yo dije que es uno de los guitarrista jóvenes más importantes de la Argentina.  Horacio tocó “Pombero” y está grabado en ese material discográfico. Hoy Nardo toca para ustedes este tema”.  Raúl se levanta y en el escenario queda sólo Nardo para tocar “Pombero”.

Sobre el final llegó el “Tren Expreso” y clásicos del género chamamecero.  Hubo aplausos y mucha emoción en una noche donde los orígenes del litoral cobraron vida.

miércoles, 18 de julio de 2012

“La política de los indígenas debería ser federal”


El destacado narrador y ensayista Adolfo Colombres estuvo ayer en el lanzamiento del “II Congreso Internacional sobre Lenguas y Dinámicas Identitarias”.   El auditorio de las Casa de las Culturas en Resistencia, Chaco, estaba colmado con estudiantes, docentes, autoridades provinciales y nacionales.  En este contexto en la ponencia inaugural Colombres abogó por “América como Civilización Nueva”.


Por paulo ferreyra
paulo.ferreyra@yahoo.com.ar


En el “II Congreso Internacional sobre Lenguas y Dinámicas Identitarias” se realizarán jornadas que incluyen diversas actividades como conferencias, talleres, mesas de trabajo y seminarios.  Se realizarán hasta el viernes 20, en las instalaciones de la Casa de las Culturas, en Resistencia. 


En la apertura del congreso tuvo la palabra la presidenta del Instituto del Aborigen Chaqueño la señora Andrea Charole quien instó a “presta vital importancia a los niños a los jóvenes.  Somos indígenas y estamos vivos”. 
Después de la presentación y discurso de las autoridades provinciales y nacionales fue el turno de la primera ponencia del Congreso.  Minutos antes de su alusión, Adolfo Colombres dialogó con este cronista. 


- ¿Su ponencia hoy se central sobre el concepto de la nueva civilización americana?


La ponencia está centrada sobre América como Civilización Nueva.  Es decir lo que es el americanismo por un lado y lo que podríamos llamar la opción civilizatoria.  En Bolivia y Ecuador estamos viendo que hay una opción por américa donde consagran el pensamiento del buen vivir que viene de los indígenas.  Ahora bien en la práctica debe seguir todo un desarrollismo que vemos que en Argentina es totalmente contrario, aquí se sigue propiciando la acumulación, se siguen haciendo grandes himnos al consumo y todo eso va en contra de esos principios constituciones.

Ahora bien el esfuerzo debe ser de todo.  En estos principios que se fijan desde Bolivia y en Ecuador se propone una América Nueva. Ellos proponen una vida más racional, cuidando más los recursos, buscando lo sustentable o por lo menos haciendo tránsitos lento hacia lo sustentable.  Esto no quiere decir que en estos países se estén haciendo las cosas muy bien, tanto en Bolivia como Ecuador se siguen depredando parques nacionales.

Creo que en el fondo de la cuestión está la opción civilizatoria.  Es decir, de qué civilización estamos hablando, de una civilización propia que se va a manejar con principios filosóficos diferentes o vamos a ser americanos prendidos de los conceptos de un capitalismo tibio.  Es necesario buscar un socialismo del S. XXI.  Alguna forma de salvar a la humanidad porque de lo contrario vamos camino a nuestra destrucción.


- En este “II Congreso Internacional sobre Lenguas y Dinámicas Identitarias” se vuelca la mirada sobre la población originaria. En relación a esta América Nueva, ¿cree que la grande deuda de los países de América latina es la reforma agraria que ningún gobierno popular pudo llevar a cabo?

Sucede que aquí en Argentina, por ejemplo, la reforma agraria es al revés.  En los últimos veinte años se han perdido 300 mil unidades productivas.  Los arrendamientos rurales el 55 por ciento son hechos por terratenientes.  El  vínculo que existía de los campesinos o aborígenes sin tierra que se arriesgaban a arrenda una tierra no existe.  Esas mismas tierras se las venden o alquilan a los terratenientes que quieren expandir los productos de exportación.  Con lo cual volvemos a plantear  de qué civilización estamos hablando. Tenemos que cambiar y hacer una opción civilizatoria, que implica un punto de vista cultura muy importante.  Porque de lo contario queremos defender américa pero con los patrones del consumo.  Incuso desde el gobierno nacional a cada instante se están lanzando planes de consumo.  Parece que tenemos una filosofía de vida montada en el consumo.  

