jueves, 2 de octubre de 2025

Juan Pablo Arias: “El arte es la posibilidad de transformar algo”


Está abierta la muestra  Gurí en El Vivero, la galería de arte del Espacio Mariño. “Siempre está presente la infancia en mis trabajos”, deslizó Juan Pablo Arias en esta charla donde hablamos de estos trabajos donde expuso pintura, xilografía y cerámica. Adelantó que está preparando obras para la feria a.362 donde se verán cosas distintos a lo que viene haciendo. “Será diferente, pero estará presente la mirada a los pueblos originarios y a la naturaleza. Mi lugar en el arte”, subrayó.



Por Paulo Ferreyra

Fotos Ivanna Carballo - Espacio Mariño



Julián Barreto y Alejandro Joaquín Vallejos coordinan el espacio El Vivero. Días atrás cuando se inauguró la muestra Juan Pablo Airas comentó que la primera sensación que tuvo con esta invitación a exponer en este lugar fue de mucho gusto. Argumentó que ya desde antes le llamaba la atención el espacio, sabía del lugar porque habían expuesto amigos suyos. “Es un lugar pintoresco y artístico. Al conocer la movida de esta galería me resultó atractivo traer mis obras a este lugar”, destacó.



El artista es de Saladas, Corrientes. Es artista visual, docente, escultor y ceramista. Desde hace ya varios años reside en Resistencia, Chaco. Es profesor de Escultura egresado del I.S.PE.A. “Alfredo Pertile”, dicta clases de artes visuales desde 2005 y de cerámica en el mismo instituto desde el 2012.


Inició su camino en la escultura en 2001 bajo la guía de Víctor Ricardone y en cerámica en 2002 con Teresita Capurro. Tras una primera etapa dedicada a objetos utilitarios, desde 2014 se concentra en la escultura cerámica. Ha expuesto de forma individual y colectiva en Corrientes, Chaco, Córdoba, Buenos Aires y en el Carrusel del Louvre (París, 2022). También ha realizado murales, participa en encuentros de escultura en madera y desarrolla obra gráfica en xilografía.


En esta charla recuerda que antes de estudiar pintaba. Entró justamente a estudiar bellas artes para pintar, pero ahí conoció la escultura y desde entonces casi no pinta. Para esta muestra en El Vivero pensó en escapar un ratito de la cerámica y así desarrollar una idea que venía pensando hace tiempo: Volver a pintar sin descuidar su horizonte puesto en las infancias. En la muestra se encuentra trabajos desde el 2013 y muchos realizados este año.




Gurí



“Siempre está presente la infancia en mis trabajos. Cuando me proponen mostrar obras en El Vivero reflexioné que no quería traer escultura, sino empezar a pintar y mostrar algunos trabajos”, así comenzó esta charla mientras mirábamos las paredes vestidas con sus obras. “Traje además aquí algunos grabados. Me llama la atención la xilografía, es algo que me gusta mucho, pero no le dedico el tiempo que le debería dedicar. La xilografía me gusta”, resaltó. 


Los colores se alzan entre el rojo, amarillo, azul, el negro de la xilografía. Juan Pablo tiene la piel oscura y sonríe con unos dientes blancos impecables. La sonrisa urgente y siempre amable. A veces alegres y en otros momentos parece esconder su timidez.


Hace tiempo que no pintaba y a medida que fue creando estas nuevas obras encontró que había semejanza con los artistas que admira. En el grabado encontró algo distinto. Ahí pudo llevar la imagen de las esculturas al grabado, ahí las dudas se fueron licuando y se sintió más seguro. 




— ¿Cómo se construyó tu mirada desde la cual estás haciendo arte?


— En algún momento decidí que quería que mi obra tenga una mirada hacia los pueblos originarios. Cuando tuve la oportunidad de conocer esos pueblos me di cuenta de que ahí hay despojos y olvido. Entonces, desde ese lugar trabajo para convertir eso en algo lindo y esa es mi intención con el arte. 


En el mismo sentido pasa algo muy parecido con la infancia. Cuando comencé a trabajar en una escuela primaria - era un lugar donde había población de ladrilleros y la infancia estaba muy lastimada de diferentes ángulos. Entonces, comencé a mostrar con mis obras la realidad.