No se puede hacer del valor supremo de la vida el consumo.  Hay que hablar de otros valores.  No pasa por el tener sino por el ser.  Los originarios no tienen nada y sin embargo tienen la vida cifrada en el ser.  De ellos tenemos que aprender mucho si queremos salvar a la humanidad.


- Volviendo a este Congreso.  Hace muchos años que Usted trabajo con las culturas de américa latina.  ¿Dónde se produce el quiebre para que provincias como Corrientes y Chaco pongan como lenguas oficiales sus idiomas nativos?

Esos son reivindicaciones lentas que se están haciendo en algunas provincias no en todas.  No te olvides que tenemos la Declaración Universal de la Diversidad Cultural lo cual te exige implementar ciertas políticas en este sentido.  El mundo se va sensibilizando, desde que yo empecé allá por los años 70 tanto los indígenas como los del otro bando tenían lenguajes muy primarios.  El gobierno no disponía de recursos, los ignoraba y aplicaba el silencio a los temas de los pueblos originarios.  No todas las provincias están iguales.  En Formosa hubo una parte cultural pero no avanzó mucho en el tema de sus comunidades aborígenes. 

La política de los indígenas debería ser federal como es en Brasil o Estados Unidos.  No debe quedar sujeto a la voluntad de cada provincia.  Por ejemplo, en Salta la política sobre los pueblos indígenas es correrlo de las tierras.  Acá en el Chaco se están haciendo muchas cosas pero la mitad del a superficie agrícola está ocupada por la soja.  La soja es depredación, para algo que no consume nuestra población, ni siquiera nuestros chanchos, van para los Chinos.  Hay que defender la soberanía alimentaria.  Nadie pone en cuestionamiento este tipo de economía. 

- En el marco del Congreso se pone la mirada sobre el docente.  ¿Usted cree que el docente es la clave para cambiar y propiciar una américa nueva?

Es un instrumento, de alguna manera queremos proponer y vamos hacer una experiencia con lo que llamamos maestro de cultura oral.  La intención es incorporar a personas de más de 45 años que tiene la cultura de la palabra viva, personas que no han pasado por el ámbito académico.  Ellos pueden enseñar con un sistema paralelo, no auxiliar.  Hay una nueva oralidad que viene desde los medios que no representa al pueblo.  La única forma de preservar la identidad es por la vía de la oralidad.

lunes, 16 de julio de 2012

“Integración regional desde la mujer”

El Grupo Cantoras de tres Naciones surgió en el seno de la Fundación Chamame.  Myrian Beatriz de Paraguay, Shana Müller de Brasil y Gicela Méndez Ribeiro de Argentina se reunieron días atrás para concretar su primera presentación en Corrientes el próximo 27 de septiembre.  Aprovechando esta oportunidad nos reunimos y aquí nos brindan detalles de cómo será este concierto de tres naciones.



Por paulo ferreyra
paulo.ferreyra@yahoo.com.ar


El proyecto de este grupo de “Cantoras de 3 naciones” surge como una propuesta “para difundir y conocer la música de nuestros pueblos.  Se unen las naciones de Argentina, Brasil y Paraguay para nutrir y fortalecer el concepto de cultura regional”.  Desde la Fundación Chamamé agregan que “las tres jóvenes son dueñas de una increíble excelencia artística y con trayectorias impecables que las han hecho brillar en distintos escenarios del mundo”.

En un clima difícil de traducir en palabras, días atrás se enchamigaron para ensayar Shana Müller, Myrian Beatriz y Gicela Méndez Ribeiro.   En la mesa había canciones, mate, guitarra y alrededor una sonrisa dibujada en sus rostros.  Las cantantes comenzaron a definir el repertorio para el próximo 27 de septiembre en el Teatro Vera, Corrientes. 

Rodeando ahora otra mesa nos juntamos para acopiar sus impresiones.   “En estos días pude ver su repertorio y fue como si se concretara parte de un gran sueño.  Tengo mucha fe y mucha esperanza en Cantoras de 3 naciones.  Ellas van a lograr muchos más objetivos de los que nos propusimos al principio”, manifestó Silvia Muñoz Velcheff, presidente de la Fundación Chamame.


- ¿Qué significa para cada una este encuentro de tres naciones?

Gicela – En un viaje a Itatí conocí a Myrian Beatriz.  Me encanto su voz y su propuesta.  Después Silvia Muñoz me llamo y me dice para hacer Cantoras de 3 Naciones.  Para mí Shana Müller es una amiga, la conozco y me encanta su carrera como la está encarando. 

Con mucho gusto la acompañamos a Silvia, porque cada una tiene su proyecto personal pero nos gusta la idea de unir las raíces con las cuales cada uno se identifica.  Tenemos muchas cosas en común.  Shana cantan cosas en castellano y yo en portugués. Nunca sentí que la frontera fuera una separación sino un punto de encuentro.  La cultura atravesó los ríos antes que la política y la economía.  Tenemos que volver a esa hermandad.  Por medio de la música es posible estar juntos, la integración por ahí empieza, por la amista y por los afectos. 

Shana – me sentí muy feliz.  A Gicela la conocía por su historia tan ligada al Brasil.  Ella hace tiempo comenzó a ir a los festivales de mí país.  

Recuerdo la primera vez que llegué a Corrientes fue acompañando a Luís Carlos Borges.  El hace mucho tiempo que busca la integración con la música de Río Grande Do Sul con artistas de argentina.  Siempre me enseño que la música tiene que pasar la frontera. 

Además para mucha gente que no conoce Río Grande Do Sul tiene una cultura muy parecida a la Argentina, Uruguay y Paraguay.  Porque tenemos una historia en común.  Mucha gente pregunta como tienen el chamamé ahí, y le respondo que no solo el chamame cruzo el rio sino que hay cosas profundas ligadas desde la historia que nos unen como los indios, con los padres jesuitas, los españoles que nos forjó una cultura muy parecida a la que encontramos acá y es muy distinta a otras partes del Brasil. 

Estar en este proyecto es abrazar la cultura Latinoamericana.  Cuando estuve hace poco tiempo atrás en la fiesta del chamame manifestaba que el chamame está presente en muchos estados brasileños como cultura regional.  Está en Rio Grande Do Sul, San Pablo, Mato Groso, Mato Groso Do Sul, Paraná y Santa Catarina. 

Estar en este proyecto es ir haciendo la integración cultural y hacerlo con las mujeres.  En Brasil no es común que esté presente la mujer en la cultura regional.   Soy una de las pocas cantantes femeninas, hay muchos hombres y pocas mujeres.  Hacer la integración y hacerlo desde la mujer me parece importante.  Para mí es muy importante.

Myrian – del mismo modo que manifestó Shana estoy muy feliz.  Estoy desbordando de felicidad.  Me siento privilegiada por ser parte de este hermoso emprendimiento que nació de la Fundación Chamame. La virgen de Itatí está con nosotros, a través de ella estoy, pues en su santuario me conocieron.  El año pasado estuve en el Teatro Vera y este año pude estar en la Fiesta del Chamame.

Es muy rico este proyecto.  El hecho de compartir y nutrir nuestras raíces en fundamental.  El objetivo es la integración de tres países como Brasil, Argentina y Paraguay.  Además subrayando lo que manifiesta Shana, hacer esto desde la mujer es muy importante. 


- ¿Qué significa armar un proyecto cultural desde la música?

Myrian – aquí es donde aflora la integración regional. Aquí queda demostrado que todo se complementa, hay una armonía entre el chamame, la polca, la guarania.  En estos días estuvimos preparándonos para el 27 de septiembre que vamos a estar en el Teatro Vera de Corrientes.  Estuvimos ensayando, intercambiando ideas, es riquísima esta unión de tres países.