Me parece importante recordar que dentro de la infancia está el futuro. En nuestras manos está lo que podemos hacer para que no siga pasando eso que venía pasando o incluso que está pasando. Considero esto que está pasando por ejemplo hoy en Medio Oriente, donde tantos civiles y tantas infancias están destruidas. Más acá también podemos ver el interior o la periferia de la ciudad donde la infancia está lastimada. Desde ese contexto me parece importante el arte. El arte es la posibilidad de transformar algo.




Ternura


En la muestra Juan Pablo buscó de alguna manera traernos su infancia en Saladas. Los hijos de esa infancia tejida por balines, gomeras y barriletes. Salía a la siesta a recorrer los caminos y esas cosas están vivas en su memoria.


“Pinté una madeja roja porque cuando era gurí iba a la verdulería a buscar las bolsas de cebolla. Desarmaba esas bolsas para hacer madejas de hilos para los barriletes. Eran hilos duros y no se cortaban nunca”, desliza y el brillo le gana en sus ojos.


Los recuerdos sobre su infancia se ensanchan mientras caminamos entre sus obras. La evocación de un tiempo que tiene vivo y sus manos hicieron obras de arte entre pintura, xilografía y cerámica. 


Todo ese marco hace que la obra de Juan Pablo florezca en ternura. “Que bueno que se entienda o que se perciba ternura en mis obras. Trato de transformar algo para que sea lindo”, agregó mientras está contento con esa mirada paternal que también baña cada obra que surge sus manos.



Xilografía



En la región el grabado no es una técnica que se esté desarrollando. Basta quizás con decir que no hay muestra de arte solo de grabado, sino que aparecen algunas obras sueltas como en este caso, un parte de xilografía. Juan Pablo cuenta que estuvo en Paraguay y encontró que en el vecino país esta técnica está muy desarrolla y es potente. “La xilografía me encanta. Está ahí también puesta una idea de trasfondo social, tiene esa cosa de que se pueden hacer muchas copias de una imagen y que con ello podemos llegar a más personas”.




Tiempo 


La poeta Circe Maia dice que la poesía y el arte en general tienen esa delicadeza de asir el tiempo. En la charla con Juan Pablo sostiene que el arte le da una satisfacción muy grande. Le interesa, además los espacios donde las obras de arte están al alcance de todos.




— ¿Cuándo comenzaste a definirte cómo artista?



— Al arte le doy tiempo y le tengo mucho respeto. Cuando comenzamos a charlar te mencionaba que desde el 2002 estoy haciendo obras de arte en cerámica. Hasta hace poco me presentaba como profesor, porque era lo que más hacía y a lo que más le dedicaba horas de trabajo. Sin embargo, desde hace un tiempo trabajo haciendo obras de arte de lunes a lunes. Entonces, desde el momento en que me doy cuenta de que le dedico mucho tiempo decidí presentarme como artista. Hoy en día le dedico gran parte de los días a la producción artística, mucho más que a la docencia. 




Colibrí



Juan Pablo tiene un humor por momento feliz, entusiasta y contagioso. Cuando sostiene que le dedica mucho tiempo al arte esa u de muuuuuuuu cho se estira tanto como puede sostener el aire. Advierte que es pretencioso decir que tiene una identidad dentro del arte. Afirma, sin embargo, que se siente cómodo desde el lugar que está trabajando y haciendo arte.


“Se viene en Resistencia la Feria a.362 y estoy preparando obras de arte totalmente diferente a lo que vengo mostrando tanto en Corrientes como en Chaco. Es algo que sigue siendo mío aunque no habrá ahumado, será más realista, con un volumen diferente, pero siempre con la mirada a los pueblos originarios y a la naturaleza”, destacó. 



En las obras de Juan Pablo hay a menudo algún colibrí presente. Dicen, entre las muchas historias que se tejen sobre esta ave mítica, dicen que el colibrí aparece cuando te visita un alma buena. Una obra de arte puede ser una alma buena que te visita. En el decir de una poeta, vemos arder las obras de Juan Pablo, arder sin quemarse, quemándome.




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