Gicela – a medida que pasaban los ensayos, los encuentros, veo que todo esto ya es una realidad y no un sueño lejano.  Estando en este baile me doy cuenta que no estoy sola.  Tengo en frente a dos cantantes que admiro muchísimos, nos sentimos muy bien.  Con estas amigas compartimos los mismos ideales, el ideal de seguir cantando y poder seguir mostrando lo que estamos haciendo.  Además aquí tengo un espacio como compositora y puedo compartir mis composiciones con ellas.  Tengo que subrayar que aquí podemos dialogar juntas con una soberana libertad que es muy nutritiva.

Shana – me parece importante aprender.  Así se dice, aprender.    Nosotros estamos con Myrian y estamos aprendiendo guaraní. Estamos con Gicela y vamos aprendiendo de los compositores, de las personas que le enseñaron y la formaron como cantora. 

Siempre estoy acá y voy mostrando un poco lo que hacen las nuevas generaciones de músicos de Rio Grande Do Sul.  Nosotros somos representantes de un momento de nuestro país, de compositores, de cantores, de artistas, que representan un momento de la música regional, del folclore y del chamame.  Se pone en juego aquí lo que se hace hoy con la música, siempre respetando lo que hizo la gente antes y buscando al mismo tiempo nuevos rumbos para la música.

Para mí es muy importante estar aprendiendo.  Gicela tiene familiaridad con el idioma portugués, además ella compone en portugués.  Cuando conocí a Gicela fue para mí una grata sorpresa saber que una Argentina componía en portugués. Porque para nosotros es muy común que los gauchos de Rio Grande canten y compongan en español, eso pasa, pero al revez no.  Para mi escuchar un argentino cantar en portugués fue una sorpresa, Gicela viene haciendo eso.  Ella y Myrian en el momento que se proponen cantar en portugués nos devuelven algo que estamos haciendo nosotros con la integración con el idioma español y con la música.

En el espectáculo vamos a tocar un vanerão que es un ritmo de Rio Grande Do Sul que dio a Brasil.  Tenemos  el desafió de cantarlo juntas, una paraguaya, una argentina y una brasileña cantando vanerão.  Eso es lo más importante de este proyecto, el intercambio de ideas, idioma, cultura y ritmos.


- ¿En el espectáculo habrá además de la integración un poco del color de cada país?

Myrian – la música paraguaya y el chamame están bien complementados.  Hay un telón de fondo que tienen que ver con la raíz y con la historia de nuestra región.  El objetivo es la integración.  El espectáculo tiene mucha relación nuestra música paraguaya, con el chamame y con lo que va hacer Shana. Es un privilegio hacer nuestra polca.  Nuestra Guarania, es la auténtica guarania creada por José Asunción Flores.  Esa es la música auténtica del Paraguay,  nuestra Guarania es romántica, también vamos a interpretar galopa y vanerão.  Estoy con muchas ganas de cantar esta música en portugués, que a través de Shana estoy aprendiendo.

Gicela – todo esto es un hecho o un hermoso sueño hecho realidad.  Escuchar a cada una cantar es maravilloso.  Como bien sabes suelto algunas palabras en guaraní pero creo que todo es un desafió y me voy a tomar un buen tiempo para lograr cantar en Guaraní.  Hoy no puedo hacer una estrofa en Guarini.  Las tres tenemos ese deseo.  Plasmar todo nuestro pasado y nuestro origen volcarlo el 27 de septiembre en el Teatro Vera.  Hemos seleccionado un repertorio que representa a nuestro país, a nuestra región y a la nueva generación.

- Desde hace un tiempo están cerradas las exportaciones de ciertos productos de Brasil en Argentina.  Ahora Brasil está tomando la misma medida con productos Argentinos. Con la ruptura de los dos socios más grandes del MERCOSUR la unidad latinoamericana es una utopía.  Shana, ¿es la cultura el único camino para lograr una verdadera integración? 

Sin lugar a dudas la cultura es el camino.  Hablando de la Fiesta del Chamame de este año, a mí me encanto la participación de los brasileños.  Por primera vez trajimos una televisión pública de Brasil de Rio Grande Do Sul, transmitió cinco o seis noches de la fiesta.  Cuando volví a Porto Alegre la gente de casi toda mi provincia había visto el festival por la televisión. Esa es la vía de la integración, por la comunicación, por la música, por el arte, la película, el cine.

En porto alegre hay un festival de invierno donde siempre están llevando artistas de Uruguay, Argentina, Paraguay y otros países de América Latina. Claro que la cultura es el camino para que los gobiernos hagan la integración porque desde la economía no están haciendo nada. La educación debe estar presente, conocer nuestra historia, el respeto a los indios y a los negros que formaron este continente. 



Cantoras de 3 Naciones en el Teatro Vera

El jueves 27 de septiembre el grupo “Cantoras de 3 naciones” estarán presentándose en el Teatro Vera de Corrientes.  En la velada Myrian Beatriz, Shana Müller y Gicela Méndez Ribeiro desplegarán “su personalidad y su estilo en un repertorio preparado especialmente para este encuentro”.  “Para este show están trabajando el equipo de la Fundación Chamame y los músicos de cada país que participaran de este encuentro musical”, adelantaron.

“En el repertorio incluimos una canción dedicada a Dante Ramón Ledesma”, adelantó Shana Müller.  “Dante es un argentino que hace más de 30 años que vive en Río Grande Do Sul. Su exilio data de un periodo de dictadura en Argentina.  Hoy es un músico consagrado en Brasil.  La canción “América latina”, fue escrita para él y  habla de ese momento de su vida, cómo fue salir de su país y radicarse en otro país, comenzar su nueva vida allá”.


Este concierto que están preparando “Cantoras de 3 naciones” tendrá tres momentos muy importantes.  Por un lado estará volcada la historia de américa latina, la integración hecha canciones que representan a Brasil, Argentina y Paraguay.  Habrá un momento donde Myrian Beatriz, Shana Müller y Gicela Méndez Ribeiro expondrán su trabajo más autoral.  Sobre el final juntas unirán sus voces para resaltar los clásicos del género musical. 

“La política puede poner trabas en un monto de cosas. Pero la cultura no se debe tocar y para eso estamos nosotros los colegas que nos vamos a juntar siempre.  Desde la cultura se pueden hacer muchas cosas”, resaltó Gicela Méndez Ribeiro.

“Después de este ensayo estoy volviendo a Porto Alegre y voy a difundir lo que estamos haciendo con esta integración – comentó Shana.  También estoy buscando la integración pero con otros estados de Brasil.  Este será el primer show y del mismo se desprenderán otras manifestaciones artísticas, la pintura, la fotografía, entre otras”.  “Creo que las cosas comienzan con los artistas, hay que llevar estas propuestas a los gobiernos y decirles estamos haciendo esto, en qué nos pueden ayudar.   Las nuevas propuestas surgen desde la cultura y desde los artistas”. 

Por su parte Myrian Beatriz manifestó su alegría por esta unión musical.  “Me siento muy feliz cuando mis compañeras se interesan por el guaraní, siento algo muy grande por dentro, me siento feliz.  Es un punto donde en Paraguay lo estamos trabajando, en especial los artistas, tenemos que valorar más nuestra lengua guaraní”.   Al tiempo que Shana agregó que “escuchar a Myrian es buscar un poco de historia de mi país, la historia guaraní de Río Grande Do Sul que no conozco.  No se hablar guaraní pero me gustaría aprender”.

“Desde hace tiempo venimos trabajando desde la Fundación Chamame para que este sueño sea una realidad”, manifestó Silvia Muñoz Velcheff, presidente de la Fundación.   “Las chicas vienen trabajando desde el año pasado, probando su química, hubo ensayos, ellas van a demostrar porque están juntas.  Tengo mucha fe y esperanza en este proyecto”.